La ambición y sed de dinero de la boliburguesía fue tan grande que no solo ha matado a la revolución bolivariana sino que mató a Venezuela.

Ya la revolución bolivariana a partir de este lunes 1 de junio pasó a la historia, sería como un sueño fallido que resurgió en Venezuela, por "mandato cósmico", en este siglo XXI que le correspondía repetir la proeza de principio del siglo XIX, esta vez en contra del Imperialismo Yanqui o Nor-Atlántico o Anglosajón-Francés Germánico (Los tres términos son sinónimos), pero los venezolanos de esta época no estuvimos a la altura de esa grandeza como si lo estuvieron nuestros abuelos con Miranda y Bolívar, hace 200 años. Una pléyade de espíritus que conformaban el paecismo (Los conservadores, "los godos") a quienes se les dio la oportunidad para que se reivindicaran, no solo no lo hicieron sino que destruyeron con mala fe lo que se había construido muy precariamente por culpa de la reacción anglosajona, enemiga del genero humano y de la raza avanzada Nuestramericana, que es fruto del mestizaje.

Que podemos hacer los pocos revolucionarios y socialistas que quedamos con fe, y vivos, y si nos dejan vivo porque es una pléyade (Los "paecistas", son los espíritus primitivos que se niegan a la regeneración), que utiliza el asesinato como arma política, aunque es muy astuta y sabe mutarse aparentemente de "humanista", "cristiana"; nos toca la labor de quien "recoge los vidrios rotos después del saqueo", que sería una labor muy altruista y de mucho riesgo, pero en este mundo no venimos para semilla.

Que tenemos en la Venezuela de hoy, del 1 de junio del 2020, tenemos una clase de nuevos ricos (En donde existen ricos de los viejos, es una alianza de intereses entre la vieja burguesía y la boliburguesía), que tienen en sus arcas bancarias de los países occidentales la bicoca de Cuatrocientos Millardos de Dólares, aunado a Cien Millardos de Dólares no bancarizados del sector más rancio de la boliburguesía que me imagino que ese dinero debe estar a buen resguardo en Cuba, quien por cierto no es para nada ni socialista ni de izquierda, sino que forma parte de las mutaciones astutas referidas.

Estos Quinientos Millardos de Dólares, son el ahorro del 91% de los venezolanos que fueron esquilmados producto de la omisión intencional del gobierno de Maduro, en conchupancia con la burguesía tradicional y el imperio (Buscando un acuerdo de co-habitación), al no defender y proteger los intereses de los consumidores y usuarios en la denominada por él "guerra económica" de la cual forma parte, se beneficia y coadyuva como buen "mutuante" que es. Por ejemplo, la implantación de esta dolarización que están imponiendo, a través del aumento de la gasolina y el triunfo del como boliburguesía (Burguesía de burocracia de estado en contraposición a la burguesía corporativa y financiera del imperialismo yanqui, ambas son nociva, son capitalismo, son explotación y subyugación), no se hubiera podido lograr, si primeramente no hubiese diezmado al 91%-95% de la población llevándolos a la pobreza crítica y extrema actual, a través de "la guerra económica", que hoy 1 de junio se consolida y se tiene como cierta de su implantación, a pesar de tener rato entre nosotros.

Que debemos hacer, o que nos queda hacer a los espíritus de luz que quedamos por ahí. No nos queda otra cosa sino insistir en el socialismo, mantener las ideas de izquierda, entendiendo a esta como anti-capitalistas y anti-imperialistas y anti-oscurantistas y anti-religiosas, incluyendo a los cristianismos "humanistas" y hasta "progresistas" que se disfrazan, en donde se incluye también a este capitalismo de burocracia de estado, el cual profesa Maduro y el chavismo en general y al revisionismo-reformismo marxista en todas sus variantes. El socialismo es algo muy sencillo, es una cuestión de hecho, en donde se elimina la propiedad privada, el medio de producción y se produce colectivamente (Modo de producción) y por supuesto, los productos son colectivos a su valor real, sin especulación y ánimo de lucro, solo el valor de uso. El marxismo ha hecho de estas cosas tan sencillas un vericueto de teorías estériles y discusiones bizantinas que han perdido y confundido al hombre, para beneplácito de la derecha, del imperio anglosajón, quien nos ha robado 150 años de historia, desde la comuna de Paris, en 1871.

