Una de las frases más emotivas del discurso del Hno. Presidente Reelecto, Nicolás Maduro, tuvo que ver cuando se refirió a las principales plagas, que vienen corroyendo la paz de la República: "¡Es contigo bachaquero! Que robas al pueblo, bachaquero. Es contigo, que vives junto al pueblo y lo robas todos los días. Es contigo bachaquera, contigo también, que eres nuestra compatriota, contigo también, basta de indolencia, basta de corrupción, ya basta de minimalismo, ya basta de burocratismo. Yo diría, como en varias oportunidades yo he afirmado, Venezuela tiene adversarios muy poderosos y dañinos, el primero de todos el imperialismo estadounidense, pero creo que el peor de todos es el corrupto y la corrupta, el indolente que daña la función pública y daña el pueblo, es peor que todo el imperialismo junto, es el enemigo a vencer…" (Discurso de Juramentación del Presidente Reelecto, Nicolás Maduro, ante el TSJ, 10 de enero de 2019). No compartimos, la fórmula de solución que nos propone el Hno. Nicolás en su Discurso de Juramentación, veamos: "…hay una sola forma de vencerlo, una sola forma, con una gran revolución moral, con una gran revolución espiritual, una gran revolución del amor, el amor que lo puede todo, del amor a la patria, del amor a la tierra, a la historia, del amor a los hijos, a las hijas, del amor a los nietos, a las nietas, una gran revolución del amor…" Pues, esa visión de paz y amor, comefloriana, esa forma de atacar ese flagelo, que es la que ha privado hasta el presente, ha degenerado al bachaquerismo. Que viene a ser, una expresión más agresiva y violenta contra el pueblo venezolano.
De aquella fase inicial, en que Fedecámaras y sus socios empresariales, promovieron y organizaron grupos de bachaqueros para desviar producción y propiciar, mediante ese mecanismo, marcadores de precios alternos, mayores precios de los regulados, surgieron toda una gama de verdaderas mafias que, con el tiempo, alcanzaron autonomía de sus padres fundadores: "Bachaco culón", alías Lorenzo Mendoza y Fedecámaras. El bachaquerismo, es una fase superior del bachaqueo. Ya, no colman locales de bachaqueros para comprar todo barato a precio regulado y vender caro, sino que aparecen en escena toda una red de pequeños locales que venden alimentos, productos de aseo personal y limpieza bien caros, lo que evidencia lo rentable que viene a ser la comercialización de alimentos, sino que también, desde las mafias del bachaquerismo, se penetran las redes de producción y comercialización de alimentos de los Clap, para obtener alimentos al más bajo precio posible, y revenderlos en las calles de las principales ciudades del país, con la complicidad de los cuerpos policiales y la GNB.
Bachaquerismo, es corrupción comunal que no solo ha penetrado los llamados "estados mayores de los clap" sino que incluso, ha llegado a los beneficiarios directos de la bolsa o caja clap, que no escatiman esfuerzo en vender su caja o bolsa adquirida a inescrupulosas bandas criminales, que obtendrán el triple, en la venta individual de esos productos en las calles a la vista gorda de los funcionarios policiales y militares. Cómplices también, se hacen alcaldes y alcaldesas, gobernadores y gobernadoras, quienes en muestra mayor de indolencia, también se hacen de la vista gorda y adjudican el problema a la exclusiva responsabilidad del Presidente de la República.
Bachaquerismo también es, el funcionario o funcionaria que retarda procesos en la Administración Pública para luego solicitar pagos en dólares para acelerar esos procesos, que él mismo ha retrasado para justificar su pago. Incurre en bachaquerismo, el avance o chofer de un vehículo de pasajeros que recibe del Gobierno Bolivariano: pensiones del IVSS, aceite para motor, cauchos, baterías, reparación de su vehículo a precios subsidiados, y luego revende parte de la mercadería recibida a precios especulativos, y procede a incrementar el pasaje al precio que le da la gana, cada vez que le da la gana, sin autoridad alguna que le ponga coto cuando le dé su gana. Bachaquerismo, también es el médico, médica, enfermero, enfermera, camillero o camillera, que roba medicinas e insumos médicos en el hospital público en que presta sus servicios, para revenderlos a la clínica privada donde también presta sus servicios o en la planta baja, en las afueras del propio hospital en que labora.
