Pocas veces se habrá visto una escena teatral tan bien montada y tan fracasada, comenzando con el autoproclamado que estuvo en zona de los ahora célebres puentes internacionales, sólo algunos minutos, igual que su llave y protector, el presidente Iván Duque, que hizo un pequeño "curso de cara" como para que lo vieran sus patrones estadounidenses, en su heroica presencia en el acto la intervención que derrocaría a Maduro, especialmente Mike Pence, quién se encontraba en Bogotá esperando las "buenas noticias sobre el éxito de la invasión a Venezuela" disfrazada de ayuda humanitaria, pero que en el fondo, lo que se proponía era una zona del territorio nacional ocupada por mercenarios, tanto venezolanos, algunos desertores del ejército que creyeron en los miles de dólares que le ofrecían por la traición, como paramilitares colombianos mimetizados por su acento andino entre los nacionales, que fueron a defender la integridad del territorio patrio y que los invasores pensaban sería una especie de "cabeza de Playa" interior, que sirviera de base para dar pie a una supuesta zona liberada, como territorio ocupado por la fuerzas "guaidocistas" quien en su limitada inteligencia iniciaría la formación de un gobierno con todos los estamentos que contempla un Estado Moderno: Ministerio de la Defensa, de Relaciones Interiores, Cancillería etc. Y para completar Tribunal Supremo de Justicia, CNE, pero lo que realmente pretendían presentar al mundo era un estado en pleno funcionamiento, con su Presidente formalmente en funciones y de esta forma con la colaboración del gobierno Norteamericano, avanzar hacia el derrocamiento de la Revolución.
Todos sabemos los resultados desastrosos que acarreó el intento frustrado de invasión disfrazada de "ayuda humanitaria", a todos los interventores que quedaron en ridículo, porque quedó demostrado que la capacidad de intervención por la fuerza básicamente mercenaria no profesional era exigua, que la fidelidad de los cuerpos armados del País estaba sólidamente a la orden de sus comando naturales, iniciando con la obediencia a Nicolás Maduro, Comandante en Jefe de todos los componentes de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana en su condición de Presidente de la República, conforme al contenido del numeral 6 de las "atribuciones del Presidente de la República" contenidas en el Art. 236 de la Constitución vigente.
Los formadores de opinión, algunos honestos periodistas, otros visiblemente tarifados para vender sus informaciones, ubicados del lado opositor, que pretendían con su invasión disfrazada de ayuda humanitaria, sentar las bases para una conflagración civil en Venezuela, luego del pretendido mini estado que con toda seguridad por lo falso fracasaría y la correspondiente intervención armada de los caimanes que se encuentran en la boca de caño que representa Venezuela, sostenían a pie juntillas, quizá honestamente, que el cargamento que se encontraba el los puentes internacionales contenían alimentos y medicinas para salvar del hambre y la miseria al pueblo venezolano, y nada más lejos de la realidad: primero porque ciertamente tenemos graves dificultades pero no miseria y segundo gran parte de los contenidos en las gandolas era de materiales no comestibles, apropiados para labores de sabotaje, como se pudo comprobar al día siguiente en los restos calcinados de los transportes y parte importante de las sustancias comestibles estaban contenidas en "raciones de campaña", para uso de los ejércitos en los frentes y debemos agregar que en gran proporción estaban vencidas.
Supongo que quienes vieron los hechos en vivo y los que los vimos por televisión, no tenemos la menos duda de que quienes quemaron las gandolas utilizando bombas Molotov preparadas con antelación como plan "B" en caso de falla para borrar evidencias, a la vista de las autoridades colombianas en las cercanía de límite con Venezuela, según objetivamente demuestra una reportera de una televisora cucuteña, fueron los propios ejecutores del plan de invasión, y quienes vimos los videos, también vimos cuando lanzaban las bombas incendiarias a la gandolas ante la imposibilidad de cruzar la frontera hacia Venezuela.
Antes he hecho mención de una realizada un tanto olvidada cuando se habla de la célebre ayuda humanitaria para resolver el problema de escaseces de alimentos y medicinas y pienso que es posible que algunos pueblos del mundo entre ellos parte de nuestro pueblo, especialmente el opositor, que soportan con estoicismo la arremetida del cerco económico financiero al que nos tiene sometido el gobierno estadounidense, con ese energúmeno de Donald Trump a la cabeza, piensen que tal ayuda era una realidad y que la tozudez de Maduro sometía a su propio pueblo a sacrificios, por no aceptar por orgullo el auxilio que nos estaban ofreciendo, nada más lejos de la realidad y lo voy a explicar de manera simple.
Según se pudo evidenciar en los videos de los diferentes medios informativos, en el teatro de los acontecimientos se encontraban en las proximidades de la frontera, 2 gandolas aunque se habla de una tercera; aceptando como real que fueran 3 las gandolas contentivas de la supuesta ayuda humanitaria y aceptando como bueno el hecho negado de que lo único que transportaban era alimentos, podemos establecer sin temor a equivocarnos que las 3 gandolas hasta los nepes, transportaban 120.000 kg de alimentos, que a ½ kg/día por persona para las 3 comidas; daría 166 g/persona por cada comida, que como se puede ver es una ración exigua tanto para el desayuno como la cena ni que hablar del almuerzo y aun así sólo alcanzaría para 240.000 habitantes. Si pretendiéramos dar alimento a la ciudad de San Cristóbal, veremos que no alcanzaba ni para un solo día, porque, dicha ciudad tiene más de 320.000 habitantes. Que en aun en la proporción exigua supuesta de ½ kg persona por día, se necesitaría 160.000 kg. Muy lejos del engaño pretendido con la ayuda ofrecida, contenido de las 3 gandolas fallidas.
Como puede verse el engaño fue mayúsculo, estos mentirosos con Juan Guaidó a la zaga de los falaces personeros del Imperio, que hablaban de una ayuda que no serviría ni para un día en una ciudad mediana, como harían los mentirosos con el autoproclamado a la cabeza para atender los 30 millones de venezolanos, se necesitarían 375 gandolas/día de alimentos, es decir cada día, lejísimo de las 3 ofrecidas por una única vez, lo que deja claro que para los venezolanos el engaño en el cual cayeron amigos de todo el mundo por el empeño imperial y su combo para agredir al Gobierno Venezolano acusándolo de tamaña falsedad, que se tragaron las mentiras del Imperio divulgadas por: Trump, Pence, Pompeo y compañía y la misma medicina debe tragar la parte de los venezolanos que se creyeron el cuento de la ayuda humanitaria que la "maldad de Nicolás Maduro" no dejó que llegara al pueblo