Aunque es tiempo legal en tiempo de emergencia sanitaria no creo que
sea posible ir a elecciones.
Es lógico que algunos sectores aspiran este proceso electoral para
pasar la página generada con "el interinato" impuesto por voluntad
injerencista, cuyos actores revindican extemporáneamente las
elecciones presidenciales pero ahora que estamos en vísperas del
vencimiento del periodo al Poder Legislativo, "los próceres" están en
contra del proceso electoral que corresponde al tiempo legal.
Pero suponiendo que Dios y las medidas sanitarias lo permitan y se
llegue a feliz término con todo lo relacionado con el proceso
electoral, este tendría características inéditas.
Todas las corrientes del pensamiento están sumergidas en la diatriba
de si es pertinente o no ir a elecciones, quienes están en contra lo
hacen desde la clandestinidad de la conspiración asociados con
gobiernos de la ultraderecha y mafias subordinadas al aparato
industrial militar del imperio y sus derivados.
Pero la otra cara de la moneda es que tanto en la izquierda como en la
derecha se dan intensos debates públicos y privados sobre alianzas,
encuentros y desencuentros para componer la propuesta electoral de
cada bando.
Todos estamos en espera de la regulación que hará el Consejo Nacional
Electoral en materia de proporcionalidad de las minorías y otros
detalles como la propaganda y la dinámica de campaña y votación.
Por los vientos que soplan y lo digo por experiencia, existe un estado
de ánimo rebelde en la población que hace vaticinar un alto porcentaje
de abstención y por otro lado, un alto nivel de rechazo que se
expresara contra el gobierno y la oposición.
Entre las características inéditas del próximo proceso electoral están
la campaña, organización de padrón electoral, movilización y votación
con las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno y pueblo de
Venezuela contra el coronavirus.
Pero no solo hay que estar alertas y preparados contra el coronavirus,
la ultraderecha es operadora política de los planes del gobierno
norteamericano y sus corporaciones para tomar el poder por asalto,
balcanizar nuestro territorio y retornar al pasado oprobioso del
saqueo de nuestras fuentes de energía, materia prima y minerales.
Pero volviendo al hecho electoral, las campañas y propaganda tendrán
su epicentro en las redes sociales, medios alternativos y medios
convencionales por aquello del distanciamiento social.
El objetivo fundamental de todos los votantes será imponer sus ideas,
una evaluación sobre el manejo de la crisis económica y crisis
sanitaria así como la búsqueda de una válvula de escape para pasar por
encima del drama pasional de la polarización que tanto daño le ha
hecho al país los últimos años.
Está por definirse el destino de los votantes que están en espera por
volver a sus hogares desde el extranjero.
Será un proceso electoral que inaugurara una nueva forma de hacer
política para el futuro, donde deben prevalecer las ideas y será
valorada la palabra, donde la voluntad de la mayoría se impondrá
implacable contra los culpables de promover el injerencismo, las
medidas coercitivas y el bloqueo y la xenofobia contra nuestro país
pero también contra la negligencia frente a la guerra económica y el
empobrecimiento de nuestra moneda, la ineficiencia en el manejo de la
cosa pública y la protección del pueblo y el encarecimiento de bienes
y servicios.
¡No se puede recoger el agua derramada".
¡Hasta la victoria siempre!