Bachaquerismo es también, utilizar el recurso de los ahorristas de la banca privada para comprar dólares y jugar al alza del precio del dólar para multiplicar ganancias y perjudicar a sus propios ahorristas, y en general, a los venezolanos y venezolanas, propiciando alzada de precios y devaluación de la moneda nacional. Banqueros enriquecidos y pueblo empobrecido a sus costillas. Bienvenida sea, esa decisión gubernamental del incremento del Encaje Legal, que ha obtenido como respuesta agresiva de los banqueros-bachaqueros, el no recibimiento de los billetes de menor denominación a los 100 BsS, en las taquillas de sus agencias, y el incremento de su habitual mal servicio hacia sus usuarios y usuarias.
Bachaquerismo es también, el comerciante privado que incrementa los precios de alimentos cada vez que Fedecámaras y Mendoza, le ordenan incrementar para dañar al pueblo y propiciar descontentos en ese pueblo que, cada vez con mayor conciencia, comienza a apreciar en el enemigo de clase un criminal económico que, tarde o temprano, deberá pagar por sus crímenes de guerra económica con indemnizaciones a ese pueblo víctima de sus agresiones de guerra. La ANC, debe iniciar acciones para enjuiciar a esos criminales de guerra, y el TSJ conformar tribunales especiales, en los cuales juzgarlos y sentenciarlos a indemnizar al pueblo venezolano.
Bachaquerismo es también, el negocio que intentan montar los diputados de la Asamblea Nacional burguesa, al emplazar al gobierno imperialista de los EEUU, a embargar los activos nacionales en el exterior, y colocar su administración bajo responsabilidad de esa cúpula delincuencial, autodenominada oposición venezolana.
El bachaquerismo, ha calado hondo en el cuerpo nacional. Nuestra juventud, desviada de los valores nacionales, aprecia en el bachaquerismo una forma fácil de hacer dinero. Por eso, al igual que el narcotráfico, el bachaquerismo atrae hacia sí, importante número de jóvenes, ansiosos de enriquecerse rápidamente. Poco, les importa, si para ello tendrá que perjudicar a su propia familia, como en efecto lo hacen. La permanencia del bachaquerismo, su impunidad, ha convertido al bachaquero en un modelo a seguir, si de mejorar la condición económica se tratase.
El bachaquerismo, como mecanismo de autodestrucción nacional lo relacionamos siempre, con otro similar nacido en Oriente Medio. Creado, organizado, adiestrado y simbolizado –mediáticamente- por la CIA estadounidense: el llamado Estado Islámico, ISIS, Daesh. Fuerza del mal, que una vez derrotada por las fuerzas de la humanidad: el Ejército Árabe Sirio, la Fuerza Aeroespacial Rusia, los Guardianes de la Revolución Iraní y las milicias del Hezbolá, terminaron identificándose como coalición internacional, liderada por Washington. En específico, una vez derrotados, pudimos apreciar el verdadero rostro de quién estaba en esa fachada del terrorismo internacional. En lo concreto, para no utilizar su propio ejército, el gobierno de los EEUU, utilizó una fuerza paramilitar surgida del propio pueblo árabe. Tal cual, los bachaqueros. Para no aparecer en la primera línea de ataque, el capo de la harina de maíz y Fedecámaras, utilizan una gendarmería surgida del propio pueblo para que ataque al propio pueblo. Cualquier similitud entre ISIS y los bachaqueros, no es pura coincidencia, sino objeto de las enseñanzas aprendidas por la CIA estadounidense en todas sus experiencias previas, en que ha utilizado esa metodología de la guerra económica, aplicada en diversidad de países.
