Llegó septiembre y quienes habitan en los países denominados como ecuatoriales, Venezuela entre ellos, podrán observar un fenómeno planetario que los científicos han denominado como de "falso amanecer" o "falso atardecer". Se trata de la luz zodiacal, que llega a la Tierra en los equinoccios y puede verse –claramente- en las latitudes medias del planeta. El fenómeno astronómico sucede en la eclíptica, por eso los países ecuatoriales tienen el privilegio de observarlo, y se produce por el polvo de los planetas, lunas y cometas que dejan los impactos de asteroides en el sistema solar, y quedan flotando en la parte de la eclíptica, que es la zona de mayor gravedad del Sol y es la que retiene a esas partículas. Esa luz zodiacal, crea esa falsa imagen de amanecer o atardecer, que percibimos como real. "Falso amanecer" porque brilla antes de que venga el crepúsculo y "falso atardecer", porque brilla después de que se sucedió el crepúsculo, entre el crepúsculo y la noche. Aparente: "que parece y no es" (dicc. RAE). Platón, sugería que lo real es lo que no vemos, y lo que vemos es solo la apariencia de lo que no vemos, una falsa realidad. Kant, definía lo Real como la esencia misma de las cosas, el conocimiento último; mientras que la Realidad, es lo que la mente humana es capaz de percibir a través de los sentidos. Hegel, reconoce a Kant el descubrimiento de la necesidad de la contradicción en la razón. Piensa, que la realidad es dialéctica. Esto, significa que la realidad no es, sino que llega a ser lo que es: deviene lo que es. La respuesta hegeliana, es que no hay que buscar lo permanente más allá del cambio sino en el cambio mismo. Preámbulo necesario, para que intentemos comprender las motivaciones que han llevado al Presidente Maduro, a indultar un conjunto de actores del terrorismo doméstico en Venezuela. Con ello, nos permitiremos aportar algunas ideas para el análisis de ese gran pueblo patriótico que es el venezolano, que ha visto en la medida anunciada por el Presidente Maduro, un desacierto que bien merece la acotación de nuestra parte, depende del cristal con que se le analice.
El Presidente Nicolás Maduro, en uso de sus Atribuciones Constitucionales, ha procedido a indultar, liberar, a 110 personas que se encontraban detenidas por diferentes delitos cometidos. Algunos de ellos, son diputados electos, 23 principales y 4 suplentes; otros, partícipes de hechos de violencia y planes desestabilizadores contra la paz de la República. Convencidos, por falsas promesas de protección y visas, ofrecidas por el gobierno de los EEUU. Lo que explica, que sea la Administración Trump, la que de manera desbocada, se abalanzó a cuestionar la decisión presidencial: "La restauración de los derechos constitucionales de los que fueron despojados ilegalmente no es digno de aplausos", señaló el Departamento de Estado en un comunicado, añadiendo a continuación: "Todos estos presos deben ser liberados de manera inmediata e incondicional". Pasan a recomendarle al Presidente Maduro, en dicho comunicado: "Maduro debe levantar la proscripción de partidos y candidatos, respetar la libertad de expresión y de prensa de los venezolanos, poner fin a la censura, disolver los escuadrones de la muerte, permitir la creación de una comisión electoral independiente y recibir a observadores electorales internacionales independientes". ¿Es o no es? Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, se debe preguntar todo aquel o aquella que lea ese comunicado del Departamento de Estado de los EEUU. Por su parte, Michael Kozak, jefe de la diplomacia de EEUU para Latinoamérica, se mantuvo apegado al texto del comunicado y denunció a los indultos, como un: "acto simbólico que no merecen aplausos como la última treta". Mientras, el empleado de Trump para Venezuela, Juan Guiado, se limitó a murmurar: "¿Para qué la dictadura hace esto? Ha pasado antes: los liberan para tratar de legitimar las maniobras del momento. Y, esta vez quieren legitimar una farsa. Una farsa que está derrotada a nivel legal, político, popular e internacional. Es una trampa y no vamos a caer".
