Mucho se había tardado el madurismo como régimen neototalltario y violador de derechos humanos en proceder con mi destitución como docente del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE).

En efecto, no sólo es que pertenecí a tal ministerio desde 2005, y soy parte de la administración pública desde 2001, sin obviar que la Ley Orgánica de Educación (LOE) me reconoce hasta un máximo de seis años de ejercicio docente en instituciones privadas, lo cual suma un total de 25 años ininterrumpidos, que además tiene otro incremento en tiempo de servicio, en virtud de que han sido realizados en el estado Nueva Esparta, lo cual me otorga el beneficio de insularidad, razón por la cual, la violación laboral que ha ordenado el ministrillo Aristóbulo Istúriz en mi contra, desconoce prácticamente 30 años de ejercicio docente.

Durante los últimos seis años son públicas y notorias nuestras posiciones en contra de la neodictadura. Hemos defendido hasta donde nuestras fuerzas nos han alcanzado todos los desmanes que este régimen ha realizado contra los venezolanos. Nuestra voz ha denunciado la corrupción, la negligencia, los presos políticos, la destrucción de las instituciones y las empresas del Estado, la depauperación de la educación y la salud, el colapso de los servicios públicos, la hiperinflación, los míseros salarios, el hambre, la criminalidad, y el hecho de una perversión política que usurpa Miraflores acabando con lo que fue la nación más rica de América Latina.

Como docente quienes conocen nuestra trayectoria profesional, académica y humana saben que toda mi vida he vivido con modestia y muchas limitaciones. Desde muy joven fui víctima de una extraña enfermedad visual, por la cual irónicamente algunos maduristas quisieron llamarme "ciego", y fue a partir de esa pretendida descalificación que hicimos de esa frase nuestro colofón en cada artículo.

En tal sentido, no me avergüenza para nada decir que desde los 19 años he tenido una visión al 50% sólo ampliada por nuestro ojo derecho. Otros han querido burlarse de mí por una condición epiléptica que también he sufrido desde que era niño, y que nos mantuvo en coma por 15 días con apenas 6 años en un hospital caraqueño, y que en los últimos tres años se ha agravado porque carezco de los medicamentos anticonvulsivos, y porque si los encuentro, resultan sumamente costosos, o mejor dicho, imposibles de cubrir con un salario que apenas si rondaba los ocho dólares mensuales.

No obstante, a pesar de esas dificultades, he logrado con el apoyo de gente muy valiosa en lo humano, y con diversos apoyos económicos en momentos muy puntuales de mi vida afrontar varios escenarios de lucha. Trabajando como personal de seguridad de hoteles y clínicas – vigilante – logré obtener tres pregrados. Uno en administración, y dos licenciaturas en educación de manera simultánea, una en Ciencias Sociales y otra en Lengua, ambos como egresado de la Universidad Nacional Abierta (UNA). Posteriormente, logramos un título de Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano en la Universidad de Oriente (UDO), y por último, obtuve el título de Doctor en Educación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), cuya tesis llevó como título: La regeneración del pensar y las texturas del pensamiento generadas por la epistemología de la trans-onto´-complejidad, que además ganó un concurso de credenciales entre varias investigaciones doctorales y fue publicada por una importante editorial en Europa (2017) [1].

Ignoro, si Aristóbulo Istúriz junto con sus asesores(as) maduristas, así como jefes y jefas de zonas educativas, puedan tener una tesis doctoral con tales credenciales académicas, además que sería bueno saber si alguno de ellos, tiene artículos arbitrados por diversas investigaciones que hayan sido traducidos al inglés y ruso como materiales de discusión académica en las universidades más importantes de Rusia, así como haber sido privilegiado con la publicación de tales trabajos en los portales y bibliotecas digitales de ese país [2], que por cierto, el madurismo menciona como su aliado. O sea, supongo que los rusos terminarán siendo en cualquier momento unos traidores por tener en sus bibliotecas y espacios académicos, escritos de mi labor como docente e investigador.

Lo que el MPPE ha hecho en mi contra lo ha realizado en perjuicio de aproximadamente unos 700 mil docentes - entre activos y jubilados - a quienes han desconocido la contratación colectiva, y los han sometido a percibir esos miserables ingresos, que apenas sí permiten comer uno o dos días como máximo, todo ello envuelto con una destrucción educativa sin precedentes, en donde nuestros niños y adolescentes son las principales víctimas de la barbarie madurista, y por quienes hemos trabajado a lo largo de toda nuestra vida profesional, incluso con funciones como presidente del extinto Consejo Estadal de Derechos del Niño y Adolescente de Nueva Esparta (2004) del cual fuimos parte por elección popular.

Seguramente para los maduristas en lo sucesivo no voy a dormir por los ingresos y beneficios que "he perdido" por un régimen que ha implantado la neoesclavitud del siglo XXI en nombre del "socialismo". Es posible. A lo mejor cuando no haya luz en mi casa en las noches por venir, despierte con pesadillas que seguramente harán recordar la madre de quienes piensan que con destituirme del MPPE saldrán ilesos de usurpar el poder en Miraflores.

Los ocho dólares mensuales que el MPPE me ha despojado de mi cuenta bancaria, sin obviar que jamás reconocieron mis credenciales universitarias para desconocerme derechos laborales de clasificación docente, así como los respectivos, aunque menguados ingresos de ley, sugiero que si encuentran efectivo, los cambien por billetes de nomenclatura de dos bolívares, y con ellos, ante la escasez de papel higiénico puedan limpiarse la bazofia política que les contamina la retaguardia no sólo ante una ilegal y arbitraria destitución laboral, sino para que también se limpien lo que les queda de aromas con azufre mientras usurpan el poder, porque lo que les quedaba de vanguardia hace tiempo lo perdieron, al tener contaminadas y putrefactas tanto la conciencia, así como el alma, si es que alguna vez las tuvieron. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

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¹ https://twitter.com/jvivassantana/status/1115761024051838977