Pasan de aterrorizar psicológicamente previo a una acción, a ser actores de presión. De exaltados a deprimidos, pero ocasionan luto colateral al negocio de un concierto hollywoodense internacional. "Mendigos marca Acme Op-V", van deambulando por el orbe rogando los reconozcan "legítimos", intentando sumar gobernantes que acepten la estrategia de robarle dinero al gobierno oficial venezolano. Admiten que esperan más órdenes de la Casa Blanca, superado otro "plazo final" de película tragicómica, contra una administración legalmente electa. Triste espectáculo desconsiderado y fatal con las familias de las escasas pero igual de lamentable víctimas mortales, y de quienes resultan heridos.
Entretanto se dan vida regalada directivos pedigüeños de ayuda numismática, integrantes de algo así como "Chulos C A" conformando un poder gitano, ejecutivo y judicial paralelo, integrado por hijos de la gran política capitalista salvaje, a disposición de sus amos que despachan en al norte del continente. En la historia de esta parte del globo terráqueo jamás había ocurrido algo parecido, presidentes con minúscula e individuos excesivamente lamebotas, vendiendo su conciencia. No parecen venezolanos herederos de la hidalguía patria, los que apoyan extranjeros injerencistas, pesaroso ver mujeres y hombres sin respeto al orgulloso pasado emancipador nuestro.
Uno de sus directivos, joven tachirense de barba pirata y apellido Pizarro, declaró que vendría una nueva etapa de presión luego del 23. admitiendo el paso de otra fecha prometida y encumbrada en medos para consumo mundial, cual "lucha contra la dictadura de Maduro...". La circunstancia pasa de balas verbales destempladas y ridículamente repetitivas, a una virulenta demostración más de pasos adelante, hacia el vacío o abismo, que de presión prometida, los deja sempiternamente de-sesperados y de-primidos, con manifiesta de-sazón, que les altera la salud y la razón.
Convencer a oficiales hace tiempo pasados al lado de la oposición dolarizada, no da nota sino alegría fugaz de ser noticia, y aceptar el terrorismo de 2 sargentos de la GNB, que hurtaron dos tanquetas de seguridad en un puente fronterizo, y huyeron a Colombia intentando un falso positivo de enfrentamiento, que dejó herida una fotógrafa chilena testigo de la barbarie opositora. O los terroristas que en Bolívar mataron 3 indígenas, balas que no son de uso por nuestra Guardia Nacional Bolivariana. La misma histórica pregunta cierra este comentario. ¿Será que la impunidad prolongada de los aterradores, busca la detención de figuras creadas pese a ser monigotes de paso, para el relato novelesco de "la dictadura en Venezuela"?
