Me gustaría pensar que WhiteDog es sólo un muchacho salpullidoso y cobarde que se vale de la amistad con el bravucón de la cuadra y de cuanta mala junta tiene a mano; pero lastimosamente es un Pran con cara de pendejo bien administrada, que dirige un cártel de disfraz político dispuesto a todo por hacerse de los bienes de los venezolanos. Mientras afilamos tranquilamente las puntas de las simples lanzas que tenemos para hacer la resistencia, observamos al Pran salpullidoso, cada vez más rico y cada vez menos dispuesto a renunciar al cargo de Presidente Autoproclamado, ansioso de convertirse en Subpresidente de una nación (Su Presidente sería Trump), como lo es Duque en la suya (Uribe es el verdadero). En las últimas "marramucias" del salpullidoso, un ser inefable como J.J. Rendón, de conocida y vasta experiencia en la más tenebrosa de las guerras sucias, vio golpeada su cuestionable credibilidad, duro y de frente, con la inmanejable complejidad del delito transnacional: la combinación de contrataciones de empresas de Sicarios con experiencia militar, terrorista y mercenaria; traidores exmilitares; y el poder de un narco estado como el colombiano.
"1998" es una de las obras póstumas de Herrera Luque. Esta novela pone en manos de un presidente traidor el triste papel de entregar lo que queda del territorio de Venezuela en manos de las potencias extranjeras. En la novela, las regiones petroleras han sido el patrón de la división que ha impuesto la regla del racismo: del gran Estado de Guayana han deportado a toda la gente oscura, y la República de Perijá ha quedado como dueña de los pozos petroleros del Zulia. A los venezolanos, sólo le quedan las deudas y la miseria de tierras poco productivas. La novela, que nunca me ha parecido jocosa sino dueña de una triste clarividencia, muestra las míseras razones que llevaron a esa situación. Ante la dificultad que representa remontar territorialmente la conquista militar de Venezuela, no me extrañaría que Trump o el cualquier-presidente que llegue a EEUU se orientaría a procurar de hecho la división del Territorio para el mejor aprovechamiento de las empresas transnacionales, recreando una situación parecida a la narrada en la novela "1998".
La aventura de los narcosifrinos de gimnasio dejó en Trump un mal sabor, con un dejo de ridículo escarnio que le hará pensar en salidas más a su estilo: escénico, invasivo, ruidoso, humillante. Pondrá a los narcosifrinos de gimnasio en medio de los campos monaguenses y de Anzoátegui, pensando en que los habitantes de estas regiones no se atreverán a enfrentar a las camionetas con ametralladoras. Nombrará a WhiteDog como Subpresidente de ese supuesto País Venezuela, y buscará el control de la Faja Petrolífera en combinación con Brasil y Colombia, los dos Subestados asociados con los que cuenta en estos momentos para el asedio territorial. Las potencias de la OTAN sentirán el derecho de hacer "acompañamiento" y protección a Colombia, como uno de sus miembros, pues no olvidemos que el Ejército colombiano acaba de inventar la tesis de que las brisas del Orinoco arrastran lanchas artilladas; de ahí en adelante, existe la posibilidad de que fuertes vientos empujen aviones de combate y también arrastren bombas.
Mientras tanto, nosotros seguiremos venciendo.
¡¡NO V O L V E R Á N !!