Los indultos, han implosionado lo que quedaba de oposición. La figura de Henrique Capriles Radonski, ha resucitado entre sus cenizas y ahora se enfrenta a Juan Guiado, y reivindica los indultos como una medida positiva para el país. Otras posturas a destacar, tiene que ver con Josep Borrell, Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, quien ha expresado en un tuit: "La excarcelación de un considerable número de presos políticos y diputados perseguidos en Venezuela es una buena noticia y una condición sine qua non para seguir avanzando en la organización de unas elecciones libres, inclusivas y transparentes". Otras opiniones de filas opositoras, es la de Luis Vicente León, Datanálisis, quien manifestó como "políticamente interesadas", las razones que llevaron al Presidente Maduro a tomar esa decisión, y según el fracasado encuestologo, Maduro: "ya sabe que controlará la elección parlamentaria". Por su parte, María Corina Machado, quien se ha convertido en un serio problema de salud pública mental en el país, se limitó a decir que: "Es una trampa y no vamos a caer", insistiendo en su solicitud de intervención militar imperialista contra Venezuela. Por su parte, el Carnicero de Centroamérica, alias Elliot Abrams, se limitó también a expresar que el país "vive en un realismo mágico". En fin, tremendo berenjenal se armó en filas de las fuerzas enemigas de la Patria. Finalmente, el Presidente Maduro, se vio obligado a explicar las causas que sustentaron la medida: "Yo entiendo que mucha gente se indignó, está bien pero entiéndanme, sé lo que estoy haciendo y pido su apoyo", para luego ratificar: "Asumo toda la responsabilidad para mí del Decreto de Indulto que firmé ayer y creo en la paz y por ese camino iremos". Nada explícito, se mostró el Jefe de Estado sobre las razones de fondo en las que sustentó la decisión presidencial. Obviamente, debe tratarse de razones de seguridad de Estado, que quedarán para la especulación y análisis correspondientes, ya que las amenazas imperialistas, continúan apuntando sobre la cabeza de la República Bolivariana de Venezuela.
Para noviembre próximo, se estarán realizando las presidenciales en los EEUU, y todo apunta que dicha nación optará por un cambio, en la persona de Joe Biden. Será, un 03 de noviembre inolvidable para las y los estadounidenses. El propio Donald Trump, a sabiendas de lo que se le viene, ya comenzó a hablar de fraude electoral y solicitó la postergación de las elecciones. Sus posibilidades electorales o de revertir la tendencia del voto estadounidense, dependen que el candidato Biden, pueda cometer un error garrafal que derrumbe sus aspiraciones; que ocurra un evento inesperado que levante las posibilidades de Trump, como pudieran ser: que EEUU, lograse la vacuna contra Covid19, o una guerra contra algún país, que la mediática imperialista haya sembrado tanto odio, que inhiba a la población de actuar contra esa guerra e incluso, la aplauda. Los asesinatos raciales, la mala gestión de la pandemia por coronavirus y la crisis económica en que está inmerso el imperialismo, recesión y despidos masivos, han creado la tormenta perfecta para que el régimen fascista, que encabeza Donald Trump, que gozó de amplio apoyo entre el público estadounidense, hoy, se haya disipado en la nada y en lo concreto, la salida de Trump se ha convertido en un sentimiento nacional. Al punto, que, todas las encuestas, hoy le dan a Biden una ventaja con relación a Trump, entre 10 y 12 puntos. El historiador, Douglas Brinkley, lo sentencia en términos fulminantes: "Desde los días de Theodore Roosevelt hasta Barack Obama, uno no es reelegido si hay una recesión". Algunos, simplemente rememoran algunos eventos previos y recuerdan 1980, elecciones en las cuales, Ronald Reagan, venció al presidente Jimmy Carter, luego de hacerle una simple pregunta a los ciudadanos: ¿Estas mejor que hace cuatro años? Mientras que, en 1992, Bill Clinton, sobrepasó al entonces presidente George HW Bush, con un explosivo comentario: "Es la economía, estúpido". Es la historia ahora la que perturba al inquilino de la Casa Blanca, y lo tiene en un estado de crispación que raya en la demencia. Cualquier hecho inédito y perturbador de la paz mundial, es capaz de realizar si ello le ayudara a ganar su reelección, como lo alertó el ex presidente Barack Obama, en su discurso ante la Convención Nacional Demócrata: "Este Gobierno, ha demostrado que derribará nuestra democracia si eso es lo que hace falta para ganar". Por su parte, el historiador, Paul Auster, destaca los temores que encierran a Donald Trump, si perdiera la elección de noviembre próximo: "Trump, si es derrotado, enfrentará años de comparecencias ante tribunales por crímenes que cometió y podría terminar en prisión, no por delitos federales sino en el estado de Nueva York. Por ejemplo, evasión de impuestos o fraude. Así que está desesperado por permanecer en el poder y hará cualquier cosa para lograrlo".
