Pánico en la calle 7

Un hombre identificado como Melacio "N" causó pánico en la calle 7 de la ciudad Cautiva, al huir del hospital donde estaba recluido como paciente diagnosticado con el Conoravirus-19. Con la vestimenta de hospitalización, Melacio comenzó a correr con pasos titubeantes, y sin sentido, causando terror en los transeúntes que transitaban por el frente del hospital donde un centenar de pacientes son atendidos por haber contraído la mortal enfermedad.

Melacio "N", en un gesto cargado de rabia, retiró de su boca la mascarilla color azul desteñido, y la estrelló contra el piso, mientras la gente lo esquivaba en la medida que podía, pues, el infectado, no se sabe cómo, se coló entre las personas que por allí transitaban.

Minutos después, salieron de la entrada principal del hospital tres enfermeros corpulentos, acompañados de un del doctor Calipso "N", con la misión de detener la fuga del paciente, lo que lograron no sin antes batallar con el hombre que se negaba a regresar. "Déjenme", "déjenme perseguir mis sueños". Varios familiares, estupefactos y preocupados, colaboraron con los diligenciados hombres de la salud, y lograron frenar el ímpetu de Melació "N", quien fue devuelto a su lugar donde permanecía hospitalizado. El espectáculo había terminado.

El cronista que lo había visto todo, tomó sus precauciones, y logró llegar a la cama donde estaba el protagonista de esta crónica. "Señor Melacio, ¿qué le pasó, por que hizo lo que hizo y que no debía haber hecho, por el simple respeto a la vida de los demás?". "Señor, ya estoy arto de tantas cosas que me acechan, no solo a mí, sino al resto de la humanidad. Yo vengo de lejos, señor, con mis cansados 80 años sobre mis espaldas y no quiero morir solo. Poco me importa infectar a otros. Cada uno que asuma su calvario. Vivimos en una sociedad egoísta, individualista y cómplice. A las personas sólo les importa el "tener", y poco les preocupa el "ser". Por favor, escriba eso en su crónica: Jesús, el Nazareno, debería presentarse en estos momentos en que el planeta esta sumido en este dolor, y constatar en vivo lo que están haciendo algunos hombres que se han adueñado del planeta, sin importarle un pico a los 8 mil millones de personas que conforman este mundo caótico, desigual e inhumano, donde unos pocos acumulan y acumulan dinero, inclusive en estos momentos en que la pandemia hace estrago entre los menos afortunados, mientras ese grupúsculo de batracios, avaros e inhumanos, solo piensa en como sacarle partido al Covid-19. Por favor, no dejé afuera ni una coma de mis palabras". "Estoy consciente que mi acto es egoísta e injusto, pero ¿qué hace este grupo de sanguijuelas? Usted lo sabe mejor que yo. Por favor, déjeme descansar. Tal vez mañana tenga que hacer otra crónica sobre mi muerte".

"Por favor, señor Melacio, una última pregunta: ¿porque usted dijo a los enfermeros que lo dejaran perseguir su sueño?". "Por que mi sueño está libre, perdido en el espacio… ¿usted comprende?".
 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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