Es muy triste ver a viejos amigos y camaradas desesperados defendiendo a este Gobierno. Yo entiendo y comparto el sentimiento antimperialista. Ahora, todo no gira en torno a eso.
Los marxistas identificamos en un sistema la contradicción principal y las secundarias. Jamás podemos considerar como contradicción principal las condiciones externas que no están en nuestras manos controlar. La existencia de imperialismos, es decir, de intereses transnacionales de colonizar estados nacionales, es una condición externa en la que se mueve nuestro sistema llamado Venezuela. Que siga existiendo no depende de nuestro poder. Está por encima de nosotros. Podemos resistirlo, podremos reducir su impacto en nuestro país pero no acabarlo desde Venezuela. Su superacion será parte de un proceso mundial no nacional. Mao tiene un buen trabajo al respecto sobre la Contradicción. Recomiendo leerlo. Muchos aclararán esta duda básica del marxismo.
Y digo todo esto porque la mayoría de compañeros de izquierda que aún apoyan a Maduro parten de una premisa falsa: la Contradicción principal es con el imperialismo y por eso debemos tolerar toda la descomposición y traición de este Gobierno ya que es "antiimperialista".
En primer lugar esa no es la contradicción principal, asumiendo que somos marxistas claro. La Contradicción principal es interna no externa. Si es externa no es contradicción, es condición.
Hoy en Venezuela, lo determinante para el Pueblo y sus luchas, la contradicción principal, es entre la vida y la muerte, y esto se expresa entre una cúpula de Gobierno muy corrupta y el resto de la nación republicana.
Me explico: usted puede ser muy anti gringo pero si esta crisis continúa, pronto la mitad de la población venezolana habrá huido del país o muerto. Pronto entraremos en una hambruna pues PDVSA está destruida, el campo destruido, Agropatria destruida, las instituciones destruidas, el estado de derecho destruido, los servicios públicos en ruinas, la sociedad y familias fracturadas. Estamos llegando a una Distopía, estado de una sociedad sumamente extraño, dantesco y difícil de alcanzar.
Hoy la urgencia del Pueblo Venezolano no es la destrucción mundial del imperialismo. La urgencia del pueblo es lograr sobrevivir al hambre, a las enfermedades, a la delincuencia, a la represión. Es luchar por la vida en contra de la muerte que impone este Gobierno.
Ser de izquierda, es decir, creer que la soberanía reside en el Pueblo y ser militante de la justicia y la igualdad sustantiva, y no percatarse a su vez que todo el país clama la salida de Maduro para poder reconstruir la nación, es el colmo de la desconexión con la calle y el clímax de la enajenación partidista. Y esto es muy triste porque esos pocos compas que aún creen que la lealtad a un Gobierno está por encima de la verdad, son compañeros honestos, trabajadores y están en las calles sufriendo mientras los que ellos defienden exponen su obesidad mórbida y financian la vida de sus hijos en el extranjero, en Australia, Europa o México.
En segundo lugar, este gobierno trajo al imperialismo y les entregó la soberanía. Nada más en el arco minero se entregó el 12% del territorio nacional a empresas que son las custodias de ese territorio, sin leyes, sin protección ambiental, sin derechos laborales. Zonas fuera del alcance de la constitución y le ley. CITGO está 100% hipotecada. 49% a los rusos (que nada de socialistas tienen) y 51% a capitales transnacionales europeos y norteamericanos. Los pozos petroleros se están entregando a empresas fantasmas recién creadas. Las empresas del estado todas paralizadas y quebradas. Y los insumos de Agropatria salen de contrabando para Colombia.
Podríamos estar horas mencionando las innumerables pruebas que sustentan que este es un gobierno traidor al Pueblo y reaccionario. Solo que mantiene un discurso populista y anti norteamericano. Tristemente muchos camaradas salen como el perro de Pávlov a ladrar cuando estos activan el discurso patriotero por VTV mientras venden la patria.
En el fondo, estos compañeros perdieron la libertad propia de pensar, de reflexionar con autonomía. Temen pensar por sus propios medios y concluir cosas hoy consideradas subversivas. Podrían perder trabajos, amigos, espacios y relaciones que son la totalidad de su existencia.
Y es que resulta tan surrealista esto, no me canso de decirlo, que un Gobernador en Yaracuy dice "demándenme cuanto quieran pero en este estado está prohibido que los opositores protesten". Es decir, un gobernador suprime las garantías constitucionales y esta locura pasa desapercibida por estos camaradas leales a Maduro.
Pero se vuelven muy violentos atacando a unos ex ministros de Chávez que plantean que hay que dialogar para buscar salidas negociadas a la crisis. Estos ex ministros dicen que van a hablar con todas las partes y así comienzan a hacerlo reuniéndose con la directiva de la AN, y los acusan por esto de "traidores" . Pero a su vez, estos camaradas que quieren crucificar a los ex ministros de Chávez no señalan nada de que Maduro le suplique a Trump para que se reúnan.
Es decir, son traidores quienes llaman al diálogo ENTRE Venezolanos pero no al funcionario que entregó, saqueó y destruyó al país y que clama por reunirse con los gringos para pactar. Es realmente surrealista esta vaina. Y me da mucha tristeza el grado de enajenación de estos compañeros.
Lo tercero que necesariamente tenemos que señalar es la hipocresia, pues se escandalizan porque los gringos (una potencia) apoyen a la AN pero no se escandalizan porque los chinos, rusos y turcos saquean y meten tropas en Venezuela para apoyar a Maduro. Es decir, el doble discurso. Claro que hay que denunciar la violación de la soberanía por potencias extranjeras, pero por todas.
Y lo último, es que es una profunda ingenuidad hablar de imperialismo y violacion de la soberanía cuando Venezuela hoy es terreno de un conflicto inter imperialista por las políticas de Maduro. Si llegamos a este punto de crisis es por exclusiva responsabilidad de este Gobierno.
Ojalá que estos compañeros y compañeras más temprano que tarde tengan el valor de pensar por sus propios medios y de actuar en consecuencia. Allí comenzará a ser la izquierda una opción de poder nuevamente. Ojalá los compañeros entiendan que lo fundamental siempre es estar del lado de las mayorías, con sus justas luchas, enfrentando a sus verdaderos enemigos.
Hoy la izquierda, lamentablemente, es solo un grupo de muchachos de mandados. Por eso no incide como bloque.
Ojalá se comprenda con humildad esta realidad y se actúe en consecuencia, con la urgencia que el caso amerita. No es tarde aún.
Cerremos filas con nuestro Pueblo que clama un cambio. Es allí donde debemos estar.