Una polémica decisión del Gobierno que preside Pedro Sánchez en España, quien no fue electo por votación popular sino producto de un acuerdo de varios partidos, en medio de la crisis de gobernabilidad que viven hace años, ha desencadenado un sismo o seísmo político en la nación española, donde Venezuela parece preocuparle más a sus dirigentes, que resolver los problemas -bastantes por cierto-, pero disimulados por la mal llamada "democracia representativa", con bases militares gringas en territorio español, permisadas desde Francisco Franco por el rey, la reina, las y los infantes y politiqueros entreguistas.
La aceptación de Sánchez a la figura de un "Relator" propuesta por la Generalitat de Cataluña, para que tal designado o quizá proclamado por los yanquis, coordine y de fe de la mesa de negociación entre partidos sobre el delicado tema de la independencia catalana, ha suscitado rechazo de la oposición. La vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, aceptóexpresamente al Relator, aunque se negó a calificarlo como mediador. Figuras destacadas del PSOE, partido de gobierno, han mostrado su descontento con Sánchez. La historia castiga a arribistas políticos del halamecatismo al imperialismo, y en España hay disimulócratas a granel, quienes admiten la monarquía que usa recursos del Estado, necesarios a la colectividad.
Nosotros los venezolanos libres le decimos a los españoles "hombre joder..., allá ustedes...", frase expresada en coloquial lenguaje hispano popular, pero, si consideramos que Pedro Sánchez salió de metiche a darle plazo de 8 días al gobierno legítimo de Venezuela, siento un fresquito comprobar una vez más, que en el exterior "el que se mete con Venezuela, se seca". El Jefe del gobierno español puede ser expulsado de su cargo por acuerdo parlamentario, mientras en nuestra patria continúa el Presidente constitucional, pese al feroz ataque mundial, artimaña realmente minoritaria, si sumamos los países que no apoyan el despropósito gringo capitalista salvaje, impuesto con terror psicológico.