En el fallido atentado del 4 de agosto 2018, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, era objetivo principal a ser eliminado, ocurriría el asesinato masivo de venezolanos y embajadores extranjeros, equipo ministerial, militares y civiles, primer plan magnicida en la historia moderna con uso de drones, ideado por la ultraderecha mal hecha desde su nacimiento, integrada por mercenarios y privilegiados politiqueros criminales de la democracia "representativa".
Fue en el desfile anual por el cumpleaños de la GNB, por primera vez teniendo como escenario la Avenida Bolívar. La asistencia tradicional de familias de los cadetes guardias castrenses, y mayor facilidad a la presencia del pueblo caraqueño, nada importó a los ejecutores contratados, confiaban implantar el caos y derrocamiento sangriento de la revolución humanista, participativa, protagónica, bolivariana y socialista, explosionando a control remoto drones con C4, lanzados contra la tribuna presidencial.
En complicidad con los gobernantes en Washington y Bogotá, fue organizado por vende patrias que se han acostumbrado a vivir holgadamente en el exterior, gracias al dinero que ya no es donado por el imperio intervencionista homicida, sino robado al pueblo venezolano en la confiscación de pertenencias petroleras, oro y cuentas bancarias perdidas en el exterior, debido a la confabulación internacional capitalista más salvaje que nunca, sofocándonos por estrangulamiento financiero, impedir entrada de gasolina y paralizarnos, torpedear compra de medicinas y alimentos, emulando al policía que asesinó un ciudadano afrodescendiente en territorio de USA colocándole una rodilla al cuello hasta asfixiarlo.
24 meses más tarde la violencia irracional lleva drones a Beirut, en la misma fecha 4 de Agosto, y cubre de luto a miles de familias libanesas, creando otra de las confusiones que interesan al capitalismo salvaje huérfano de ideología y correlón encabezado por Donald Trump, con participación del israelí sionista Netanyahu, asociados a mafiosos de la política. Un acto organizado por depravados mercantilistas de la democracia representativa en desgracia mundial, al quedar en evidencia la incapacidad de no haber previsto un mínimo de asistencia, en la advertida aparición de la Covid 19, enfermedad luego vuelta pandemia.
Excesivamente errados, estos cabecillas del capitalismo bestial han tenido que acudir a la compra de conciencias militares y policiales en varios países, para hacerse del poder ilegalmente y prometer "vuelta a la libertad mediante elecciones", derrocando presidentes así estos hayan sido triunfantes aceptados internacionalmente, y comprobado en estadísticas el cabal beneficio a sus gobernados en el manejo de las instituciones, vencer en elecciones y mantener la confianza de sus pueblos, seres honestos de buena voluntad y acatamiento a las tradiciones ancestrales y a DIOS, como quiera que lo conciban los votantes.
A quien me increpó preguntando si escribiría acerca de "lo que sí hacen en Colombia apresando un ex Presidente, y acá no, ni siquiera con los ladrones", prometí responder su simpleza política, y lo hago citando al Presidente Maduro, que se expresó sobre la detención del senador colombiano Uribe Vélez, "Lo están agarrando por un delito menor, ¿pero el narcotráfico, cuántos años, cuántas denuncias?, investigaciones que se han hecho sobre la vinculación de Uribe con el Cartel de Medellín y su relación con el narcotráfico".
Sin complejos aplaudo al presidente obrero que agregó "cuando Uribe fue director de la Aeronáutica Civil y Alcalde de Medellín cuantas pruebas de haber sido pieza clave de Pablo Escobar Gavidia", y mostró el reciente caso que vincula a Uribe con Samuel Niño Castaño, piloto de campaña de Ivan Duque que llevaba un cargamento de cocaína al cártel de Sinaloa y fue descubierto. Intuyo por qué intentan matar a Maduro, y se investiga la muerte de Chávez como asesinato, con participación de indeseables "demócratas" que falsean ante el mundo la Venezuela real.
