Insospechables de ser chavistas, ciudadanos que en actividades laborales viajan de EE UU a Venezuela y viceversa, no están de acuerdo con las sanciones económicas que nos han aplicado. En sus opiniones protestan, uno de ellos dijo "hasta cuándo nos asfixian, en cualquier país afecta a todos".
Un médico cardiólogo viaja frecuentemente por motivos laborales y académicos, e hizo énfasis en la dificultad para adquirir boletos tras las medidas del Gobierno de EE UU contra Venezuela, y acotó que cuando logra comprarlos, los precios son exorbitantes.
En la agencia noticiosa francesa AFP estiman que el embargo petrolero de los USA prohíbe venderle a Venezuela diluyentes para procesar el crudo pesado, lo que acentuó escasez de gasolina, situación por la cual culpabilizan a Maduro, pese a estar en camino de normalización total.
No debería existir racionamiento en un país petrolero, cierto, pero hubo 40 años de gobiernos demócrata representativos entregados a EE UU, que permitieron la posibilidad de asfixiarnos económicamente, si elegíamos una administración que dejara de ser modelo sirviente del imperio norteño.
Si se alegra por los apagones y el saboteo eléctrico y no duda de infelices explicaciones de la oposición, tenga sindéresis antes de abrir la boca y meter las extremidades inferiores. Examine su rabia anti socialista, da vergüenza entregarse al capitalismo salvaje que nos exprime deliberadamente.