El abogado penalista, Luis Prieto, en una entrevista para el diario Panorama del 15-05-2016, precisaba que en el bachaquerismo se expresan no menos de 10 delitos, tipificados en leyes nacionales. Iniciaba su tertulia, con la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo: asociación para delinquir. Precisaba, el abogado: "Estos son delincuentes organizados [los bachaqueros], porque se asocian para delinquir. Cuando hablamos de delincuencia organizada se trata de un grupo de tres o más personas se asocian por cierto tiempo cometiendo un delito para obtener un beneficio económico para ellos o para un tercero, y esto está penado". Al respecto, precisaba el 37 de esa Ley de la República: "Quien forme parte de un grupo de delincuencia organizada, será penado o penada por el solo hecho de la asociación con prisión de seis a diez años". Nada que ver, con el grado de impunidad que han alcanzado quienes forman parte de las bandas del bachaquerismo. Por un lado lo están deteniendo y por el otro, funcionarios policiales y militares, le están cobrando una vacuna por su salida del recinto policial o antes, incluso. Ese mecanismo de corrupción policial, ha sido denunciado por los propios jefes policiales, como lo hiciera en la entrevista mencionada, el Comisario Biagio Parisi, Secretario entonces de Seguridad y Orden Público del Estado Zulia, quien informaba que tenía 20 expedientes abiertos contra funcionarios de ese cuerpo de seguridad por –presuntamente- estar involucrados en redes de bachaqueo. Indicaba, por demás, que un policía no puede hacerse de la vista gorda cuando en su presencia, están ejerciendo el bachaquerismo. Por si faltare más, quienes se dedican al bachaquerismo, también incumplen disposiciones de la Ley Orgánica de Precios Justos, como especulación, acaparamiento, contrabando de extracción, alteración fraudulenta de precios y desestabilización económica. Según esa legislación, la especulación debe ser pagada con una pena máxima de 10 años de prisión, el acaparamiento con la misma pena, mientras que el boicot con 12 años. No obstante, los bachaqueros gozan de buena salud y allí están, en las calles, gordos y rozagantes, más bien alegres y buchones.
El propio Presidente Reelecto, Hno. Nicolás Maduro, puso su granito de arena para combatir esas mafias delincuenciales, aprobando el decreto presidencial 1.348, Gaceta Oficial 40.526, de fecha octubre 2014, mediante el cual, prohibió la venta de 30 rubros alimenticios, productos de higiene personal regulados, medicinas y bienes importados o producidos en el país para el consumo humano. Pero, dicho decreto quedó en la nada, nadie lo cumple, nadie lo hace cumplir. No hay autoridad alguna, civil o militar, que se dedique a hacer cumplir las leyes de la República. La anarquía de las calles, pareciera ser la norma suprema en la República. Lula, en alguna oportunidad le llamó "exceso de democracia". No será con "amor", mucho menos con sobrada impunidad, que se extirpará ese mal del cuerpo de la República.
¡Cuántas situaciones de anarquía, le tocó enfrentar al Padre Libertador Simón Bolívar! Y no las enfrentó precisamente con amor, sino con la mano de hierro que tanto le recomendaba aplicar nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez, al entonces Vicepresidente Nicolás Maduro Moros.
Chávez, nunca se cansaba de exigir, parafraseando al Padre Libertador, "¡Leyes inexorables!, grita Bolívar…¡Leyes revolucionarias, leyes socialistas, decimos hoy!". Será, en estricto cumplimiento y aplicación de las leyes de la República y la Constitución, que el bachaquerismo y los grandes males, definidos por el Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro, puedan ser extirpados del cuerpo de la República Bolivariana de Venezuela, trayéndonos –en consecuencia- estabilidad, y la paz, que rigió los primeros años de nuestra Revolución Bolivariana. Si algo, unifica hoy al pueblo venezolano, en un solo cuerpo, es la exigencia de la aplicación más estricta de la Ley y la Constitución. ¡Ese es el camino!
