Señora Verónica Michelle Bachelet Jeria
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos
Señora Bachelet:
En cuanto al informe que usted presentó sobre los derechos humanos de su visita a Venezuela, no voy a responderle en los términos que lo hace la oposición terrorista venezolana cuando las situaciones les son adversas, mejor dicho, no voy a intentar incendiarla como es la costumbre de los golpistas en nuestro país, cuando no se complacen o no se hace su voluntad, de todas maneras, ya usted vivió, a través de las redes sociales, una buena ración de esa violencia desmedida a la cual hago referencia en su breve estancia en la Patria de Bolívar.
Permítame, sí, recordarle las graves acciones criminales cometidos por los bandoleros de las organizaciones hamponiles que fungen de partidos políticos en Venezuela como Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, entre otras, que usted no quiso ver en mi país y que está demostrado y comprobado que son las que siempre han dado al traste con los derechos humanos sin distingos de ideologías y partidos políticos, porque, usted, como yo, muy bien sabemos, que los delincuentes son delincuentes, y no hacen ninguna diferencia entre sus víctimas cuando atacan o deciden atacar cobardemente en función de sus intereses, tal como lo han hecho reiteradamente los facinerosos que lideran la oposición venezolana.
Y le digo "no quiso ver", porque una cosa es que la trate con el respeto en atención a su alta investidura y a su condición de mujer, y otra que me haga el ciego ante la verdad o los intereses con respecto de su visita a Venezuela, y que asume usted como política de larga trayectoria y distinguida funcionaria de las Naciones Unidas.
Pasaría por tonto, iluso, estúpido, si redacto esta misiva afirmando que usted vino a enterarse de la realidad de los derechos humanos en Venezuela, creyendo yo que no está al tanto de lo que ocurre en la Patria de Bolívar, cuando es obvio que usted, dos veces presidenta de Chile, debe conocer al dedillo, por lo menos, la situación de este continente con el imperio gringo ahora liderado por el psicópata Donald Trump, y cuatro de sus más grandes criminales: Mike Pence, Mike Pompeo, John Bolton y Elliot Abrams.
No quiero mencionarle la manera vergonzosa, humillante y deplorable como el expresidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, orgulloso y regocijado de ser un perrito faldero de colita alegre, ve el papel de los presidentes de Latinoamérica con respecto a Trump, porque no me gustan las comparaciones ni tampoco establecer ese tipo de relaciones cuando hay una dama de por medio, pero es obvio, que usted, al frente del gobierno chileno, vivió y compartió el rigor de ese hegemón asesino, que a punta de sangre y fuego se erige como el dueño del mundo y, en consecuencia, es el mayor violador de los derechos humanos del planeta que usted en su cargo de las Naciones Unidas, está para defender o facilitar los mecanismos de hacerlo defender.
Y no me refiero a saltarse una ley, obviarla, ignorarla, como hace el imperio norteamericano con frecuencia en la OEA y la ONU, cuando le viene en ganas o le conviene ¡no!, me refiero a la destrucción con bombas y misiles que ejecuta de pueblos enteros, al desmembramiento de comunidades, de familias, al descuartizamiento de hombres, mujeres, niñas y niños, de padres, hijos, hermanos.
Usted bien sabe señora Bachelet del daño que el imperio yanqui le ha causado a los países de la región, ahora con todas sus garras afincadas en Venezuela; quiere nuestros recursos, nuestras riquezas, quiere el país entero y, por obtenerlo, es capaz de lo peor, y los golpistas de las organizaciones terroristas Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, que usted conoce de sobra, se lo quieren entregar, como igual sabe que no se lo han entregado porque en Venezuela hay un pueblo revolucionario que no se arrodilla, un pueblo guerrero, con dignidad, que no está dispuesto a ceder un milímetro de la Patria que nos dejó Chávez.
Los gringos y esos apátridas que quieren entregarles el país, son los responsables del golpe de estado permanente en contra del gobierno revolucionario del presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros, del intento de magnicidio y no porque lo digo yo ¡no!, lo dice públicamente el propio Trump y sus asesinos que, a través de sus acciones criminales, son los grandes violadores de los derechos humanos en Venezuela como, repito, sabe usted, se yo, sabe el planeta.
