1. México con más de 130 millones y Venezuela con unos 35, mantienen mucha distancia en número de habitantes; pero como países capitalistas desde siempre, por décadas, incluso siglos, han sido víctimas por la tremenda lucha de más del 80 por ciento de sus trabajadores combatiendo -con ideales por la justicia y la igualdad- la explotación y la opresión que la clase explotadora política y empresarial les ha impuesto. Leo permanentemente artículos de venezolanos publicados en la página de APORREA (Asamblea Popular Revolucionaria); sin embargo he preferido hablar de Venezuela en bloque, sobre todo cuando han arreciado las amenazas del imperio al pueblo bolivariano. Por eso he decidido hacer un paralelismo entre los dos países.
2. En México nos parece muy sencillo entender el desarrollo histórico/político que viene desde la Revolución 1910/17 y la oficialización del partido (PNR/PRM/PRI) que gobierna como una dictadura burguesa, sin dificultad alguna, al país durante 71 años (1929/2000) Ese partido oficial –bautizado como democrático y de justicias social, no tuvo una oposición importante de derecha o de izquierda, porque siempre la manipuló con dinero contante y sonante o la reprimió cuando se negó a entrar al carril. Durante los siguientes dos sexenios, del año 2000 al 2012, mediante un acuerdo con el mismo PRI, gobernó la extrema derecha (PAN) encabezada por Vicente Fox y luego por Felipe Calderón. No pudieron diferenciarse del PRI, terminando por devolverle el gobierno al mismo PRI al apoyar a Peña Nieto.
3. En Venezuela la historia reciente se inicia en 1958 con la firma de un gran "acuerdo de gobernabilidad" entre dos partidos políticos venezolanos de la gran burguesía y el clero. Acción Democrática (AD) y Copei (Comité de política electoral) firmado en 1958 meses después del derrocamiento del dictador Pérez Jiménez. Este pacto permitió la nueva dictadura de los dos partidos (como en los EEUU) que imperó a lo largo de cuatro décadas. Ese pacto se interrumpió en 1993 cuando Carlos Andrés Pérez fue enjuiciado por corrupción, igualmente, ese mismo año, Rafael Caldera abandonó a Copei para reelegirse, resultando electo. El Partido Comunista Venezolano (prosoviético) no fue aceptado en el pacto, aunque sí sufrió una escisión en su dirección para conformar un fuerte movimiento guerrillero. El bipartidismo culminó cuando Caldera, postulado esta vez por su nuevo partido, Convergencia, ganó la Presidencia.
4. En México el ascenso al gobierno de López Obrador en 2018, así como el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela 1999, provocaron un gran temor y un odio de las clases dominantes contra los estilos diferentes de gobierno. Chávez desde su ascenso al gobierno anunció la construcción de un socialismo del siglo XXI y un combate contra el gobierno imperialista de los EEUU que entonces encabezaba Clinton, luego Bush. Lo mismo sucedió en México con el arribo al gobierno de López Obrador que, si bien nunca dijo que construiría un socialismo, radicalizó su discursos contra todos los gobiernos "neoliberales" corruptos (los últimos cinco presidentes del PRI y del PAN que gobernaron de 1988 a 2018, aunque nunca los ha reconocido como capitalistas y proyanquis). En tanto Hugo Chávez fue un radical antiyanqui; López Obrador ha continuado con la dependencia amistosa.
5. Muerto Hugo Chávez en 1913 –sea por envenenamiento o cáncer- es sustituido por Nicolás Maduro. Chávez era un indiscutible líder antimperialista, el más importante en su tiempo en América Latina. Sin embargo, aunque los yanquis y empresarios venezolanos lo derrocaron en 2002, el pueblo entero lo regresó a la Presidencia en 48 horas. Maduro, que fue el directo e indiscutible sucesor -aunque es muy fiel a Chávez- no ha tenido las tablas políticas de su maestro para enfrentar al imperio yanqui y a la hoy fuerte oposición dirigida por grandes empresarios. Entre tanto el gobierno yanqui de Trump no ha dejado de amenazar con una invasión, sobre todo si encuentra debilitado a Maduro sin apoyos.
6. En México, el gobierno "perdona todo" de López Obrador parece estar firme y muy confiado; olvida que en cualquier momento de enojo de Trump puede dar la señal antiAMLO a la derecha en México. Como podrá verse: Maduro está peor que AMLO porque empresarios y Trump están buscando derrocarlo y su única salvación es el pueblo movilizado. AMLO está menos mal porque no confronta, prefiere dar pasos atrás a ser calificado de intransigente. Lo malo es que muchas cosas quedan pendientes. Habiendo en México gigantescas cantidades multimillonarias –producto de la enorme corrupción capitalista- en las cuentas de empresarios, ¿por qué no se les obliga a devolver los billones de pesos robados, por lo menos desde los años ochenta?