De vez en cuando se asoma un rumor según el cual, el Gobierno revolucionario bloquea medios digitales e, incluso, redes sociales, en detrimento de libertad de expresión.
Y estoy convencido que el conductor de victorias, Nicolás Maduro Moros, no censura periódicos en internet y mucho menos condiciona Twitter, Facebook, Instagram, Whast App, entre otros medios.
No lo creo porque, desde el Gigante Chávez, en Venezuela se estimula la libertad de expresión y la creación de medios alternativos y esa decisión se mantiene con el presidente Maduro.
De hecho, el conductor de victorias, propuso recientemente la creación de grupos en Whast App, para mantener a la gente informada acerca de los esfuerzos que hace el Gobierno, para combatir y dominar la guerra eléctrica en Venezuela. Y ese debe ser el camino.
Debemos, además, aprovechar medios como Aporrea, para informar de los avances de la revolución, para decir nuestras verdades; por este medio lo hacen personas de comprobada fibra revolucionaria. He visto a Elías Jaua expresándose, haciendo propuestas, a Dante Rivas publicando acciones a tomar dentro del marco de su gestión revolucionaria. A Luis Britto Garcia con sus lecciones, propuestas, consejos a Roberto Hernández Montoya con sus agudos análisis, a Roberto Malaver con su humor caracteríatico. A Eduardo Rothe, en fin...
Ah que hay muchos críticos y detractores del Gobierno, es cierto, pero vamos a enfrentarlos y la única manera de hacerlo es expresando nosotros como chavistas nuestros puntos de vista, nuestra verdad. No se puede imaginar nadie que la única manera de combatir las mentiras en contra de Maduro y la revolución es bloqueando medios digitales y redes sociales.
La libertad de expresión en Venezuela la censura y la bloquean personajes siniestros como Luis Almagro, por ejemplo, que a la información de la falsa desaparición de Amanda, enseguida comenzó a responsabilizar al Gobierno de Maduro.
Y no me trago la versión de muchos de la solidaridad automática. La solidaridad automática presupone algo si se quiere de ingenuidad. Y la oposición mediática golpista en Venezuela y el mundo, lo que menos tiene es ingenuidad. Y cuando les desmantelan sus mentiras, buscan, por lo menos, dejar la duda, sembrar confusión.