La incertidumbre de Trump, su monigote y demás seguidores

¿Estamos al borde de una guerra civil, se cumplirá el sueño de la oposición de ver entrar las tropas de EEUU invadiendo y destruyendo a Venezuela o estarán al borde de un nuevo fracaso? Se pregunta, Boris Castellanos, en su habitual programa de las tardes: 360, mientras da el pase a publicidad. Y al igual que Boris, la militancia opositora ve con incertidumbre que pasan los días y Nicolás sigue al frente del Gobierno Legítimo y Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. También aprecian, que quienes le acompañaban en la marcha del 23 de enero, hoy ya no están presentes y, a medida que pasan los días, son cada vez menos los participantes en las movilizaciones de calles a que los convoca Donald Trump. Igualmente, aprecian un discurso contradictorio y claudicante en el agente que ha colocado Trump al frente de su golpe de Estado, quien ayer apenas era un decidido promotor de una guerra civil y ponía al público asistente a uno de los actos de calle a gritar: ¡Queremos guerra civil! Pasados los días, ahora declara que no hay condiciones para una guerra civil.

En la misma línea, semanas atrás, amenazaba al país todo con que si Maduro no dejaba ingresar la ayuda "humanitaria", promovería una intervención militar estadounidense. Su amenaza, se vino a menos en el preciso momento en que el congresista estadounidense Ro Khanna le respondió vía tuiter: "Señor Guaidó, usted puede proclamarse líder de Venezuela, pero no puede autorizar las intervenciones militares de EEUU. Solo el Congreso de EEUU puede hacerlo". Con ello, el congresista demócrata, dejaba en evidencia las divergencias existentes en el seno de la sociedad estadounidense en torno a un tema tan delicado como pudiera ser una intervención militar, y colocaba al agente de Trump en su justo lugar, desarmado y sin mecanismos de presión. Y, si faltaba alguna otra acción para desmontar alguna posibilidad de intervención de tropas estadounidenses en Venezuela, en conversación realizada este martes 12, entre el Secretario de Estado imperialista, Mike Pompeo y el Canciller Ruso Serguei Lavrov, éste fue menos diplomático de lo acostumbrado y le advirtió a Pompeo contra su política injerencista en los asuntos internos de Venezuela, incluyendo su consuetudinaria amenaza de intervención militar, en abierta violación del derecho internacional, como expresión de hasta dónde pudiera llegar el apoyo de Rusia al gobierno legítimo y constitucional del Presidente Maduro. Un disuasivo nada despreciable. En la misma línea, la República Popular China, desmintió los fake news que venían propagando los medios estadounidenses, que dejaban colar la especie de supuestas negociaciones entre China y supuestos representantes del autoproclamado presidente de la república de Trump. En fin, que en materia de intervención militar estadounidense, el agente de Trump ha quedado al desnudo, como el propio rabipelado.

El panorama, en filas opositoras, se aprecia desolador y la desesperanza comienza a cundir en filas de los seguidores de Trump en Venezuela. Luis Vicente León (LVL), fracasado gurú oposicionista, tuitea este lunes 11: "Es posible proyectar futuro linealmente? Con la incertidumbre del apoyo militar, de la capacidad del colapso económico para provocar la salida, hasta dónde puede llegar la acción americana y qué efectos puede generar una intervención militar, hay más incertidumbres que certezas". Interesante tuit, en que por primera vez, LVL, admite la certeza de una guerra económica promovida desde el exterior con apoyo interno, que intenta procurar el "colapso económico" para provocar la salida o el derrocamiento violento del Presidente Constitucional, Nicolás Maduro. Coloca en incertidumbre, LVL, la posibilidad de una intervención militar de EEUU y los efectos que la misma pudiera causar, se ve imposibilitado de proyectar el futuro el otrora investigador social y encuestologo fracasado.

