¡Feliz Renacer y Próspero Año Nuevo 2019 para todo el equipo de Aporrea y sus lectores! Aquí seguimos desde nuestra trinchera expresando libremente nuestras críticas, aportando con sapiencia el aporte necesario para las transformaciones que requiere el país, coadyuvando al resurgir del socialismo como la única opción viable para la conducción del comunismo: el verdadero sistema perfecto para la humanidad. Gracias una vez más a todos los lectores virtuales que expresaron sus opiniones positivas y adversas a mi correo; todas fueron manifestaciones de enseñanzas, intangibles, que me instaron a investigar más, a profundizar mi convicción revolucionaria, a creer más en la espiritualidad del Ser que en la religión, a continuar desde estos derroteros, a contribuir con las evoluciones necesarias para la cristalización de un proyecto más humanista y hacia el desarrollo de un propósito común.
El 15 de Febrero de 1819 Simón Bolívar pronunció su proclama en la provincia de Guayana hoy conocido como el Discurso de Angostura, con motivo de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela en San Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar), dirigiéndose a los congresistas del país para expresar sus ideas sobre lo que debería ser el nuevo proyecto constitucional y para reflexionar sobre la situación que vivía el país para ese entonces. Es distinguido este discurso hoy en el mundo como una de las obras maestras del libertador. El Discurso de Angostura es un valioso documento que debe ser más que usado para conmemorar una fecha histórica para ser adoptado y reivindicado en su esencia geopolítica, ideológica y social por su particular vigencia en el proyecto del país; así como por la grave crisis que hoy nos acecha, especialmente la de valores, la falta de compromiso revolucionario, la ineficiencia, corrupción y la indolencia que sucumbe a la mayoría que está en el poder para dar respuestas efectivas, contundentes y viables a la crisis económica que vive Venezuela, ya ahora no solo azotada por el imperio, sino por los traidores de la revolución. En este sentido, traidor no solo es el que va a vender a la patria en el imperio por un puñado de dólares, también vale el calificativo para aquellos aprovechavistas que se han hecho millonarios a costa de la revolución, o que han engordado mientras pregonan que el pueblo está feliz, o se metieron sus cinco kilos de perniles con el apoyo criminal de sus cómplices guardias nacionales y los jefes de los CLAP, o para aquellos que de protectores de un estado pasaron a ser protegidos por cordones de seguridad porque el olor a pueblo ya les molesta, por mencionar solo unos pequeñitos detalles.
Vale entonces tomar en este Aquí y Ahora parte del Discurso de Bolívar en Angostura adaptado a los nuevos tiempos, a la realidad que vive el país en su contexto histórico sin igual, el cual encomillaré en respeto a los Derechos de Autor de aquel insigne hombre de todos los tiempos, que hoy doscientos años después nos habla desde esta proclama para no vernos subyugados por "los Estados Unidos de Norteamérica que quiere plagar la América toda de miserias en nombre de la libertad". Hoy Bolívar más vivo que nunca dirigiría su arenga a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente y al Presidente Maduro, en virtud de que estamos a la puerta de una cuarta Constitución Bolivariana y al frente de otra guerra no precisamente liberadora:
"Fuerzas irresistibles han dirigido la marcha de nuestros sucesos", atribuirles todo al imperio o a la guerra económica sería muy injusto, sería un error no darle la importancia que merece avocarse a enfrentar "los acontecimientos pasados, del orden actual" y a los traidores que han mancillado nuestra revolución: "Examinen las Leyes que aún no hacen cumplir, las que aún están en deuda con el pueblo y las que por omisión se quedaron en el camino; la influencia de la religión que aún domina sus pensamientos, que no les deja ser libres porque son parte del sistema neoliberal, y el dominio extranjero que aún controla el bolsillo de sus funcionarios por falta de consciencia revolucionaria. La esclavitud es la hija de todas las tinieblas. Los efectos de estos trastornos lamentables no puede sorprenderlos ya, porque las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos estudiado, han sido los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición". Para nuestros enemigos se ha hecho costumbre "tomar la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia".