Entiendo señora Bachelet que usted no sea simpatizante del proceso revolucionario que inició Chávez y que continúa el presidente Maduro basado en la paz y el amor, como yo no soy simpatizante de ese sistema imperial que se impone a sangre y fuego, a costillas del hambre y las penurias de los pueblos más débiles, pero eso es una cosa y otra tomar decisiones sesgadas por encima de la verdad, por encima de la realidad que tenemos delante de nuestros ojos y que es imposible ocultar.
Señora Bachelet, usted con intención o no, pero evidentemente del lado del hegemón más destructivo del mundo y de una oposición tan asesina como la venezolana, se opuso a ver:
1-. Las 163 muertes que ejecutaron los terroristas venezolanos en las guarimbas entre los años 2014 y 2017 con el apoyo de los gringos, de la oligarquía colombiana y de todos los presidentes de los países del Grupo de Lima.
2-. Los llamados a los jóvenes, incluso, menores de edad, para que se pusieran al freten de las manifestaciones con el argumento de que eran marchas pacíficas; y después provocaban enfrenamientos con el fin de que los asesinaran y, en efecto, cayeron muchos.
3-. Las pruebas de que la oposición perversa drogaba y les pagaban a los jóvenes, para que asistieran a las manifestaciones, y arremetieran contra los funcionarios de la Policía Nacional y de la Guardia Nacional Bolivariana.
4-. Los videos de las manifestaciones convocadas por la oposición terrorista, en las que le lanzaban prendas íntimas femeninas y les gritaban cualquier ofensa a los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
5-. Las imágenes del asesinato de Orlando Figuera envuelto en llamas que, pese al cerco mediático nacional e internacional, le dieron la vuelta al mundo.
6-. Las guayas que la oposición asesina colocaba a mitad de la vía a un metro de altura, para que se degollaran los motorizados. Macabra idea de un militar golpista que terminó ganándose el remoquete de "El General Guayas".
7-. El ataque con bombas a un hospital materno cuyas madres estuvieron a punto de morir asfixiadas junto a sus bebés, y otra acción similar ejecutada contra un kínder en Caracas, que por fortuna se logró evacuar a tiempo y los niños resultaron ilesos.
8-. El ecocidio más grandes que se haya producido contra país alguno. Los terroristas o "guarimberos" cortaron con sierras los árboles del ornato pública, para trancar las vías de las ciudades y originar caos.
9-. Los golpistas o terroristas quemando buses, para que la gente quedara sin transporte público.
10-. El golpe de estado que intentó un magnicidio en contra del presidente Nicolás Maduro y su entorno, durante un desfile militar en Caracas.
11-. Las medidas económicas que, tras petición de los líderes golpistas de VP, PJ, UNT y AD, impuso el imperio norteamericano en contra del pueblo de Venezuela.
12-. La inflación inducida por una guerra económica que devora el poder adquisitivo de los venezolanos, con el objetivo firme de doblegarlo de hambre y que se rebele contra Maduro.
13-. Los galpones repletos de artículos alimenticios y de medicinas acaparadas por los comerciantes golpistas, que querían y quieren derrocar la revolución bolivariana.
14-. Que la gente emigra por ese bloqueo económico que nos impuso el imperio gringo y que apoya y celebra la oposición golpista, y después nos quieren dar ayuda humanitaria.
15-. A terroristas presos como Leopoldo López, que organizaba golpes de estado con su celular desde la celda, y después convocaba a la prensa, para denunciar aislamiento y torturas.
16-. A Trump y a sus asesinos diciendo personal y públicamente, que hay que derrocar a Maduro.
17-. A Pence, Pompeo, Bolton y Abrams llamando a los militares a que levanten sus armas contra el presidente Maduro.
18-. A un bandolero autoproclamándose presidente como al delincuente Guaidó y, enseguida, apoyado abiertamente por los gringos y sus países satélites, para deponer al Presidente legítimo de Venezuela.