Menospreciar, todas esas señales de alerta que se dan desde los propios EEUU, sería irresponsable por parte de la dirigencia Bolivariana. Y menos aún, cuando se movilizan tropas hacia Colombia, se mueven buques al Mar Caribe, y desde la propia Casa Blanca, se realizan exhortaciones a los gobiernos de Colombia y Brasil a intervenir en Venezuela. Incluso, el propio Carnicero de Centroamérica, alias Elliot Abrams, ha señalado que el Gobierno Constitucional, personificado en la figura de Nicolás Maduro, no llegaría a diciembre. Que lo diga un capo, criminal y narcotraficante como ese, debe poner a pensar a todo el Alto Mando de la Revolución y, en especial, al propio Presidente de la República. Por otra parte, y para nada insignificante, importante recordar que el Secretario de Estado, Mike Pompeo, apenas unos pocos días de ocurrida la fracasada invasión Gedeón, meses atrás, anunciaba a viva voz: "Trabajaremos consistentemente para intentar lograr la devolución a nuestro país de los dos americanos envueltos en esta situación. Si el régimen de Maduro decide quedárselos, utilizaremos toda herramienta disponible para traerlos de vuelta, es nuestra responsabilidad hacerlo’’. Se refería, a los mercenarios gringos: Luck Deiman y Berry Aian, capturados en flagrancia, con motivo de la invasión imperialista venida desde Colombia, y que han sido sentenciados a 20 años de prisión en Venezuela. El propio Donald Trump, envió a un emisario suyo a conversar con el Presidente Maduro sobre la liberación de los mercenarios, en julio pasado. Se trató del exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson. Solicitud negada por el Jefe de Estado. Esto da pie para pensar, que se podría estar preparando un golpe mediático de altos quilates, procurando la liberación de los mercenarios gringos. Ello, explicaría las razones del traslado de la brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB, por sus siglas en inglés), a territorio colombiano y su despliegue en las áreas circundantes a los territorios fronterizos con los estados Táchira, Apure y Zulia, bajo la operación de falsa bandera de luchar contra el narcotráfico.
Importante, también recordar, que en marzo 2019, en territorio colombiano, tropas de Colombia y EEUU, realizaron los "Ejercicios Humanitarios Vita", en la Guajira colombiana; apenas unos pocos meses después, se ejecutaría la Operación Gedeón. El Comando Sur, dirigió esos ejercicios, cuyos objetivos fueron: "Avanzar en las acciones de cooperación para combatir estructuras criminales y fortalecer las técnicas de infiltración como el asalto aéreo". Dichos ejercicios, se efectuaron en dos fases: la toma, control y aseguramiento de un aeropuerto y una contraofensiva aérea. Recuérdese, lo declarado por los mercenarios y cuáles serían sus objetivos, solo que ahora el objetivo no sería secuestrar al Presidente Maduro, sino liberar a los mercenarios gringos. Lo que implicaría, sin dudas, una escalada que todos sabemos cómo se inicia desde Colombia, pero no cómo termina en la misma Colombia, como teatro de una confrontación bélica continental. Espera, Trump, rescatar sus mercenarios y presentarlos a la opinión pública estadounidense como el mejor trofeo, sino el único, de su fallida gestión. Por supuesto, esa acción tendría un impacto -altamente positivo- para su desgastada imagen. Se trataría de una acción altamente peligrosa. Recordemos, el desenlace de la Operación Garra de Águila, 1980. La embajada de EEUU en Irán, junto a todo su personal, un total de 53 personas, estaban en manos de estudiantes radicales, desde noviembre 1979, quienes exigían la extradición del sha Mohammad Reza Pahleví, ex rey de Irán, así como, la confiscación de sus bienes en el exterior. Las negociaciones entre EEUU e Irán, estaban en punto muerto. Con fuerzas especiales, la CIA, organizó la Operación Garra de Águila, para intentar rescatar sus connacionales. Una Operación fracasada, que terminó en ocho pilotos muertos, cinco helicópteros destruidos y un Hércules C-130. El Presidente Carter, asumió por televisión el fracaso de la misión de rescate. Luego, hubo un segundo intento, también fracasado. Carter, perdió su anhelada reelección ante el republicano Ronald Reagan. Años después, se pudo conocer que Reagan y Menahim Begine (Israel), trabajaron juntos para sabotear los esfuerzos de Carter en liberar a los 53 estadounidenses, retenidos en la embajada en Irán. A sus espaldas, la propia CIA, Reagan y Begine, negociaron con la República de Irán para que mantuviera retenidos a los gringos hasta después de las presidenciales, a cambio de armas y dinero.
La guerra, es una maquinaria para destruir países, no para construirlos. Venezuela, apuesta por la Paz. "Los que son expertos en el arte de la guerra someten al ejército enemigo sin combate.", dice Sun Tzu. En definitiva, la mejor estrategia para una guerra, consiste en evitarla. Eric Fromm, en su rol de psicólogo, utilizó el término "narcisismo maligno", para identificar las patologías mentales que padecía Adolfo Hitler. Al igual que Hitler, Donald Trump, se ha convertido en la más grande amenaza que se cierne sobre la perdurabilidad de la especie humana, y no se le debe subestimar, en sus amenazas guerreristas. Estimamos, que el Presidente Maduro, trabaja para desactivar toda posibilidad que el maligno del norte, pudiera traer una tragedia a lo que denomina su "patio trasero". Lo que se convertiría, seguramente, en una tragedia para el continente todo, llámese una confrontación militar Colombia-Venezuela o EEUU-Venezuela u otra. Tenga la seguridad, Mr. Trump, que de ocurrírsele esa aventura, su destino electoral sería el mismo seguido por el ex presidente Carter. No se equivoquen con Venezuela, quienes crean minusválidas a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, heredera de las glorias del Padre Libertador, Simón Bolívar y sus poderosos armamentos de tecnología de avanzada, fundamentalmente rusa, podrían llevarse una sorpresita de marca mayor...