Diálogo sería una gran solución, pero frente a las circunstancias no creo que funcione

1.- "Diálogo" es una palabra derivada del Latín pero en realidad su origen está contenido en las dos raíces griegas que forman la palabra: Dia que significa a través o por medio de y logos que se refiere concretamente a una idea o tratado, es decir la materia objeto de estudio. Como puede verse la palabra diálogo contempla expresamente comunicación, para mí únicamente que entre dos personas o entes, aunque algunos autores consideran que puede existir un diálogo entre más de dos interlocutores.

La dinámica política venezolana para la solución de problemas y diferencias, se ha focalizado durante los últimos tiempos en la realización de un diálogo entre el Chavismo concentrado en su partido PSUV, además del ejercicio del poder durante 2 décadas y una Oposición por momentos unificada ante circunstancias electorales, y en otros, en total desbandada, como ahora, especialmente luego de las elecciones presidenciales del 20/05/18 y la toma de Nicolás Maduro el 10 de enero pasado, como inicio de un nuevo período presidencial, aunada a la adopción por parte de su dirigencia de una posición aparentemente sin base y por demás tardía, de desconocimiento de los resultados electorales que designaron a Nicolás Maduro presidente para el período 2019 a 2025, sin haber realizado ninguna diligencia con miras a impugnar los resultados electorales, cuyas auditorías fueron convalidadas en su momento por todos los partidos de Oposición que participaron, especialmente la representación del candidato Henry Falcón quien llegó de segundo en el proceso.

2.- Se ha dado en calificar al diálogo nacional como que debe ser especialmente sincero y veraz, para que con base a esa realidad pueda llegarse a convenimientos, que reduzcan las tensiones políticas y contribuyan a alcanzar un clima de tranquilidad y sosiego que permitan enrumbar la economía en un camino de prosperidad; no obstante aquí comienzan los problemas que me hacen dudar del éxito de las conversaciones, que aunque parezca imaginario, las oposiciones que yo tenga conocimiento, por razones más que obvias, nunca han deseado el éxito de la fracción gobernante, y por esta razón esconden las críticas a errores y defectos en la Administración, que pudieran ser constructivas, ya que racionalmente consideran que un fracaso administrativo conlleva la derrota en las siguientes elecciones y en consecuencia no estarían dispuestos a mencionarlas y menos a recomendar su solución.

Por otro lado la falta de personalidad y carácter de la representación que eventualmente pudiere presentar como dialogante válido, trae a colación lo difícil que sería llegar a la firma final de lo acordado, lo demuestra el resultado de las conversaciones en Santo Domingo, República Dominicana, donde increíblemente se había alcanzado un acuerdo sobre los puntos en mesa y a última hora por imposición externa, el Jefe de la representación de la Oposición, que describo usando una frase coloquial que define el fin abrupto de un juego, negociación etc., dando la clásica "patada a la mesa" terminó de un tajo, meses de diálogo y arreglos ya alcanzados.

En el caso venezolano esta posición ilógica es más que notoria, porque aunque al Chavismo se le pueda acusar de numerosas fallas, que sería electoramente explotables, el no reconocimiento en estos 20 años de ejercicio del poder ni un solo acierto en: Salubridad, Educación, Cultura, Alfabetización, Viviendas de interés Social y algo más que pudiera quedarse, demuestra la posición de intransigencia que adoptarían en caso de llegarse al esperado diálogo, el cual parecería convertirse en conversaciones pugnaces que terminen en discusiones sibilinas y sin ninguna concreción.

Para terminar la idea les recuerdo que, el Oficialismo cada vez que habla de diálogo menciona y con sobradas razones que será abierto y dentro del contenido de la Constitución, lo cual visto superficialmente no tendría nada de raro y parecería completamente normal, pero pueden estar seguros que el Oficialismo considerara inaceptable la solicitud cardinal de la Oposición: la "Renuncia de Maduro" y un Gobierno de transición para llegar nuevas elecciones, exigencia que para el Gobierno estará absolutamente fuera de la Constitución ya que echaría al cesto de los papeles las 4 elecciones últimamente realizadas dentro de los extremos de ley y sin una sola impugnación.

3.- Como se desprende del significado de la palabra "diálogo" para que exista un diálogo es indispensable la presencia de dos dialogantes, que expongan y resalten las diferencias en sus puntos de vista, para que mediante el intercambio de ideas, del análisis de los pro y los contras, quizá se pueda llegar a un punto intermedio que alcance el avenimiento deseado y esperado, pero esta premisa absolutamente aceptable, muestra otro punto que hace muy difícil por no decir insalvable en el Diálogo Nacional, pues parece que sólo habrá un interlocutor válido, es decir la representación del oficialismo, porque desafortunadamente dentro del bando oposicionista no aparece ninguna organización que pueda arrogarse la posición dialogante del sector contrario al Gobierno.

Tan grave como la ausencia de organizaciones que puedan representar de manera válida y convincente al sector de oposición, surge la casi absoluta ausencia de algún ciudadano ubicado en cualquiera de las organizaciones que hacen vida en el oposicionismo venezolano, que a la vez, que reciba confianza de la mayoría de los grupos de oposición, tenga estatura intelectual suficiente para ganarse un apoyo indubitable con el fin de sostener conversaciones que seguramente serán pugnaces, pero con ánimo de llegar a avenimientos. Debo mencionar que no se vislumbra dentro de los restos de la Oposición que formara la MUD, ningún personero que reúna estas cualidades de aceptación general, capacidad discursiva y confianza ilimitada en su gestión.

Los últimos acontecimientos que se han desarrollado desde el 10/01, han dejado claro que la Oposición se encuentra sin líderes; la demostración más patente es el hecho de haber designado como su máximo representante, a través de un organismo multipartidista como la Asamblea, al desconocido diputado, Juan Guaidó que, en las elecciones Regionales para Gobernadores, perdió por abrumadora diferencia la Gobernación del Estado Vargas, y ahora lo propusieron como Presidente Provisional de la República, que cachaza y descomunal despropósito.

Parece que la aceptación de tal proposición por parte de Juan Guaidó, fue producto de su limitado conocimiento de los hechos políticos y que consideró en muestra inequívoca de sobre auto estima personal y quizá megalomanía, que era por su capacidad que le daban paso para la Presidencia de la Asamblea los caimacanes de la Oposición como: William Dávila, Omar Barboza, Henry Ramos Allup, etc., y no que era la forma de quitarse esa responsabilidad y salir del impasse, con posibles consecuencias negativas que pudieran afectarlos, como ocurre en la actualidad con el sub júdice evadido y en fuga, pretendido Presidente Provisional, por una serie de delitos, inherentes a su posición fallida, entre los que sobresale, producto de su estulticia, la solicitud de intervención militar sobre Venezuela, delito que lo invalida per sécula a los ojos de los venezolanos de bien, Gobierno y Oposición, como político apátrida traidor, y casi como ciudadano venezolano.



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Edgar Valero Díaz

Ingeniero Agrónomo.

 edgarvalerodiaz@gmail.com

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