Niños desnutridos antes del primer año de vida, mal alimentados para ir a la escuela, hambre generalizada, gobierno de coalición y en definitiva que llamen a gobernar a los que denuncian a Maduro, esto y más sugiere el ex candidato presidencial Eduardo Fernández, social cristiano perdedor en 1988 con el social demócrata Carlos Andrés Pérez, en tiempos de complicidad simuladora y corrupta del bipartidismo alternativo venezolano disimulócrata.
Fernández exagera la actual pobreza, para él no existió el desastre extremo que encontró Hugo Chávez en 1999. "El Tigre" hace alarde de la politiquería verbal que en 40 años pervertidos 1959-1999 hizo elecciones prometiendo cambiarlo todo, y no cambiaban nada en hipocritocracia "representativa" de acta mata votos. Solicita en 2020 gobierno de todos, dame mi parte y comparte como en la adecopeyanquicracia dependiente de los USA hasta 1999.
"El Tigre" disimulócrata no ha cambiado. Durante su campaña electoral le disgustó una de mis preguntas en entrevista radial en Maracay, para sacarle el cuerpo a la interrogante adujo "no me acuerdo de eso porque era muy niño entonces". Al indicarle que era mayor que yo por haber nacido en 1940 y mi persona en 1941, respondió jactancioso "lo que pasa es que tú estás echaíto a perder", respetuosamente le riposté que había trabajado duro en mi vida; alegoría al trabajo del político comparado con cualquier otro tipo de actividad.
Me complace echar el cuento en este siglo XXI cerca del cumpleaños 81 de "El Tigre", sus respuestas nos aclaran lo que fue en gobiernos puntofijistas de actuación similar a gallinas que en su hábitat las de arriba defecan a las de abajo, alimentadas para la postura y que hagan escándalo de lo poco o de lo mucho que pongan. Es sin equívocos el atraso cuarto republicano de 40 años de conchupancia creyendo gafo al pueblo hábil, revolucionario independentista, bolivariano y antiimperialista liberador.
Blanquiverdes o verdiblancos defraudaron a Venezuela y hoy no se pronuncian contra la piratería gringa, los asaltos a buques para impedir que nos traigan medicinas, gasolina, alimentos, repuestos, etc. "El Tigre" afirmó que no tenemos máquinas automatizadas para el voto, en su chochera declarativa olvidó que por los incendiarios del depósito del CNE en Mariches, la nación gastó un dineral en nuevas máquinas automatizadas para los comicios del 6 de diciembre 2020.
Al abstencionismo Eduardo Fernández lo aupa indirectamente al culpar a Maduro y por lo visto sentirse perdido ante el socialismo. Viejos y nuevos social cristianos y social demócratas, nunca osan criticar a su amo del norte causante de nuestras desgracias hiperinflacionarias y del ambiente hostil a Venezuela que respaldan apenas menos de la cuarta parte del total de países de la ONU.
Anuncian que pedirán divisas al FMI, Banco Mundial y otros depredadores salvajes, acostumbrados a comisiones y negocios. Endeudarnos a cambio de su entrega patria justificarían que hemos perdido propiedades petroleras en el exterior, oro y cuentas bancarias, a manos de unos pillos a los que en la oposición critican estratégicamente, aunque en el fondo se insultan y alterados se desunen, sumidos en un océano de inconvenientes letales que nos perjudican a todas y todos.
En retroceso político no reconocen errores disimulócratas de los presidentes asesinos o cuando menos torturadores: Betancourt Bello, Leoni, Caldera Rodríguez, Carlos Andrés, Herrera Campíns, Jaime Lusinchi, Caldera II y CAP II, mencionan a Chávez de pasadita descalificándolo, y proponen un gobierno en fórmula integral, para volver a ser amamantados por el Estado. Denuncian que hoy no tenemos dinero en el bolsillo, disimulando la cuota que les toca por ayudar a ahogar al país y culpar al socialismo.
Administraciones adecopeyanas en las que la maternidad caraqueña Concepción Palacios albergaba a 2 parturientas por cama, y era monumental el abandono a los desposeídos. Industriales, comerciantes, negociantes, dueños de periódicos, radios y televisoras incluían sus fichas en el Poder Legislativo, y dominando a politiqueros electos o designados en la imbecilocracia prosternada al gran capital y el cuánto hay p´a eso, aprobaban las leyes que les convenían, ojo con un nuevo engaño el 6-D 2020, como ocurrió en Diciembre 2015. Sigamos en paz.