Resistimos la guerra total en tiempos de globalización porque hemos insurgido, ensayo tras ensayo de guerra multiforme son aplicados en cada momento contra nuestra Patria. El imperialismo construyó un engranado de conspiraciones terroristas que generó una confrontación política planetaria, para desmovilizarnos, desunirnos, desmoralizarnos y eliminar la voluntad de vencer del pueblo y alcanzar la fractura del bloque revolucionario. El enemigo no duerme, nosotros tampoco debemos hacerlo. Esta guerra no va a cesar, debemos entenderla para garantizar nuestra vida, ellos nos atacan de una forma determinada, nosotros nos defenderemos de una forma determinada.
Cinco escenarios tienen presencia dialéctica en la coyuntura actual: Invasión paramilitar desde Colombia con las Bacrim. La heroicidad de nuestro pueblo celebró la victoria en los cuatro puentes del año pasado cuando el enemigo tomó la iniciativa desde el 10 de Enero de 2019 al desplegar su plan para sacarnos de nuestro foco. Hoy tenemos desplegado el Escudo Bolivariano que gracias al trabajo de la ANC reformó la Ley de la FANB incorporando a la Milicia como componente de nuestra fuerza armada y la declaró antioligárquica y antiimperialista.
El Golpe Militar: vimos cómo hace dos meses hubo un asalto armado al 513 Batallón de Infantería de Selva Mariano Montilla ubicado en Luepa, Gran Sabana del estado Bolívar, sustrajeron un importante arsenal militar y asesinaron a un efectivo de nuestra FANB, este golpe fue neutralizado por las fuerzas patrióticas. La vigilancia revolucionaria debe enaltecer el valor de la lealtad a nuestra Patria, a nuestro pueblo y a nuestro líder.
La Implosión Social es el ejercicio cotidiano para impedir el funcionamiento de los servicios públicos, para generar el permanente estado de irritabilidad en la población y a través de un detonante buscarán movilizar a la población para tumbar al gobierno. Caracas es vulnerable, no produce el alimento, el agua ni la energía que consume. Conocer nuestras capacidades y necesidades al detalle es trabajo nuestro, caracterizar el estado de los servicios públicos calle a calle, casa a casa, caso a caso; la guerra por esta vía debemos detenerla todos los días con argumentos hacia la paz y neutralizar este escenario bélico.
Las Elecciones se convierten en una línea estratégica de nuestro proceso revolucionario, es al que apostamos para conservar la paz de nuestra nación. El enemigo se prepara para ganarlas y los escenarios anteriores le sirven para debilitarnos. Nosotros tenemos que tener desde ya el resultado electoral de las elecciones parlamentarias 2020, lo sabremos si tenemos fortalecido nuestro enorme músculo organizativo en el territorio, que hemos denominamos "sistema de fuerzas", pero ¿verdaderamente es un sistema? ¿En dónde somos fuertes? ¿En dónde somos débiles?
Otro escenario vigente es el Magnicido ejecutado el pasado cuatro de agosto de 2018 y que milagrosamente se frustró. Tenemos que cuidar a nuestro líder, protegerlo a través del liderazgo colectivo. Todos los dirigentes revolucionarios debemos conocer nuestros deberes, profundizar en sus dimensiones desde el nivel filosófico, de la concepción del materialismo dialéctico y la lucha de clases, el estado que queremos y el proyecto que genera las condiciones para desarrollar la política que satisfaga las necesidades económicas, sociales, territoriales y espirituales de nuestra población.
El imperialismo nos impuso una forma de vida, la vida en guerra. Nicolás Maduro nos orienta alinear nuestras fuerzas, caracterizarlas, ser factores de unidad y desechar el sectarismo. El partido no puede estar aislado, debe fortalecer su estructura, aumentar el compromiso y tener mayor capacidad unitaria. Nuestro líder orientó siete líneas estratégicas para la acción revolucionaria: nuestro trabajo cotidiano debe garantizar la paz como consecuencia no causa; la defensa de la patria a través del método táctico de resistencia revolucionaria (MTRR); el crecimiento económico activando los quince motores, organizando la producción para transformar la sociedad; sanar las heridas de guerra a través de la politización de nuestras misiones y grandes misiones; la eficiencia, calidad y mejoría de los servicios públicos; la geopolítica de la paz con la nueva diplomacia bolivariana y los comité de solidaridad con los pueblos y la transformación y modernización revolucionaria del estado y del gobierno.
El artículo 326 de la CRBV le da carácter protagónico a nuestro pueblo al hacerlo corresponsable de la defensa integral de la nación que se adapta a la doctrina de guerra popular de todo el pueblo. La red de acción y articulación sociopolítica (RAAS) es un instrumento para la comprensión de la base material del territorio.
Al incorporar los CLAP a las UBCH que son la célula de organización territorial del Psuv, se le dio una nueva dimensión estratégica a estos comités que surgieron como arma de guerra que enfrentó al imperialismo, proveyéndole de alimentos a nuestro pueblo. Este comité que empoderó a miles de mujeres y hombres en tareas de dirección local, adquiere un nuevo rol. Es el rol de ser dirigente de su comunidad y de su calle. Ya no se limitará a la tarea de alimentación sino a defender integralmente su ámbito de acción local. El ámbito de influencia de cada comunidad se vincula a la UBCH. Debe caracterizarse cada uno de esos dirigentes e integrantes de ese territorio, de cada comunidad, de cada calle, de cada casa. La dirigencia local debe convertirse en un núcleo duro de unidad y diseñar un plan de trabajo único que transforme la información suministrada en el casa a casa y caso a caso en acciones de trabajo que garantice la atención directa a cada habitante de esa comunidad.
La RAAS se convierte en un sistema organizativo que alinea la tropa de guerra para resistir y vencer a partir de las condiciones materiales de existencia del pueblo. Su trabajo llega a donde ninguna fuerza del enemigo llega, porque penetra en lo más hondo donde palpita el fragor de la lucha de clases, ahí está el desvalido, el viejito, el enfermo, personas con discapacidad, el huérfano y genera el método correcto para que se sepa en todos los niveles de dirección a donde debe llegar la logística de guerra, minimizando los desvíos y la corrupción que puede provocar la derrota.
La fase de caracterización del registro de la RAAS es una tarea táctica que permite conducir la estrategia que garantizará la victoria de las próximas batallas en los escenarios descritos anteriormente. De no cumplir cabalmente con esa fase, dejando incompleto el registro, ya sea por desconocimiento o dejadez le dejaríamos la brecha al enemigo para que ejecute su plan. El partido cuenta ahora con un instrumento de inteligencia social que le permitirá estrechar su acción no a través de un escritorio sino directamente con el pueblo a partir de la existencia y no la conciencia. El habitante real de cada calle y cada comunidad debe ser sensibilizado, politizado, debe ser consciente de su papel en la defensa de la patria con su nueva tarea que fortalece la acción conjunta y de dirección colectiva de nuestra revolución, y lograr lo que dijo Fidel Castro el 23 de Febrero de 2001, "…los hombres mueren pero el partido es inmortal".