Lo que le faltó a un Monseñor en su grosera respuesta emocional contra el presidente de la República, fue decirle que lo iba a excomulgar. Comento y coloco en "negritas" parte de las descompuestas opiniones de este politiquero ensotanado, ganado por el odio, que en oportunidades da muestras de su desapego a la doctrina de Cristo, intolerancia supremacista y ausencia de amor cristiano, en frustración y rebeldía política que nunca tuvo en tiempos que las amantes de presidentes demócrata representativos, entregaban cheques a figuras de la iglesia católica.
Por la conducta amoral de politiqueros ensotanados, hace años bauticé Comunidad Engañosa Venenosa, a la cúpula reunida en la CEV -Conferencia Episcopal Venezolana-, que acompañó con Baltazar Porras, Mikel de Viana, el fallecido Cardenal Velasco y otros, que expulsaron a Hugo Chávez de la Presidencia, con el apoyo de militares traidores, apenas 47 horas en Abril 2002, rodeados de monjitas escuálidas y la adecopeyanquicracia que invadió Miraflores. A usted Monseñor, y a quienes le respalden en política, el colectivo los conoce, desconfía y no le extraña lo que hacen, disociado contra el católico Nicolás Alejandro Maduro Moros, por el "pecado presidencial" de decir que la CEV anda de nuevo en la desestabilización, en lugar de ofrecer instalaciones de la Iglesia para católicos y no católicos, afectados por el coronavirus o Covid 19.
El repelente Monseñor Luckert, (se me olvida su nombre de pila bautismal), pronunció altanerías que no acepto como católico y socialista. "Pareciera, por el estilo y lenguaje, que Maduro lo quiere hacer a la fuerza y se va a meter en un problema grave, porque será la Iglesia la que le va a responder a él", vale decir que el Obispo de Coro, Falcón, presume mala fe y reta al presidente a quien otras veces ha insultado descaradamente.
Amenazante no le importa que el colectivo lo observe y osa jactancioso expresar que "Maduro tendría que hablar con la Conferencia Episcopal Venezolana a ver qué le dicen, porque si se va a meter a la fuerza en una Iglesia, está jugando con candela. No solamente con la Iglesia, sino con el pueblo, porque va a alborotar a toda la gente", Luckert es irrespetuoso gritón, similar a dirigentes politiqueros sin categoría.
Este "curamichate" que no representa mi sentir católico, no le dice presidente a quien fue electo, y en lenguaje despectivo pedante pide diálogo sugiriéndole altanero y desafiante, a cuenta de Obispo "emérito", condiciones al Jefe del Estado, y le advierte que "una acción arbitraria acarrearía alboroto, la gente no va a permitir que un santuario como el de la Iglesia de la Coromoto, porque le da la gana a Maduro, porque es el rey absoluto, lo tomen. No. Hay democracia, donde se conversa y se llega a soluciones comunes, pero a lo bravo no". Se atreve a hablar de democracia y respalda golpes de Estado.
Una pregunta Monseñor Luckert "¿usted le hubiese faltado el respeto a los presidentes Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez que les enviaban colaboraciones con sus respectivas amantes?, por favor lea el libro "Sexo y Poder", es materia política, vea fotos de Blanca Ibáñez y Cecilia Matos entregando obras y aportes monetarios a curas y monjas, y la CEV calladita. La Comunidad Engañosa Venenosa tiene agazapados a conspiradores indeseados por practicar protagonismo político bajo las sotanas o el clerigman, afirmando como lo hizo el sacerdote Mikel de Viana en TV, "Todo el mundo sabe que yo soy adeco y qué", poco después agarró sus maletas y se fue.
Sinceramente NO LE CREO A USTED MONSEÑOR LUCKERT cuando afirma "esas situaciones de emergencia con los pacientes, se las deberían dejar a los centros hospitalarios y sedes militares, la iglesia ayudará solo cuando la pandemia se ponga más grave y no haya dónde meterlos, ¿Cómo va a meter en las iglesias a los enfermos?, en caso de que esto se ponga más grave y no haya donde meterlos, tendremos que ofertar las iglesias para que los metan, pero en este momento no", espetó vía telefónica el ciudadano Luckert al Noticiero Digital.