El Principio de Incertidumbre, fue enunciado por Werner Heisenberg en 1925. A grosso modo, reza que en las partículas elementales, el micro mundo, es imposible medir simultáneamente y con una precisión absoluta, el valor de la posición y la cantidad de movimiento de una partícula determinada. Esa es, la manera más sencilla de explicarlo. La incertidumbre, derivada de esta apreciación, no corresponde al instrumento de medida, sino al propio hecho de pretender tomar dichas medidas. En el mundo social, no hay nada más impreciso que tratar de explicar hoy, lo que ocurrirá mañana. En lo que sí no hay incertidumbre, LVL, es en el hastío que han provocado ustedes en la inmensa mayoría del pueblo venezolano, indistintamente sea su vocación política, por su servilismo a los dictámenes de Trump y su impresentable odio a la Constitución Bolivariana de 1999, al pueblo venezolano y la Democracia Bolivariana. Tomen el camino democrático, de una vez por todas, a decir de Marx, renuncien a "toda la vieja porquería de la sociedad", de la vieja sociedad cuarta republicana, y dejen la incertidumbre para el micro mundo cuántico.

"El hecho de que muchas cosas no sean predecibles se debe simplemente a una falta de datos", refiere S. Hawking. El científico francés Laplace dijo que, si en un instante determinado conociéramos las posiciones y velocidades de todas las partículas en el Universo, podríamos calcular su comportamiento en cualquier otro momento del pasado o del futuro. Con ello, Laplace abría la puerta de la predicción del futuro, al menos en un principio. No obstante, como descubrió Heisenberg, la cosa no es tan sencilla. El show actual del autoproclamado por la voluntad "divina" de Donald Trump, en mucho se nos asemeja con aquel centenar de generales que se posicionaron en Plaza Altamira exigiendo elecciones presidenciales, denunciando una dictadura a la cual habían derrocado meses antes y por apenas 47 horas, el 11 de abril de 2002. Tiempo durante el cual, EEUU designó también un autoproclamado presidente, surgido de filas de Fedecámaras, que el propio pueblo se encargó de derrocar y restablecer en su Presidencia al Comandante Chávez. Curioso dictador ese, que el pueblo le restableció su poder y echó en fuga al usurpador autoproclamado. Chávez, gracias a su capacidad predictiva de los eventos sociales, optó por dejarlos hacer libremente su show, que se cocinen en su propia salsa, dicen que dijo. El propio tiempo fue cocinando su derrota, hasta que –desesperados- traen desde el exterior un tirador solitario que propicia una verdadera masacre en la Plaza. Como es habitual en su accionar político, los medios de la derecha imperialista, terminaron acusando al propio Chávez de sus crímenes ejecutados. Dos muertos y una docena de heridos, fue el resultado de aquel macabro plan, en que la mano de la CIA se hizo inocultable. Aún no levantaban las víctimas del lugar en que resultaron baleadas, y ya Globovisión, colocaba en pantalla un video editado en que aparecía el supuesto solitario pistolero al lado de Freddy Bernal. Esa era la supuesta prueba, tal cual hicieron el 11 de abril de 2002, para responsabilizar a Chávez de las muertes causadas, ahora en Altamira. No eran tiempos de fake news sino de algo peor: Globovisión. La propia maquinaria goebeliana de crear mentiras y presentarlas en la pantalla de tv como verdades. Gouveia, traído –especialmente- desde el exterior para causar esa masacre, se encargaría de desmontar el show de los generales traidores. ¡El tiro les saldría por la culata!

Al autoproclamado de los nuevos tiempos, le espera el mismo camino de los generales de Altamira: el fracaso. Tal es, el pronóstico más realista. En esa perspectiva, no hay incertidumbre alguna. Los signos de los tiempos soplan a favor de Venezuela, y de su causa libertaria y patriótica. Einstein, sentenciaba: "Los grandes espíritus, siempre han encontrado la oposición violenta de las mentes mediocres".



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Henry Escalante


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