Después del golpe de estado contra el comandante Chávez en el 2002, observe que nuestro proceso revolucionario, tenía una debilidad notoria en el campo mediático, particularmente en las redes sociales que ya se perfilaba como el instrumento que sería utilizado por los laboratorios desestabilizadores del gobierno norteamericano para bombardear de basura la mente de muchos venezolanos en especial a los jóvenes con poca formación política y sin arraigo en los sentimientos patrios.

Esa apreciación del poder mediático con el que contaría la oposición para su segunda etapa conspirativa, me llevó a formular algunas sugerencias a las instancias del gobierno que han manejado la política comunicacional, las cuales por supuesto fueron desatendidas por los eruditos del ministerio de comunicación, dejando huérfano a la revolución de una plataforma tecnológica capaz de resistir y contraatacar en tiempo real la campaña de desinformación y promulgación de falsos positivos con los cuales lograron envenenar la mente de mucha gente que sin razón alguna terminaron odiando al comandante Chávez y al mismo proceso de inclusión social que impulsaba su gobierno.

Todavía sostengo que es un error estratégico de quienes dentro del gobierno consideran que ampliando la participación de los organismos del estado en los medios de comunicación existentes y creando emisoras comunitarias, era suficiente para dar la pelea comunicacional contra los canales de televisión, medios impresos y circuitos radiales que han comulgado con los factores de la oposición.

El tiempo ha demostrado que ese criterio obsoleto y periclitado como decía el padre de la democracia represiva Rómulo Betancourt, no cala en estos tiempos, donde el espacio radioeléctrico y televisivo ha sido superado abiertamente por la tecnología del internet.

Preocupado por la falta de visión estratégica de los tecnólogos comunicacionales, acudí a esta página de APORREA para publicar el artículo que titulé GUERRA EN LAS NUBES, que contó con una importante lectura a nivel mundial. En dicho artículo resalte y ubique donde realmente se estaría dando la batalla informativa y comunicacional de estos tiempos.

Para los que hoy saben mucho más que yo del manejo de las redes sociales, conocen que el escenario donde se da el combate mediático de las redes sociales es en las nubes. Espacio donde predomina quien tenga mayor capacidad de tecnología instalada.

Para el momento que hice el planteamiento solicitando al gobierno que instalará una plataforma superior a la 2.0 que estaba utilizando la oposición direccionada desde territorio norteamericano, ya nos estaban dando una paliza a través de las redes sociales.

El propio Comandante Chávez se vio obligado por la presión mediática de las redes sociales a crear ChávezCANDANGA, que sirvió mas de intercambio del presidente con el pueblo, pero no para confrontar en tiempo real la guerra mediática de la oposición.

No haber accedido el gobierno en aquel momento a instalar la plataforma 3.0, nos tiene hoy bien comprometido frente a la feroz campaña mediática de todos los gobiernos que hacen causa común con el gobierno de los Estados Unidos para agredir a Venezuela.

De haberse asumido la instalación de una plataforma 3.0 al costo me imagino infinitamente inferiores a los que hoy tiene , estaríamos a la vanguardia en tecnología mediática y con un poderoso instrumento de defensa de la revolución.

Para demostrar de manera sencilla la diferencia que hay entre una plataforma y otra, voy a poner un ejemplo de fácil entender. El contenido de todo el material que sale de los laboratorios de guerra mediática que lanza el gobierno de USA contra Venezuela sube a las nubes y de allí se desplaza por las redes sociales hacia todos los usuarios de las mismas. La supremacía de uno sobre el otro lo determina el que tenga mayor capacidad de tecnología instalada con la que puede atacar y a la vez defenderse en tiempo real de los ataques del contrario.

Esa es la razón por la que nos apabullan en las redes sociales, algo así como si nosotros nos vamos a confrontar en el aire con EE UU llevando un escuadrón de aviones contra un escuadrón de f 16.

Por lo tanto ya la guerra no será en las nubes, toda vez que el incesante bombardeo mediático hacia la población venezolana surtió su efecto en la mente de muchos venezolanos que sin justificación lógica ni real, están pidiendo una intervención militar hacia su propio país que los vio nacer.

Se dan cuenta el porqué era necesario blindar nuestro proceso revolucionario desde un principio con un instrumento mediático haciendo uso de la más calificada tecnología, que nos permitiera impedir en tiempo real el ataque inclemente a que fue sometida nuestra población hasta convertir a una porción de venezolanos en enemigos de su propia patria.

A pesar de la aberrante actitud de algunos venezolanos, la mayoría está en desacuerdo con una invasión o intervención militar en nuestro territorio, sin embargo si vienen Dios no lo quiera, "cada calle será una trinchera y cada ventana un franco tirador".