Como era esperado, se acaba de concretar la nueva victoria bolivariana con el triunfo arrasador del comandante Hugo Chávez Frías a la reelección de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Sonoro y anunciado triunfo que responde a la consecuencia de una gestión gubernamental revolucionaria que en todo momento, y bajo cualquier circunstancia, siempre estuvo signada por el compromiso militante en aras del bienestar colectivo y del progreso de la nación venezolana.
Al cabo de 7 años de gobierno, superando dificultades diversas y adversidades de todo tipo, el proceso de cambio revolucionario ha arribado a una nueva etapa en el rumbo que tiene trazado por la transformación radical, profundo de la sociedad venezolana.
El resultado de la contienda electoral no abriga ninguna duda. Nuestro pueblo al votar mayoritariamente por la reelección del presidente Chávez optó, decidida y conscientemente, por la profundización de la acción revolucionaria que se viene desarrollando en el país. Durante la intensa campaña el candidato Chávez siempre fue enfático y categórico al caracterizar su esfuerzo redentor como enmarcado dentro de una línea estratégica orientada hacia la construcción de la vía venezolana al socialismo. Un socialismo originario, cristiano, humanista y solidario; sustentado en nuestras raíces, afianzado en la vocación histórica integracionista nuestramericana e inspirado en los aportes conceptuales de los teóricos socialistas de todo el mundo.
Es el socialismo para el siglo XXI, concebido como una gran creación colectiva, que fundamentándose en las experiencias históricas necesariamente las trasciende para darle cabida a nuevas reflexiones surgidas de las nuevas realidades que expresan al mundo contemporáneo. Es el socialismo que ha de anteponerse como modelo teórico pero más como sistema de vida al capitalismo transnacional en su etapa neoliberal.
Hay que avanzar en la experiencia de nuestro pueblo en el montaje de una nueva estructura económica y productiva en la que cada día tengan mayor cabida relaciones sociales caracterizadas por valores de solidaridad y de amor entre los hombres y mujeres que integran nuestra sociedad. Hay que avanzar en la organización social, en el fortalecimiento del poder popular y de los movimientos sociales; en la construcción de un nuevo Estado que no pretenda someter a la sociedad a su designio. En la consolidación de las Misiones. En la educación del pueblo y en el fomento de la diversidad cultural. Hay que avanzar en el diseño de una mayor consciencia ecológica y de defensa de los derechos humanos; en el impulso de la unión cívico militar y en la comprensión de la amenaza constante que implica la acechanza imperialista contra los anhelos libertarios, igualitarios e integracionistas de nuestro pueblo.
Asimismo, hay que declararle la guerra frontal, como lo ha señalado el comandante Chávez, al burocratismo y a la corrupción, dos flagelos que carcomen, en la cotidianidad de la vida social, las posibilidades ciertas de avanzar en la construcción de la nueva sociedad.
Y por supuesto, hay que avanzar en el diseño e impulso de un nuevo modelo comunicacional que además de permitir trascender el neoliberal existente establezca las bases de una real comunicación social, en la que el pueblo, visto en su acepción más amplia, se constituya en el actor fundamental del quehacer comunicacional. Democratizar la comunicación en esta nueva etapa de la vida del país, es un paso determinante, auténticamente revolucionario, para avanzar en la democratización de la sociedad, o lo que es lo mismo, para construir la sociedad socialista.
…Avancemos pues !!!
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