Nicolás Maduro y la desaparición de revolucionarios ¿Dónde está Carlos Lanz?

La desaparición de líderes revolucionarios y activistas del movimiento popular fue una norma impuesta durante el gobierno de Raúl Leoni, el más sanguinario de todos los gobernantes "democráticos" (y que sin embargo hoy pretenden recordarlo como un "estadista"), y continuada por los posteriores gobiernos de AD-Copei hasta 1999.

Entre esos desaparecidos podemos mencionar, sólo en los años 1964 y 1965, a Rubén Darío Alvarez, Víctor Soto Rojas, Trino Barrios, Alejandro Galvez, Agustín Russo, Heriberto Cartagena, José Ortega, Leonardo Gómez, José Hernández, Roberto Maldonado, Leonel Gómez, César Vargas, Silverio Puertas, Pedro Callejas, Beltrán Liberón, Alvaro Castillo, Tomás Romero Ceballos, Francisco Fernández, Felipe Malaver, Andrés Pasquier, Roger Zapata, Octavio Romero, Gabriel Andarcia, Donato Carmona, César Burguillos, Arnaldo Rafael Fernández, Rubén León Rodríguez, Alberto Lovera, Dilio José Ojeda, Ramón Salvador Pasquier, José de Jesús Mata, Eduardo Mijares, Carlos Guillermo Rodríguez. Datos que extraigo del muy importante libro "La lucha social y la lucha armada en Venezuela", cuya autora es mi apreciada amiga y compañera de la lucha clandestina en Caracas en los 80, la historiadora Elia Oliveros Espinoza.

Hoy en la Venezuela "socialista" y "obrerista" de Nicolás Maduro también se presentan casos de revolucionarios y activistas sociales desaparecidos. Como Alcedo Mora, Esneider Vergel y Eliécer Vergel, desaparecidos el 27 de febrero de 2015 en el Estado Mérida, y por los cuales el gobierno nunca se ha dignado aportar ninguna información, ni ha dado a conocer de manera pública los resultados de las investigaciones a las cuales se vio obligado a realizar cuando se sintieron presionados por la denuncia que los familiares de Alcedo Mora realizaron en 2016 ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Pero ni aun así el gobierno de Nicolás Maduro se ha dignado informar al país sobre el destino de Alcedo Mora y los hermanos Vergel. Meses antes de su desaparición, Alcedo Mora había realizado de manera pública y ante varias instituciones una serie de denuncias sobre irregularidades en el manejo y posible contrabando de combustible en las instalaciones de PDVSA en el estado Mérida. Este caso, a casi seis años de haberse producido, constituye una desaparición forzada con absoluta impunidad, en la cual el Estado venezolano se ha desentendido completamente y actúa en los hechos como encubridor de los perpetradores de este horrendo crimen, que muy probablemente hay que buscar en funcionarios corruptos de PDVSA y sectores militares que pudieran tener implicación en las denuncias que realizaba Alcedo Mora.

Hoy en 2020 Venezuela ha sido sacudida de nuevo por otra desaparición, la del dirigente revolucionario Carlos Lanz Rodríguez, secuestrado en su casa el 8 de agosto y del cual hasta hoy no se tiene ninguna noticia de su paradero. Como afirma su esposa, la también luchadora social y educadora, Mayi Cumare, el caso de Carlos Lanz implica dos secuestros simultáneos. El secuestro físico al desaparecerlo por más de dos meses; y el secuestro de la información por parte del Estado, que no informa sobre los avances de las investigaciones realizadas (ver: Mayi Cumare habla sobre la desaparición de su esposo: Carlos Lanz. 24/10/2020. https://contrapunto.com/especiales/entrevistas-ctp/mayi-cumare-habla-sobre-la-desaparicion-de-su-esposo-carlos-lanz/).

