De autoproclamados y otras excentricidades

Sin duda, que a Trump le debemos el haber puesto de moda el término "autoproclamado". Muchas tentaciones abrió con su aprobación al dictadorzuelo venezolano, autoproclamado en una calle del este de Caracas, más light no podía ser. Auto juramentarse en una vía pública, y ser reconocido casi que instantáneamente como "presidente" por el emperador estadounidense y sus doce colonias del sur. Trump, en su excentricidad, superó a Calígula, quien no escatimó vergüenzas al designar a su caballo Incitatus como Cónsul, siendo ese el más alto cargo de la magistratura de la República imperial romana. Con ese gesto, le expresaba a su animal favorito cuánto le amaba. Por ello, entendemos a Mr. Trump, quien en distintas oportunidades ha manifestado estar preocupado por Venezuela, y como gesto de amor a ese pueblo ha sido reiterativo en su intención de bombardearlos y destruirlos, como acto de sublime amor y hasta les designó un cónsul autoproclamado, su propio Incitatus para que el pueblo venezolano se vanaglorie de tan digno animal. Si bien, algunos historiadores, refieren que el gesto de Calígula tenía como objetivo ridiculizar a los cónsules, representantes de la aristocracia romana que no le veía con buenos ojos, debido a sus excentricidades, y una forma de ridiculizarlos sería colocarlos al nivel de su caballo. "Qué felicidad… debió ser la de vivir bajo el auspicioso reinado del emperador Calígula, quien se hacía merecedor de tan grandes honores allá donde iba, y que hizo gala de una preocupación tan paternal a la hora de llevar la felicidad a su pueblo, que hizo a su caballo ministro del Estado", manifestó el Primer Ministro de Gran Bretaña, Robert Walpole, quien el 28 de enero de 1742 había perdido la votación de una moción de confianza en el parlamento. Calígula, dormía con Incitatus y decretaba silencio general, y el que despertase a su caballo le sometía a la pena de muerte. Era esa, la debilidad del terrible emperador, que no aceptaba le contradijeran los senadores, y aquellos que se atrevieron, ordenó les rebanaran el cuello y los marcaran con hierro caliente. Actos criminales, que disfrutaba mientras comía, serenamente.

Los sacerdotes, se han autoproclamados como la representación de Dios en la tierra. "Todo el pueblo cristiano es sacerdotal, pues tiene por cabeza a Cristo Sacerdote, y está destinado a promover la gloria de Dios y la salvación de los hombres, haciendo de sus propias vidas una ofrenda permanente. Pero quiso el Señor instituir un especial sacramento [el del Orden] con el que los presbíteros, por la unción del Espíritu Santo, quedan sellados con un carácter particular, y así se configuran con Cristo sacerdote, de suerte que puedan obrar como en persona de Cristo cabeza" (Vat.II, PO 2c). Que el sacerdote representa a Cristo en la eucaristía, y que obra en su persona, en su nombre, es algo cierto en la fe. Las oraciones eucarísticas presidenciales, las que reza el sacerdote solo, son oraciones. La iglesia representativa, hoy en día es condenada por los pueblos del mundo por sus crímenes, sus abusos sexuales contra inocentes niños y niñas. El pueblo cristiano, reclama una iglesia más democrática y participativa, menos representativa y sin autoproclamados que en el nombre de Dios fueron capaces de enarbolar la Inquisición, Invadir la América y concretar el mayor genocidio de toda la historia de la humanidad, donde vivían un estimado de 12 millones de indios nativos, y bajo el signo de la cruz, los invasores asesinaron un estimado de 6 millones de ellos y ellas, para expropiarles su oro, su plata y sus tierras. En Venezuela, todas las conspiraciones contra la Democracia venezolana, han contado con la bendición de "dios". Toda intentona de golpe de Estado, ha contado con las bendiciones y las palabras de aliento de la élite del sacerdocio venezolano. En nombre de Dios, llaman a la muerte y a la guerra. De autoproclamados, están repletas las calderas del infierno.

