Apagué la TV al iniciar el Viernes 20 de Diciembre entre las seis y las siete, observando un repaso por los programas de noticias en la TV privada supuestamente "venezolana", veo y (lo digo democráticamente con inocultable asco), las maromas verbales de periodistas y locutores por maquillar el bolivianazo inundado de fanatismo religioso, la represión desatada, detenciones, allanamientos, torturas y muertes, que intentan justificar comunicacionalmente los partidarios de la derecha pitiyanqui, ante sucesos en Bolivia, y las manipulaciones al informar sobre la actualidad rebelde chilena, colombiana, ecuatoriana y brasilera.
El descaro, la desfachatez, trepan cumbres inimaginables en el periodismo que alegue defender "la libertad" en gobiernos "demócrata representativos", totalmente al revés en su proceder a lo que es la democracia, escudando su "representatividad" prosternándose a designios imperiales del sempiterno capitalismo salvaje, amenazante e hipocritócrata, que dicta políticas a gobiernos subrogados al sur del Rio Grande. Son sus intereses por arrebatarnos la soberanía nuestro americana, los que rompen la unión invocada hace 200 años en Diciembre 1819, y proclamada por Decreto del grande hombre de la historia antiimperialista, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad.
No exagero al calificar de horrorosa la estrategia de buscar noticias destinadas a la defensa de Donald Trump, con argumentos de ataque al gobierno bolivariano venezolano, y a los demás Presidentes socialistas que en América existen. Intentan frenar el posible nuevo acceso por elecciones en distintas naciones, a Presidentes libertarios de independencia republicana en países vapuleados por el salvajismo y la amenazante compra de conciencias desde Washington, cual condición de vida, luciendo la máscara de "democracia representativa" hoy reflejada mejor que nunca la costura inmoral de sus líderes politicóides falsarios, representados por mujeres y hombres que ya son juzgados por la historia de sus pueblos, como neo vende patrias siglo XXI. Por encima de la amargura sembrada, vence la costumbre navideña venezolanizada.
El impeachment tiene al borde de la expulsión al actual Presidente magnate orate gringo, y desestabiliza mentalmente a sus lacayos, infiltrados en los medios de comunicación social de nuestra América, particularmente en Venezuela a pesar de políticas de feliz navidad, inauguraciones, bonos, beneficios varios, feria alimenticias y combate a desestabilizadores, nos llenan de amargura hasta en el cobro de aguinaldos y agregados, los sempiternos minoritarios adversarios de la era socialista Chávez, inspirada en el pensamiento honesto de nuestros libertadores. Aguantemos la fábrica de mentiras, y les daremos otra lección de navidad y buena voluntad.