El enviado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, amenaza al pueblo de Venezuela desde el Departamento de Estado, y admite planes para fortalecer o ampliar medidas de La Casa Blanca que nos perjudican indiscriminadamente. Opiniones tan descaradas e incendiarias en la diplomacia capitalista salvaje anteriormente disimuladas, hoy con Donald Trump totalmente desembozadas, a fin de insistir en "cercar al régimen, y que las sanciones funcionen porque hay empresas tratando de evadirlas y por ello serán sancionadas". Es decir que el imperio amenaza a Venezuela y extiende el castigo en forma universal.
En el colmo de la injerencia contra las y los venezolanos, Abrams anunció que trabajará para hacer lo que a su entender el gobierno venezolano no puede, "ayudar a la atención de la crisis humanitaria creada por el gobierno venezolano…". Cinismo homicida capitalista gringo, aplican supuestas buenas intenciones en nombre de la libertad y la democracia. El alto funcionario del gobierno imperialista que nos bloquea las compras afirma que "El régimen venezolano tiene dinero para comida y medicinas, pues ha pagado deuda por un millardo y medio a los rusos de Rosneft y a los chinos". Abrams agrega "el gobierno del Presidente Maduro roba dinero y usa la comida para controlar la población".
Barrabasadas declarativas y absurdas acciones las de estos negociantes metidos a políticos, ahítos de aumentar sus riquezas a costa de los pueblos que dominen. Interesante explicárselo por ejemplo a los artistas del llamado show business que solo defienden derechos humanos si se lo ordena la cultura industrial del capitalismo, que les compra la conciencia, o les prohíbe actuar en EE UU. Este año quedó demostrado contundentemente que figuras de la farándula, presuntos activistas de derechos humanos y buenas causas, condenaron a Venezuela pero nada dicen con respecto a violaciones en Colombia, Chile, Bolivia, Brasil y Argentina. Coreando el medalaganismo de un supremacista blanco, que va contra Venezuela, porque no le gusta el gobierno nuestro.
Bochornosa actitud indiferente la de artistas de diversas nacionalidades ante las olas represivas contra quienes protestan en Ecuador, Chile, Bolivia, Haití y Colombia, que contrasta con su conducta en el caso Venezuela, cantantes colombianos presuntos defensores de los derechos humanos que participaron en el concierto "Venezuela Aid Live" en Cúcuta en febrero 2019, ahora callan con respecto a la represión que viven en su país. No cambian ciertas nulidades engreídas encumbradas por la popularidad artística, que alquilan su pensamiento, y su patria es la "República Cuánto Hay P´a Eso".