Sin duda que la deserción de Christian Zerpa pupilo de la mal llamada "primera combatiente" – aunque Maduro la denomina "primera dama" cuando la victimiza – y quien ejercía el rol de magistrado ha implosionado a la cúpula madurista en todos sus integrantes.
De hecho, que haya sido el propio Zerpa quien haya asegurado que fue Cilia Flores quien lo designó para semejantes funciones "jurídicas" revela que ni los más allegados de la cúpula madurista son de confiar, y como lo hemos reseñado en otras oportunidades, incluso las traiciones entre los "hermanos del alma" en cualquier momento se harán públicas, muchos más en la medida que se agrave la gobernabilidad en el país.
¿Y por qué decimos lo anterior? En el transcurrir que los problemas macroeconómicos terminen por destrozar las finanzas del régimen, quien afanosamente, por ejemplo, no le importa vender la industria petrolera a precio de gallina flaca, las diferencias en la cúpula madurista se harán cada vez más evidentes ¿Cómo entender que el madurismo otorgue la explotación petrolera del Lago de Maracaibo por 400 millones de dólares a un consorcio francés, cuando aseguran que allí se van a producir no menos de 70 mil barriles diarios?
O sea, que sobre lo anterior con un barril promedio de 50 dólares, podemos definir tal "acuerdo", como el negocio del siglo, en virtud de que esa empresa cuando reflote la operatividad petrolera con unos 100 días de producción – un poco más, un poco menos - según lo que han dicho los propios voceros maduristas tal empresa va a recuperar semejante inversión¹, y en donde también existe otro acuerdo en condiciones similares con un magnate norteamericano² lo que comprueba la urgencia de recursos que no tiene el país ni para activar los pozos petroleros. Entonces, le preguntamos a la cúpula ¿Cómo es eso de que los hermanos chinos, rusos o turcos, no pudieron prestarle al régimen esos 400 millones de dólares para que la propia petrolera venezolana se encargara de tal inversión, en vez de conceder tales prerrogativas financieras y legales a empresas extranjeras, incluyendo del odiado imperio? ¿Fue un acuerdo tomado por la cúpula madurista o por una parte unilateral de quienes controlan el poder?
Decisiones como esas son de ruptura en la cúpula madurista. Son similares ante las decisiones que intenta imponer el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en relación con imposición de determinadas máquinas fiscales y formas de recaudación de impuestos. Es decir, el madurismo en su cúpula busca sobrevivir en lo financiero este 2019 para ver si puede al estilo de la filosofía de Eudomar Santos, sortear cada episodio político, y para salir airoso en lo político necesita recursos, esa es la razón, por la que ahora no les importa regalar Petróleos de Venezuela.
En consecuencia, para evitar más traiciones como la que ha originado Christian Zerpa el madurismo se ha puesto en emergencia financiera. Y es que además, las propias declaraciones de Zerpa en las cuales dejaba la incógnita de vida de Gustavo González López, ex – director de la policía política, generó profundas preocupaciones en el ámbito de Nicolás Maduro y Cilia Flores, siendo esa la razón por la cual prefieren tener vigilado al susodicho militar lo más cercano de su entorno, porque al estar las traiciones envueltas en cada decisión, no quieren que este general se convierta en un próximo desertor, o en su defecto pueda terminar como el concejal Fernando Albán, es decir, "suicidándose", y el extremo frágil de lo político que se encuentra hacia lo que algunos llaman "la derecha" pueda romperse sin posibilidad de reparación.
Sí Gustavo González López ha regresado a la cúpula madurista no es por lealtad. Todo lo contrario, es por falta de confianza al otrora poderoso general y que también existe en el resto del entorno madurista sobre cualquier acción negativa que pudiera originarse sobre ese castrense, el cual va a ocupar unas funciones simbólicas porque la "seguridad" que se le ha responsabilizado es estrictamente de palabra, porque todas esas áreas están bajo la supervisión y operatividad de Vladimir Padrino como ministro de la defensa y jefe de la llamada Guardia de Honor.
Es simple. El retorno de Gustavo González López a la cúpula madurista sin el mínimo espacio de autonomía que tenía en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) es una muestra del terrible miedo que invade al madurismo. Allí no tiene posibilidad de mando, sino de ser mandado y observado, y por supuesto, cercano al mando de la cúpula madurista. En otras palabras, González López ha recibido a Miraflores como arresto domiciliario.
Las declaraciones de Christian Zerpa originaron sobre quienes ejercen el poder múltiples pensamientos en la existencia de traidores y desleales. Por ello, apareció González López de un día para otro y estando lo más cercano posible a Maduro, pero en una suerte de "juntos pero no revueltos", algo así como "mírame pero no me toques". De hecho, ni siquiera Maduro o Padrino lo "juramentaron". Habrá apretones de manos. Seguramente algunos intercambios de palabras en entradas y salidas de rigor. Pero nada más. En la praxis una ficha de Diosdado Cabello ha quedado neutralizada ante un posible hecho o acción que pudiera generar serios inconvenientes al poder de Miraflores.
El madurismo está inquieto. Buscan a toda costa evitar otro "Zerpazo" en especial que venga del mundo militar y de alguien quien conoce a ese madurismo por dentro y por fuera. Esa es la única razón por la cual González López regresa hasta los espacios visibles de la cúpula madurista. Lo demás sigue en el ambiente político, y nadie tiene la certidumbre absoluta que la historia de las traiciones y deslealtades se ha terminado de escribir. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ https://lta.reuters.com/articulo/petroleo-venezuela-francia-idLTAKCN1P11WN