Hasta el día de hoy, 28 de octubre de 2020, el gobierno de Nicolás Maduro se ha desentendido totalmente en cuanto a la desaparición de Carlos Lanz, al igual que lo ha hecho con la desaparición de Alcedo Mora y los hermanos Vergel. Resulta incomprensible que siendo Lanz una ficha política importante como seguidor y colaborador del gobierno de Maduro en diversos campos de la inteligencia social y asesoría policial-militar (como lo han afirmado sus camaradas y amigos cercanos, y que de hecho era de conocimiento público), el gobierno de Maduro no se haya manifestado en ese caso acusando como posibles responsables a la extrema derecha representada en Guaidó y compañía.

Maduro ha pasado estos ocho años echándole la culpa al imperio y sus aliados internos por todo lo que ocurre en Venezuela. Desde supuestos ataques "cibernéticos" contra instalaciones hidroeléctricas, atentados con armas "extrañas" contra la industria petrolera, y ataques con drones de segunda clase, Maduro y sus ministros han aprovechado sus propias omisiones y accidentes industriales derivados de la incompetencia de muchos de sus funcionarios, para acusar al imperio de ser el único responsable del colapso industrial en las principales empresas del estado venezolano.

Es muy extraño que en esta desaparición de Carlos Lanz, que en términos reales es un objetivo histórico del imperio yanqui y sus aliados criollos por las acciones revolucionarias en las que participó durante la lucha armada en las décadas de 1960 y 1970, y que por tanto esas fuerzas pro-imperialistas son las primeras sospechosas de haber secuestrado a Lanz como una especie de venganza y cobro de factura por su pasado revolucionario, no obstante hasta el presente ni Maduro ni ningún otro alto funcionario de su gobierno ha insinuado siquiera que la derecha imperialista es la que pudiera estar detrás de la desaparición de Lanz.

Un sospechoso silencio, que la esposa de Carlos Lanz denomina "secuestro informativo", es lo que prevalece hasta ahora de parte del gobierno de Maduro.

Más sospechoso aun cuando un miembro de la dirección nacional del PSUV, William Fariñas, denunció hace unas semanas que el general Cesar Mejías Camacaro, quien según él (y confirmado por Mayi Cumare) era el encargado de mantener el vínculo comunicacional entre las fuerzas armadas venezolanas y las labores de asesoría en materia de inteligencia que realizaba Lanz, se encuentra detenido en la DGCIM desde hace ya más de un mes (https://contrapunto.com/nacional/sucesos/farinas-afirma-que-detuvieron-a-un-general-por-desaparicion-de-carlos-lanz/). Sin que el gobierno de Maduro haya informado nada sobre las causas de esta detención. Fariñas en su denuncia dio a entender que esa detención estaba relacionada con la desaparición de Lanz.

Es necesario decir también que es muy raro que si la desaparición de Lanz fue realizada por algún grupo clandestino actuando a nombre de intereses pro-imperialistas, hasta ahora, nadie haya reivindicado esa acción. Sabiendo que intereses capitalistas del norte, afectados en el pasado por las acciones revolucionarias de Lanz, pudieran haber financiado un posible secuestro de Lanz, a manera de cobro de viejas deudas, sin embargo no deja de llamar la atención el silencio absoluto existente después de su desaparición. Lo lógico es que si hubiera sido una especie de "comando imperialista" el autor del secuestro, hubiera dado a conocer una declaración pública asumiendo esa responsabilidad y explicando sus objetivos.

Lo que ha afirmado la fiscalía sobre la desaparición de Lanz se resume, en palabras de Tarek William Saab (ver: Fiscalía descarta hipótesis de secuestro de Carlos Lanz y coordina con Interpol en su búsqueda. https://www.aporrea.org/ddhh/n358321.html) :

  • Su desaparición no es un secuestro.

  • Se produjo una extraña llamada desde Canadá (Mayi Cumare aclaró esta semana que dicha llamada la realizó un individuo que ha vivido en Maracay y ahora reside en Canadá, pero la fiscalía hasta ahora no ha explicado nada de las investigaciones al respecto).

