Quién milite en las filas revolucionarias, no puede permitirse la desvariante idea, de dudar en estos momentos y mucho menos, después de ver las claras intenciones del imperio. Quienes deserten, en este momento, del proceso revolucionario, son a todas luces, colados en el proceso, oportunistas de ocasión, verdaderos enchufados, que aprovechándose de la buena fe, de quienes dirigen o han dirigido, instituciones del Estado, hicimos el papel de tontos útiles, dándole oportunidad, en las diferentes esferas de Gobierno, y digo hicimos, porque sorprendentemente, vi en Facebook, la publicación de un compañero, con quien compartí como alumno en la Escuela Técnica del Ejército en los años 90, la publicación es del Tcnel., en situación de Traición activa, Jonnes Perozo, quien creó vive en el imperio, y quien publicó una foto, del Comandante Chávez colgando de un puente, y un texto que decía "Como el más grande traidor, tú y tus secuaces… así quedarán inscritos en nuestra historia". Este traidor trabajo, conmigo en el Ministerio de Interior, Justicia y Paz, desempeñando un cargo de Director de línea, Perozo, vino a mí, diciéndome prácticamente, que se estaba muriendo de hambre, porque la pensión del ejército no le alcanzaba, "así paga el diablo a quien bien le sirve" eso me avergüenza, y produce gran dolor.
La traición no debe ser perdonada, y radicalizar el proceso revolucionario, es tarea y deber de todos los revolucionarios, los traidores no pueden ser olvidados ni perdonados, porque como dijo nuestro, Padre Libertador, "a cada conspiración le sigue un perdón y a cada perdón una nueva conspiración", nombres como: Bárbara Nakary Montezuma, Katherine Liceras, ambas Cónsul General de segunda, en Chicago y Houston, Scarlet Salazar, Cónsul de primera en Miami, el Coronel José Luis Silva Silva, Adjunto a la Agregaduría Militar, en Estados Unidos, la diputada doblemente traidora Arkiely Perfecto, quien milito en un grupo tan radical, como los TUPAMAROS, y todos los que traicionen, deben ser recordados, la traición tiene rostro de perdedor, y ese rostro lo tengo grabado en mi mente, esa ancla mental, la conservó del 14 de abril del 2002 en la madrugada, cuando Chávez hablaba en el salón Ayacucho, después de haber sido restituido en el poder, por el pueblo. Me refiero a la cara, del general traidor, Uson Ramírez, quien en ese momento era Ministro de Finanzas, ese traidor con, cara de tabla, se paró a un costado, del final de las escaleras, que daban al salón Ayacucho, la cara es difícil de explicar lo que pude apreciar en ese momento, pero lo que vi, es el fiel reflejo del traidor, cobarde, porque si en algo estoy claro es eso, de que el traidor es cobarde, ya que busca la forma, de salvarse de alguna situación adversa o de peligro.
Dos lecciones me dejan estos momentos, no podemos perdonar a quienes han traicionado al pueblo, al sueño libertario por un mejor país. Y no podemos seguir siendo tontos útiles, que sirven a las quintas columnas, que se han infiltrado en el proceso revolucionario, que han cundido, la administración pública de ineficiencia, y de esta forma contribuir, a la mala, ejecución de las políticas públicas, del Estado.
Por eso debemos tener presente cada día, la etiqueta que, el Camarada Diosdado, lanzo en el Programa del Mazo la semana pasada, #LealesSiempreTraidoresNunca, hasta la victoria siempre, viviremos y venceremos.