Varias veces he mencionado los planes “hollywoodenses” de la oposición internacional desconocedora del temple venezolano, en internet leo al estupendo analista periodista Clodovaldo Hernández, afirmar que el pensamiento de Hollywoood fracasa en el caso Venezuela.
Con humor y erudición histórica periodística, estima lo que me complace apoyar y con el debido respeto citar, como parte de esta humilde opinión de las que publica Aporrea desde el 30 de Junio 2006. Indica Clodovaldo, “no sorprende a nadie que Leopoldo López sea el jefe de la oposición terrorista y se esfuerce en hacerlo evidente”.
“El 30 de abril, lo primero (¿lo único?) que hizo el movimiento golpista fue liberarlo a él de su mansión-mazmorra. Se suponía que eso bastaría para llevarlo en hombros a Miraflores. No ocurrió, el diputado Guaidó estaba ya en segundo plano, tal vez poniendo uno de los hombros para llevar al caudillo a palacio”. López y Guaidó mantienen “en las nubes” a sus cada vez más escasos fans.
Guaidó ya degradado al servil basurero histórico de los lacayos, no logró los anunciados mares de pueblo para respaldar al principesco López, que pegó la carrera hacia embajadas del Country Club. El periodista Clodovaldo señaló que López terminó en la Embajada de España y quiso convertir al lugar en sede del gobierno paralelo.
“Con un enjambre de comunicadores en la representación monárquica en Caracas, Madrid dio instrucciones de bajarle intensidad al entusiasmo, los jerarcas “transicionales” posaron al lado de ametralladoras, actitud indefendible en la eurodemocracia”. La política nacional abandonó el sobredimensionado aguaje a la guaidonitis no cuajada, ni con ayuda de medios saboteadores.