19-. Al ladrón de Guaidó robándose el dinero de pagarles el hotel a los militares traidores que desertaron y lo siguieron a Cúcuta, Colombia.
20-. Al terrorista Guaidó robándose el dinero de una ayuda humanitaria que resultó un fraude humanitario y los millones de dólares que producen empresas venezolanas exterior como Citgo y Monomeros.
21-. Al criminal Guaidó apropiándose ilegalmente del dinero de pagarle el trasplante de médula ósea a los niños enfermos en el exterior, porque precisamente se queda con el dinero de Citgo, filial de Pdvsa en EEUU.
22-. La famosa operación que tramaron los gringos con la oligarquía santandereana, los paramilitares de Alvaro Uribe Vélez e Iván Duque, para invadir a Venezuela por Cúcuta, y afortunadamente fracasaron.
23-. A embajadas albergando golpistas asesinos que arengan y llaman a subvertir el orden, como el caso de Freddy Guevara en la sede diplomática de Chile en Caracas, y de Leopoldo López, en la de España, también en la capital de la República.
24-. Al narcopresidente de Colombia, Iván Duque, llamando a derrocar abiertamente al presidente Maduro. Y en esa misma línea lo hace públicamente todo el Grupo de Lima.
25-. Al delincuente Luis Almagro conspirando y apoyando todas las acciones golpistas contra Nicolás Maduro desde la OEA, organismo que, entre otras cosas, debe promover la paz de los pueblos del mundo, pero que ese hampón hace lo contrario arrodillado al psicópata Donald Trump.
26-. El ataque del imperio gringo al sistema eléctrico nacional, que sumió a la población venezolana en el más prolongado apagón de la historia, con apoyo de la derecha terrorista venezolana.
27-. Al presidente Maduro llamando al diálogo y a la oposición venezolano pateándolo por orden del imperio norteamericano. Eso fue más que evidente en República Dominicana.
28-. La liberación de políticos presos a pesar de ser unos asesinos, ladrones y golpistas por parte del Gobierno revolucionario, como muestra de buenas intenciones, de querer establecer un camino conjunto que nos lleve a la paz.
29-. El enriquecimiento de traidores de la patria como Julio Borges y Antonio Ledezma, que se llenaron de dólares arrojándose al regazo de los gringos intentando entregar la patria.
30-. Las largas colas de vehículos en las estaciones de servicio, por cuanto los buques cargados de gasolina no pueden atracar en Venezuela, debido a que el bloqueo del imperio norteamericano lo impide.
31-. El comité de víctimas de las "guarimbas", un grupo de familiares, amigos de las personas que los terroristas de Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática, asesinaron en su criminal obsesión de derrocar a Maduro.
32-. A usted misma como madre, hija, hermana, que es lo más preocupante, porque uno ocupe el cargo que ocupe, nunca debe despojarse ni por un instante de esos sentimientos que son inherentes al ser humano.
Y hay más, mucho más, señora Bachelet, pero realmente no vale la pena seguir, sabiendo que usted no verá nada de estas ni ninguna acción que señale directamente a los gringos por más pruebas que le suministren.
El informe sobre derechos humanos que usted presentó, es una copia fiel y exacta del discurso criminal del imperio estadounidense que, minuto a minuto, nos agrede por los medios de comunicación, las redes sociales, a la par de las operaciones golpistas, magnicidas, asesinas, que ejecuta sobre el terreno en Venezuela con la colaboración de la derecha nacional e internacional.
Así que solo me queda despedirme deseándole un buen día, y que esté en paz con su conciencia, no sin antes aconsejarle, que cuando esté al frente de situaciones de derechos humanos como las que se le presentaron en la Patria de Bolívar, se ponga la mano en el corazón, y vea en sus nietos, hijos, hermanos, madre, padre, a todos esos niños, niñas, hombres y mujeres que resultan destrozados por los sangrientos bombardeos de los más grandes asesinos del mundo.
Señora Bachelet, la lucha sigue por el diálogo, el amor y la paz de mi país. Y a pesar de su lamentable informe ¡Venceremos!