El gobierno madurista y la oposición venezolana están obligado por las presentes circunstancias a iniciar un proceso de diálogo y negociación, lo cual debieron haber hecho desde hace algún tiempo, pero que por tozudez han dejado pasar tiempo, al costo del padecimiento de la sociedad venezolana, bueno, en fin de cuentas, nunca es tarde, hoy se presenta la oportunidad en Oslo, Noruega, ocurre que ambos, oposición y gobierno van debilitados al Diálogo, en apariencia con el Gobierno más fortalecido, pero como afirmamos, ello es solo apariencia, es espejismo, la crisis eléctrica y lo de la escasez de gasolina tienen un efecto desbastador para el gobierno, y si le sumamos a ello el bloqueo financiero y petrolero, el rechazo de la mayoría de los gobiernos del hemisferio occidental al gobierno de Maduro, que son sus vecinos, además de la amenaza de intervención de la Quinta flota de la armada norte americana, ni les cuento pues; y en cuanto a la oposición venezolana se han anotado dos derrotas en menos de dos meses, una lo de la ayuda humanitaria (si o si) en la frontera con Colombia, intentona fallida, y la otra lo del intento frustrado de golpe de Estado, que al final resultó una maroma sin pie ni cabeza, que solo sirvió para sacar a Leopoldo López de su casa que la tenía como centro de reclusión, y cambiarla por su mudanza a la residencia del embajador de España, y la detención del Diputado Edgar Zambrano (AD) primer Vice-presidente de la AN, personaje que llegó el teatro de los acontecimientos del Distribuidor Altamira más perdido que "Caperucita Roja en el Vaticano", estos dos acontecimientos han mermado en buena parte la fortaleza que había adquirido Juan Guaido a partir de su auto proclamación en un mitin público al este de la ciudad de Caracas, Guaido obtuvo en un breve tiempo una alta popularidad (por encima del 70 % según varias encuestadoras), pero que como señalamos ha bajado sensiblemente después de sendas derrotas política y militar
Los radicales de ambos sectores se encargan del intento de saboteo del Diálogo, desacreditan a los negociadores y demonizan el proceso en sí, en el fondo el extremismo tanto de Izquierda como de Derecha alienta el escenario bélico, lo cual los nutre…, pero mala suerte para ellos el diálogo y la negociación al final del camino va, ojalá que sea sin muertos y más temprano que tarde para atenuar las precarias condiciones de vida de los venezolanos e iniciar la recuperación del país.
Los expertos en negociaciones de conflictos opinan que el mejor momento para una negociación es cuando una de las partes esta fuerte, cuando hay ventajas comparativas, pero ese libreto se le perdió a los clanes de Maduro y Guaido, y hoy ambos bandos van al dialogo disminuidos, un viejo adagio dice que "los mochos se juntan para rascarse", tal es el caso.
Una salida bélica a la crisis venezolana tendría un alto costo para los venezolanos en pérdida de vidas humanas y en daños materiales, y para los países intervinientes, en particular para Rusia que no está muy abollante económicamente que digamos, e incluso para los propios EEUU, también arrojaría pérdidas cuantiosas, indudablemente que mucho más económico sería un acuerdo Gobierno-Oposición, y de allí que la presión que ejercen desde la instancia internacional es notable; la diplomacia de micrófono de los representantes de Donald Trump y del Gobierno de Putin, dicen una cosa (amenazas bélicas ), pero los intereses y conveniencias de estos dos imperios van por otro lado, más allá de su preocupación por la democracia venezolana, prevalecen sus intereses económicos, petróleo, oro, hierro, coltan, agua, biodiversidad y otros.
Otra circunstancia que alienta al diálogo, es que un virtual acuerdo entre las partes podría traer como consecuencia atenuar la difícil situación que vivimos los venezolanos en el corto y mediano plazo, la oferta de la CAF y del Gobierno alemán para resolver tiempo récord la crisis eléctrica, y el eventual desbloqueo financiero y petrolero ipso facto por parte de EEUU y la UE una vez concretado un acuerdo honorable entre las partes, es una verdadera tentación, en caso de que ambos bandos piensen más en el pueblo que en sus intereses particulares en cuanto a hacerse o mantenerse en el poder.
La probabilidad de un acuerdo que pase por repetir las elecciones presidenciales previa recomposición del CNE, la habilitación de los partidos políticos proscritos, la liberación de los presos políticos, la elección parlamentaria de la AN y la disolución de la ANC, se percibe en el ambiente, y sin dudas que sería opción para Venezuela, antes las razones expuestas, Oslo es una esperanza.