Urgente y oportuno desarrollar en todo el país una campaña de información veraz, dirigida a la aplicación masiva y justa de la Ley que condena el odio social; así se refuerza el respaldo legal para sancionar a quienes incitan a delinquir, según nuestro Código Penal. Las manifestaciones ínfimas protagonizadas por radicales de la violencia callejera y cobardes guarimberos del teclado en redes sociales, deben tener respuesta en honor al decoro nacional, para evitar la anarquía impulsada por factores venales, capaces de destruir, quemar, asesinar y fugarse al exterior, con la excusa de una presunta persecución política de "la dictadura" en Venezuela, engaño fabricado mediáticamente al mundo, noticiando falsamente acerca de Venezuela, su gobierno y la vida diaria.
Incapaces de conquistar la conciencia del colectivo mayoritario, derrotados en el 90% de las elecciones en los últimos 21 años, han perdido el tiempo apelando a descalificar al adversario bolivariano chavista, cegados por la ira que destilan e impulsan con apoyo de medios de agitación, entregados desde el periodismo a factores del capitalismo, haciendo creer que la soberanía está de más. Les parece válido y moral el cuanto hay p'a eso y el estilo de vida dispuesto a vender conciencias a cambio de mejoras económicas. El dinero los hace cultos, inteligentes y emprendedores..., con licencia para descalificar y matar a las clases de menores recursos. El consuelo opositor queda plasmado en modernos selfies, que irán al abandono como las antiguas fotografías llamadas photo matón. Un peligroso show, con la desgracia insensible de sus provocadores que igual a lo sucedido antes varias veces, no justifican el dolor y luto.
Quienes espolean la escoria de multitudes inducidas al odio, vuelven a quedar en el degredo conductual, luego del intento subversivo en el este de Caracas el 30 de Abril 2019. Ni la mediática internacional perdona la desorganización evidenciada, reciben críticas a granel procedentes del colectivo honesto, y también son reconvenidos por comunicadores sociales que en TV, periódicos y estaciones de radio han sido aliados en la estrategia global opositora. Falsas noticias, fotos y videos que no corresponden a lo sucedido en Caracas, y el descaro de no informar que no hubo rebelión en el campo socialista cívico militar mayoritario del país, son prueba elocuente, aunada a la realidad y orgullo de una nueva reacción popular del bravo pueblo pacífico y bolivariano.