Desde el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez, 1.958, el partido adeco, Social Demócrata, Acción Democrática, AD, y el copeyano, Social Cristiano, Comité de Organización Política Electoral Independiente, COPEI, (que de social, democrático y cristiano tenían poco) mantuvieron un control político absoluto del país. En el decenio de los ochenta, Venezuela experimenta los primeros signos de su colapso económico y consecuencialmente comienza a subir los niveles de pobreza en la población de clase media y de miseria en la clase baja.
En febrero de 1.983, gobierno copeyano, se produce en Venezuela el fatídico viernes negro y comienza la devaluación de nuestro signo monetario, lo que trae un profundo estremecimiento social y económico; y la poca esperanza que quedaba en los altos dirigentes políticos adecopeyano sigue decayendo. En 1.989, gobierno adeco, la Secretaria Privada de la Presidencia, barragana del presidente, ejerce el máximo poder de decisión y el pueblo la ve inaugurando obras públicas, poner y quitar funcionarios de alto rango, ordenar la ascensión al grado inmediato superior a los militares de su preferencia, publicitar las frecuentes contribuciones a los jerarcas eclesiásticos, por cierto, esta mujer consigue le otorguen el título de abogada en una universidad de la cual su rector es un sacerdote, sin siquiera haber presentado el certificado legal de bachiller; pero el colmo de la insolencia de aquel gobierno fue otorgarle la más excelsa condecoración de la patria: ORDEN DEL LIBERTADOR.
En 1.989, gobierno adeco, se instituye el paquete económico aconsejado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, es entonces cuando el pueblo reacciona enérgicamente contra el aquel mandatario que, como candidato y presidente electo, había prometido justicia social y prosperidad para todos, y por eso vino EL CARACAZO; el peor incidente de violencia gubernamental en la historia contemporánea. Fue por todo aquello que a comienzo de la década del noventa, 4 de febrero de 1.992, se sublevan unos jóvenes militares contra el exceso de inmoralidad del gobierno, y al fracasar este intento por apoderarse del poder le dan la oportunidad al teniente coronel Hugo Chávez Frías para que por la televisión haga un llamado a sus compañeros; ese es el momento del POR AHORA y también donde se oye al valiente patriota responsabilizarse por la acción fallida.
En 1.996, (gobierno del máximo dirigente y fundador del partido COPEI, que después de haber perdido su liderazgo y la organización arrebatada por sus muchachos, los delfines, fundó un movimiento netamente electoral) y bajo la batuta del Ministro de Planificación Teodoro Petkoff, pone en vigencia lo que se bautizó como Agenda Venezuela; y se entonces acuña el petulante lema de “ESTAMOS MAL PERO VAMOS BIEN”. La Agenda Venezuela fue un platillo cocinado bajo la receta del F.M.I. y el B.M., basándose en: Incremento en los impuestos, liberación de las tasas de interés, disciplina del gasto público, etc., con la pretensión de restablecer el equilibrio macroeconómico de la nación, pero esos ingredientes resultaron muy indigestos y no tardaron en provocar una extraordinaria crisis en la que cierran 12 bancos y otras tantas instituciones de seguros; todas estas quiebras se producen después que FOGADE, por recomendación expresa del Ministro Petkoff, los auxiliara con miles de millones de bolívares.
El Pacto de Punto Fijo estaba acabando con Venezuela, la tenía al borde del desastre, pero en Diciembre de 1.998 el otrora soldado sublevado obtiene la confianza de la mayoría de los pobladores de este país, gana las elecciones presidenciales y rescata la patria. Y es por ese aliento de esperanza en el futuro que ayer, 3 de diciembre de 2.006, Chávez es reelecto presidente; reconociendo él el precepto enunciado por nuestro gran Simón Bolívar en carta al señor Martín Pueyrredón el 12 de Junio de 1.818: NO HE SIDO MÁS QUE UN DÉBIL INSTRUMENTO PUESTO EN ACCIÓN POR EL GRAN MOVIMIENTO DE MIS CONCIUDADANOS.
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