La literatura no está exenta de autoproclamados. En su obra: "El mal menor", Maruan Soto Antaki nos cuenta la historia de Joshua Abraham Norton I, quien se autoproclamó como Emperador de los Estados Unidos y luego, protector de México, a finales del siglo XIX. Era un empresario, venido a menos, quien se atrevió a desafiar los poderes establecidos en Washington. En la obra de ficción, el auto proclamado regirá un reinado caracterizado por la corrupción y los abusos de poder, en gobernanza conjunta con los terratenientes y oligarcas del reino. Antaki, en su obra, desnuda la realidad mexicana tal cual se manifiesta públicamente.

El Padre Libertador, Simón Bolívar, no enfrentó situaciones de autoproclamaciones contra su liderazgo, no exento de traiciones. No obstante, en su caracterización del pueblo venezolano de su tiempo, tenía bien claro que: "Nuestro principal problema es la anarquía de nuestros políticos, de nuestro ejército, de nuestra iglesia, de nuestros comerciantes y hasta de nuestro pueblo… Cada quién cree tener la solución, cada quién quiere ser un líder y desde el primer momento, cada quién enfrenta al contrario; es decir, cada quién quiere hacer una cosa distinta y adopta posiciones antípodas sin causa aparente y sin importar la voluntad de la mayoría…" El Comandante Presidente Hugo Chávez, tampoco sufrió del mal de las autoproclamaciones, por ello y previendo le ocurriera algo en ese sentido, un 8 de diciembre de 2012, en mensaje transmitido en cadena nacional de radio y tv designa al entonces vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, como su sucesor y le solicita al pueblo venezolano que le brinde todo su apoyo, y le elija presidente si le ocurriera algo, como en efecto le ocurrió, y el pueblo en los siguientes 30 días a su muerte –como ordena la Constitución- le elige Presidente de la República. ¿Qué hubiese ocurrido si el Comandante Chávez, no hubiese tomado tal previsión? Los hechos actuales, nos confirman que se hubiesen autoproclamados diversos candidatos "en el nombre de Chávez", un tal Giordani, otro tal Ramírez y hasta otro tal Navarro, en fin, el presidente electo en 2013 –sin duda- hubiese sido un tal Capriles, en vez de Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana; hoy, tan solo sería un recuerdo. La República Bolivariana de Venezuela y su avanzada Constitución, no existirían y el FMI regiría los destinos económicos de la Nación. Los derechos y garantías sociales, que ha disfrutado este pueblo serían solo recuerdos de un pasado que no volverá. Por estos tiempos, tan solo se hablaría de privatizaciones, despidos masivos y entrega del país a los dictámenes de Trump.

La historia de los autoproclamados, es también la historia de los traidores vendidos al mejor postor. Incitatus, era un animal inconsciente de las excentricidades y crueldades de su amo Calígula. La historia de Guaidó, no es para nada distinta de Incitatus, aunque este autoproclamado pueda ser consciente de las crueldades de su amo Trump, en contra de la vida de los venezolanos y venezolanas, privándolos de alimentos, medicinas y demás bienes fundamentales. Incitatus, en su inconciencia propia de los animales, brindaba al pueblo romano la virtud del espectáculo de las carreras de caballos, llevaba alegría y distracción al pueblo romano. Eran tiempos en que la estabilidad del imperio dependía en mucho del mundo del espectáculo. Guaidó, solo ha traído el incremento de la crueldad imperial en contra del pueblo venezolano. Ha resultado ser, una obra de teatro muy mal montada en tiempos en que el reinado de Trump, se desliza en el abismo del descontento general del pueblo estadounidense, hastiado de las guerras imperiales por petróleo, inundado de pobreza, y tiempos en que la droga que les surte su colonia del sur: Colombia, ya poco calma la ansiedad de cambio de ese gran pueblo del norte, que son los Estados Unidos…



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Henry Escalante


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