La unidad de los patriotas

El concepto originario, fundamento de quienes nos legaron la Patria, es el de la Unión. Unidad para ser cada vez más libres, independientes, soberanos e impedir el avance de la agenda neocolonizadora global. Unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, unidad del Pueblo y de todos los factores políticos, económicos y sociales nacionalistas, soberanistas, unidos todos en la continuación de la gesta de Bolívar y Chávez y tantos héroes anónimos de nuestra historia bravía.

Unidad para retornar a Venezuela sobre sí misma. Unidad para enmendar nuestros pasos, enderezar el rumbo y finalmente dirigirnos por la senda conducente al destino largamente diferido tras la muerte temprana del Libertador y del Comandante de Conciencias. Ese destino, sin más diferimientos y tardanzas nos espera. Volvamos a cumplir y terminemos definitivamente nuestra gesta emancipadora: volver a ser en nuestros arraigos, creencias y destino, con aquellos pata en el suelo que en días de independencia nacional abandonaron esposas, hijos y familia para irse, apenas pertrechados de sueños, lanzas y machetes, tras el Loco del Sur a liberar la Patria Grande del yugo imperialista español.

Unidad para retomar nuestro destino en el continente de manera revolucionaria, total e incondicional.

Unidad para liberarnos del terrible lastre que entorpece, paraliza y niega nuestra grandeza de Nación soberana, que impide el milagro de una resurrección política y la puesta en marcha de su renovación espiritual, administrativa, social, económica, judicial y militar. Esa, nuestra unidad debe conducir a que alcance su potencia.

Unidad para liquidar las estructuras oligárquicas de mandos económico-sociales liderados y administrados por inescrupulosos empresarios parásitos y explotadores, antinacionalistas, sujetos a la injerencia y al chantaje: a ésos hay que derrumbarlos a cualquier precio y con urgencia.

Unidad para liquidar y castigar, a los corruptos, mal vivientes, al bandidaje vergonzoso, completamente criminal de grupos plutocráticos y burocráticos de fines e identidad dudosa, así como a particulares que se apropian de los bienes y recursos nacionales y viven de su usufructo, saqueo, robo, escamoteo, latrocinio y demás operaciones de blanqueo, pillaje de los ladrones de toda ralea que históricamente han vampirizado la renta nacional, logrando grandes desnacionalizaciones, créditos blandos, rebajas de impuestos, contratos amañados, lo que equivale de hecho a un verdadero cataclismo económico para Venezuela, gigantesca operación, conspirativamente concertada, de apropiación fraudulenta del conjunto de nuestra economía.

Unidad para salvar la Fuerza Armada y sus medios de potencia estratégica de dimensiones disuasivas del afán de sometimiento a una doctrina extraña de securitización -otanización encubierta-, unidad que requiere un proceso de renovación fundamental -refundación- del Estado, cuya reestructuración revolucionaria deberá forzosamente pasar por la territorialización del trabajo, de la enseñanza, de la organización social, cultural y religiosa de toda la nación. Unidad para el rescate de la conciencia nacional-revolucionaria del Pueblo y de su Fuerza Armada, así como de su papel en el despertar: toma de conciencia Nuestro Americana .. integración gran Americana como katehon -escudo protector- ante los poderes oscuros corporativos, antihumanos y antinaturales.

Unidad de los patriotas, necesaria para instalar un dispositivo político-estratégico de protección espiritual, de inteligencia, información y de poderes ampliados, destinado a garantizar la seguridad interior y nuestra defensa integral, que tribute al desarrollo nacional a fin de "restablecer, hacer renacer de nuevo el tejido conjuntivo íntimo, vital, la profunda unidad irradiando de la sociedad en su conjunto, a la cual habría que poder dar una fe nueva en sí misma, y en sus propios destinos nacionales y supranacionales que son naturalmente los suyos, por su propia predestinación fundacional de sus propios orígenes, por sus tareas revolucionarias inmediatas, por el formidable esfuerzo de auto-enderezamiento ontológico y político- histórico exigido de ella, a la hora actual, por la marcha misma de la historia mundial que llega a un giro trágicamente irreversible". (Parvulesco)

Unidad para fortalecernos en estos momentos de crisis y deterioro, como el que sufrimos hoy, poniendo el interés de la nación por encima del particular y egoísta. Unidad para generar empleos productivos, fortalecer y dignificar el trabajo, con un salario justo y digno y un liderazgo cuya preocupación sea el bienestar común.

Unidad para detener el saqueo de nuestros recursos, la merma de nuestras pensiones, salarios, rescatar el ahorro, proteger la nación de los depredadores financieros y diseñadores de políticas monetaristas neoliberales que, siguiendo los consejos de los centros financieros globales, impusieron un cepo a la emisión monetaria. Unidad para restablecer el valor del Bolívar, impulsar un nuevo sistema bancario nacional que funcione como mecanismo de crédito soberano, sometido a regulación estatal, en favor de la producción industrial, científica, tecnológica y de proyectos sociales, agrícolas, culturales y militares.

No se trata de la unidad retórica, tampoco es una pose o panacea que busca uniformar y tapar las diferencias de visiones, criterios y posiciones, excluyendo, anulando a los distintos y ocultando las taras y miserias, mientras se intenta apagar cualquier crítica constructiva o se trata con desdén cualquier idea, aporte o sugerencia no acordé con el credo neoliberal salvaje y se tilda de apátridas, contrarrevolucionarios o espías a todos aquellos que los formulen.

Tampoco es la unidad como forma de atacar al contrario y bajo éste mantra controlar y conducir al nihilismo a un movimiento heterogéneo, expresión de la unidad como poder. Todos unidos, pero unos más que otros. La unidad no puede ser una falacia para esterilizar la política, los reclamos, las diferencias; no puede servir para inmovilizar a la gente, ni un ritornello que nos lleve al abismo, debe ser para movilizarla fértilmente, para el hacer con todos: la unidad de los muchos para construir junto con todos, con los comunes, una nación próspera y feliz.

Nuestra unidad debe ser con la Patria, la República y la Constitución. Con la vida, con los niños, los viejitos, los hambrientos, los enfermos, los excluidos, con los soldados y con todos los venezolanos y venezolanas sin distinción de sexo, etnia, religión y clase o posición social. La unidad es con Bolívar, con Chávez y el pueblo humilde, para ser un puño real, verdadero, unido en la lucha. Unidad para el buen vivir de todos y todas, para la rectificación y recuperación de la República, su soberanía, independencia y autodeterminación. UNIDAD en este país urgido de unidad para convocar a todos y todas reunidos sin odios importados y así, juntos todos, renovar el pacto con la Patria.

 



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María Alejandra Díaz

Abogada constitucionalista y representante del Estado ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Vicepresidente de la Comisión de Justicia y Tutela Efectiva de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (2017).

 @MariaesPueblo

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