Presidente Maduro: "estoy herido de la idea de que el gobierno de Venezuela debe reformarse", porque a muchos de sus ministros se les confío las sendas de la revolución para llevar la "mayor suma de felicidad posible", pero fracasaron porque los tentó el vicio de la corrupción, de la ineficiencia, la indolencia de nuestros hermanos y el llanto de la patria (mujer hermosa que la siguen manoseando en nombre de la revolución). "Aunque muchos ilustres ciudadanos piensan como yo, no todos tienen el arrojo necesario para profesar públicamente la adopción de nuevos principios", sobre todo los que le rodean porque le dirán que lo están haciendo muy bien, que los hospitales están dotados, que los acuerdos que se firmaron con el sector empresarial fueron positivos, que el alza desmedida de los productos alimenticios es solo por culpa de las grandes empresas o el Dólar Today, que la SUNDDE trabaja todo el día; que el gas, la caja CLAP llegan oportunamente a las hogares venezolanos... "Esta consideración debe instarle a tomar la iniciativa en un asunto de la mayor gravedad. Este pueblo es único en la historia del género humano, es prodigio que un proceso como el que se ha vivido haya podido regirlo este gobierno en circunstancias tan difíciles y delicadas como las ya vividas". Su permanencia ha sido gracias a la valentía, solidaridad y fuerza que ha tenido este digno pueblo para con la causa bolivariana y la del comandante Chávez. No obstante, jugar a la resistencia con su paciencia podría ser peligroso si no se toman las reformas necesarias que les garantice mejores condiciones de vida óptimas, humanas, con una mayor seguridad Social. "¿Quién puede resistir el amor que inspira un gobierno inteligente que liga en un mismo tiempo, los derechos particulares, a los derechos generales que forma de la voluntad común la Ley Suprema de la voluntad individual? Constituyentes y Presidente Maduro, ustedes están llamados para consagrar o suprimir cuanto les parezca digno de ser conservado, reformado, o desechado, a nuestro pacto social", a cambiar todo lo que debe ser transformado, a desafiar las poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito nacional, a no mentirle al pueblo, ni a violar principios éticos. Ustedes están llamados "a corregir la obra de nuestros primeros constituyentes", a reformar el gobierno con hombres y mujeres comprometidos con la Patria, con gran consciencia socialista y cuya moral no esté en entredicha.
Recuerden que "un gobierno Republicano ha sido, es, y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la soberanía del pueblo. Siendo los ministros los responsables de las transgresiones que se cometen, ellos son los que gobiernan porque ellos son los que pagan. No es la menor ventaja de este sistema la obligación en que pone a los funcionarios inmediatos del Poder Ejecutivo a tomar la parte más interesada y activa en las deliberaciones del gobierno. Puede suceder que no sea el Presidente un hombre de grandes virtudes; no obstante, la carencia de éstas, el Presidente desempeñará sus deberes en un modo satisfactorio, ya que los Ministerios haciendo todo por sí mismo, lleva la carga del Estado. Nada es tan contrario a la armonía entre los poderes como su mezcla. Nada es tan peligroso con respecto al pueblo como la debilidad del Ejecutivo. En la República, el Poder Ejecutivo debe ser el más fuerte porque todo conspira contra él". Aquí los constituyentes juegan un papel importante hasta la potestad de destituir un ministro o los ministros. La mayoría de los ministros de este gobierno han sido criticados por sus pasos reiterados repetitivos en los ministerios, cuyos resultados han sido nefastos pero los ratifican o los envían a embajadas; por sus escándalos inmorales; el exceso de cargos ministeriales han generado más burocracia; los ministerios más vitales han sido los más ineficientes, como el Ministerio de Alimentación. "Si el Ejecutivo no se pone al alcance de este contexto histórico revolucionario, caerá inevitablemente en su propio abuso (ya por si en demasía), o se derrumbará la revolución; es decir, será la muerte del gobierno; su herencia será, la anarquía, la usurpación y la tiranía. Que se fortifique todo el sistema de gobierno y que el equilibrio se reestablezca de modo que no se pierda y que no sea su propia delicadeza una causa de decadencia. Su estructura debe ser sólida, el amor a la Patria, a las leyes, su sensibilidad humana, su ética, son las nobles pasiones que deben caracterizar a un revolucionario. Los revolucionarios aman la Patria, por ello han defendido el ideal bolivariano y si no hay un respeto por ella por quienes dirigen al país, estaremos camino a un abismo, a un conflicto singular de concepción ideológica que debe ser revisado y rectificado para poder empezar las funciones a las cuales se les ha encomendado al Presidente en este nuevo período, a través del pueblo. La verdad nos hará libres".