Desde 1998 comenzó el juego macabro, la oposición se encargó de satanizar al candidato Hugo Chávez con la fritanga de cabezas, causaron miedo incluso dentro del campo revolucionario.
Después que llego al gobierno trataron de enamorar al comandante y evitar el salto cualitativo hacia el camino revolucionario pero la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y la promulgación de las Leyes Habilitantes fueron el detonante para lanzar la aventura golpista que un TSJ subordinado a la corriente de la derecha endógena dicto una sentencia negando el golpe de estado pero peor fue la actitud del comandante después de haber sido secuestrado bajo amenaza de muerte, el DIA MEMORABLE de la revolución, el 13 de abril en lugar de haber radicalizado la revolución se presentó en cadena nacional besando la imagen del Cristo Redentor invitando a sus verdugos al dialogo.
Se perdió la cuenta de las veces que la oposición dividida en dos extremos ha sido invitada al dialogo pero la reincidencia golpista, terrorista y apátrida siempre reaparece con un nuevo plan aunque son los mismos personajes, la misma motivación y el mismo plan pero con la asesoría de expertos en guerra psicológica, cada plan lo presentan como una novedad.
Quemaron todos los cartuchos dentro de la Fuerza Armada, PDVSA y otras instituciones, lograron crear ansiedad, depresión e inestabilidad en nuestra cotidianidad cuando falleció el comandante Chávez, aceleraron todos sus planes conspirativos y sus verdaderos jefes asumieron públicamente desde los centros de poder la vocería, la injerencia abierta y la aplicación de sanciones, bloqueo económico, guerra económica y el empobrecimiento de nuestra moneda.
Luego apareció el presidente virtual que no lo quieren ni sus propios secuaces, recrudeció la ofensiva donde hay mucho dinero de por medio porque la pugna es por el control del poder para retomar el saqueo de nuestras fuentes de energía, materia prima y minerales, pero en este conflicto que es calificado como una guerra de cuarta generación el único afectado es el pueblo.
Por un lado la ultraderecha vinculada al sionismo y el imperialismo internacional acusan al gobierno de dictadura y por otro lado el gobierno denuncia que la ultraderecha es golpista y terrorista pero el que sale perdiendo es el pueblo.
Todos los días las redes sociales son inundadas con acusaciones de parte y parte, parece que los años que viene trabajando el aparato de inteligencia y propaganda del imperio y del sionismo está dando sus frutos y estamos al borde de una guerra civil que le caerá como anillo al dedo a los poderosos del planeta para concluir la ocupación de nuestro territorio, dividir a nuestro país en tres o cuatro pequeñas repúblicas y retomar el sueño americano con el saqueo de la tierra liberada por BOLIVAR.
Lo que no saben n el gobierno y la ultraderecha es que en medio de la pandemia y la incertidumbre generada por el conflicto está el pueblo de VENEZUELA y les ocurrirá como al carajito del cuento del lobo, que mintió tanto que venía el lobo que cuando vino el lobo de verdad, nadie le creyó, en este caso el lobo es el pueblo que ya está cansado de que los comerciantes apoyados por funcionarios del gobierno nos impongan precios dolarizados de bienes y servicios porque nosotros tenemos ingresos en BOLIVARES.
El lobo será el pueblo porque los servicios de salud, penitenciarios y cementerios son los más costosos del planeta, el lobo será el pueblo porque nos cansamos de ver la actuación extrajudicial de algunos cuerpos de seguridad movidos por la búsqueda insaciable de billetes verdes.
El lobo será el pueblo porque ya no nos calamos la dolarización de nuestra economía porque es un acto de ocupación de nuestro territorio por una potencia extranjera, la vulneración de nuestros derechos humanos y la principal causa del empobrecimiento de nuestra moneda.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.