Los corruptos que hayan hecho fortunas mal habidas, no pueden quedar impunes si se les comprueba. La revolución antiimperialista venezolana precisa no pasar a la historia dándole razones a la propaganda anticomunista, la que insufló el famoso británico Winston Churchil, que en una de sus frases ingeniosas, inventó irónicamente "ponga un comunista a administrar el Sahara, y al poco tiempo habrá escasez de arena". Tal mención se la oí a un comunicador venezolano en el programa de sus "verdades". Me deja que desear su "información y análisis", donde siempre incluye abierta o solapadamente solicitudes a que ayuden su publicación semanal. El proceder no es ilegal aunque sí interesada con disimulo.
Viéndolo citar a Churchill me pregunto por qué el comunicador tan acucioso no aclara por ejemplo, que el comunismo al cual combatió Churchill, tuvo mejor índice de vida en la URSS que el de EE UU, no recuerda y (es bastante mayorcito), que los rusos pusieron naves en órbita con la perra Laika, y luego el primer hombre y la primera mujer cosmonautas, antes que los USA. Fue ese fantasma del comunismo el que hizo responder al capitalismo estadounidense y europeo, con salvajes juegos sucios políticos contra la humanidad, que a la postre desarticuló a la URSS. Por sus artimañas el capitalismo ha caído tan bajo buscando mantener ambiciones nada ejemplares para el bienestar de la humanidad, mientras que por el contrario Rusia y China repuntan su socialismo.
Las corporaciones capitalistas obstaculizan noticias que refuercen el éxito chino que ha desbancado al mercantilista de acomodaticias democracias representativas, aliadas circunstanciales a dictaduras militares y civiles, especialmente en América (su patio trasero le dicen), para reflotar su fracaso internacional a la vista. En medio del silencio obligado en el "periodismo libre", suceden las migraciones de Asia y Africa hacia Europa, y las de Colombia, con el mayor índice de desplazados internos y externos, lo que deja al desnudo la inutilidad de los pro imperialistas a las órdenes de EE UU, con presidentes descarados, algunos impuestos con golpes parlamentarios.