El chavismo todo es malo, no existe "chavismo" y "madurismo", Maduro es la continuidad de Chávez, Maduro "es hijo de Chávez" de verdad, verdad; quienes hacen esta separación (Inexistente, inventada), son oportunistas que "comieron caliente con Chávez" y Maduro los "destetó", y no tienen ni el coraje ni la honestidad suficiente para hacer una autocritica pedagógica con miras a retomar el rumbo del socialismo.

Nos toca aferrarnos a lo que queda de socialismo, de anti-imperialismo que sobrevive, el "papel mojado", como la constitución, el plan de la patria, el I y II, porque el de Maduro, el tercero del 2019-2025, los venezolanos no lo hemos visto, solo vemos una serie de medidas de corte neoliberales y anti-socialistas tanto de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como desde la presidencia cuya guinda del pastel es esta dolarización de la economía de este 1 de junio.

Así como se dolarizó la economía, debe dolarizarse el salario, por ello hay que apoyar la acción constitucional que han emprendido un grupo de trabajadores apoyados por la gente de "Aporrea.Org", de salario calculado a la "canasta básica" (Art. 91, Primer Párrafo, CRBV) y hay que luchar por la vigencia de la constitución y de los dos primeros planes de desarrollo de la nación, sobrevivientes la revolución bolivariana en vigor, antes que la cúpula chavista prevaricara. Fueron conquistas del pueblo venezolano, verdadero titular de la revolución bolivariana y jamás una persona a quien se le rinde culto a la personalidad una serie de vividores que usurpan el poder, y el "Culto a Chávez", es su minita de oro que han conseguido, en pleno centro urbano de Caracas, para hacerse millonarios en detrimento del 91% de la nación.

Debemos estar alerta, ante el otro capitalismo, el nor-atlántico, quien va a tratar de pescar en rio revuelto, siendo tan culpable por cómplice soterrado de la boliburguesía para empobrecer y destruir al país, pero tampoco podemos caer en la inacción por el chantaje "anti-imperialista", "socialista" y de "izquierda" de la boliburguesía, que sabemos que ni es socialista ni es anti-imperialista yanqui, solo busca un reacomodo con él, un nuevo pacto de punto fijo.

Nuestra diferencia con los lacayos del imperialismo yanqui, es que ellos buscan la caída violenta de Maduro, ya sea por golpe de estado interno o por invasión foránea; reconocemos la institucionalidad que representa Maduro, pero sabemos que lo está haciendo de lo peor y ha abandonado la revolución bolivariana y se justifica disfrazándose de un chavismo que pretende asimilar al socialismo, siendo cosas distintas y diferentes, le pedimos que ratifique y derogue todos los decretos de dolarización y neoliberales, pedimos que cese en sus funciones la ANC por ineficiente, que se dolarice el salario para que exista una armonía entre precios y salarios y justicia social, por la vigencia la constitución del 99, en su espíritu, no la interpretación conveniente de Escarra Malave y se hagan efectivos los planes socializantes de desarrollo de la nación, el I y II, porque el III, aun no ha sido presentado al pueblo a pesar de haber sido supuestamente aprobado.

Del pueblo venezolano, no revertir, este decreto de dolarización definitiva, que no solamente revoca maléficamente la revolución bolivariana, una obra del pueblo venezolano y no de ningún caudillo, también revoca y destruye la Republica Bolivariana de Venezuela como entidad, el legado de nuestros principales libertadores Francisco de Miranda y Simón Bolívar, lo más sagrado que ha tenido el gentilicio venezolano en los últimos 200 años. Perderemos el privilegio de ser vanguardia en el continente americano y desapareceremos como nación, la desgracia de la balcanización y la pobreza extrema generalizada, más de la existente, será nuestro futuro inmediato, una pandemia peor que la del corona virus.