  • La fiscalía pidió una "alerta amarilla" a Interpol, que se usa para el caso de desapariciones en el extranjero. El fiscal no especificó la causa concreta de esa alerta amarilla. (Mayi Cumare indica en un reciente video que no entiende la razón de esa alerta amarilla, y cree que es para pedir la extradición del individuo que llamó desde Canadá).

  • La fiscalía incorporó al "equipo" de investigación un psiquiatra y utilizó un polígrafo en los interrogatorios.

Para cualquier individuo pensante, es obvio que estas declaraciones del Fiscal Saab constituyen una burla a la inteligencia de la opinión pública, y un insulto a la propia familia de Lanz. Porque claramente se insinúa que tras la desaparición pudieran haber problemas familiares, y no motivaciones de orden político.

Lo que ha afirmado públicamente la esposa de Carlos Lanz, Mayi Cumare, se resume en (ver: A 25 días de la desaparición de Carlos Lanz, carta pública de su compañera de vida. Texto completo: https://www.boltxe.eus/2020/09/02/venezuela-a-25-dias-de-la-desaparicion-de-carlos-lanz-carta-publica-de-su-companera-de-vida/ ) (Esposa de Carlos Lanz dice que su desaparición es forzada. https://quepasaenvenezuela.org/tag/lanz/) (A 24 días de la desaparición de Carlos Lanz, pido una audiencia con el Fiscal Nacional Tarek William Saab. https://www.aporrea.org/ddhh/a294675.html):

  • Su desaparición sí debe calificarse como secuestro o desaparición forzada.

  • "Carlos, desde hace rato venia pensando y reflexionando demasiado y eso no conviene a los que se oponen a la construcción de nuestros sueños y utopías".

  • "Muchos dicen que se exponía demasiado, quizá, pero ¿cómo hacía entonces para gritarle al mundo que entendiera que nos están destruyendo los sueños con planes perversos y alianzas diabólicas? ¿con errores que estamos cometiendo? ¿cómo hacía para que su verbo y su relato fuesen escuchados?".

  • El CICPC aborda la investigación como si fuera un caso de hampa común, donde hasta le hacen interrogatorios y pruebas de polígrafo a la propia familia de Carlos Lanz. Algunos de esos interrogatorios a la familia ha sido "amedrentadores, intimidatorios y atropelladores".

  • No ha existido investigación por parte de los organismos de inteligencia política del Estado (SEBIN, DGCIM). No se ha abordado el caso como un secuestro político.

  • El gobierno debe explicar por qué tiene detenido al general César Mejías Camacaro, y si existe relación entre esa detención y la desaparición de Lanz.

  • Los que se llevaron a Carlos Lanz son personas conocidas, porque deben haberlo llamado previamente para que el saliera hasta la calle (no era práctica en él salir de la casa sin avisar a la familia).

  • No ha podido entrevistarse con el Fiscal General y solicita con urgencia esa entrevista.

  • La desaparición de Carlos "pone en tela de juicio la revolución". Porque se demuestra la vulnerabilidad de la revolución, que en dos meses y medio no ha sido capaz de encontrar a Carlos Lanz. El socialismo tiene otros valores y otros principios que deberían garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.

  • Como familia decimos que estamos frente a dos secuestros. Uno, su secuestro físico, porque no lo vemos desde hace dos meses y medio. Pero también estamos en un secuestro desde el punto de vista de la información. El gobierno no nos informa nada sobre los avances de la investigación. Los familiares y el pueblo mismo tienen derecho a la información sobre este caso.

  • Carlos Lanz no está enfermo, no sufre de ninguna patología mental, no se autosecuestró, ni su familia directa lo tiene escondido, no necesita ningún reconocimiento personal, ni participará electoralmente como candidato en estas próximas elecciones, no aspira ningún cargo político, como se ha querido hacer ver, no está conspirando contra nuestro presidente Nicolás Maduro como subliminalmente algunos y algunas reformistas lo han dejado entrever, no es contrarrevolucionario, no sufre de alzheimer, no utiliza ningún tipo de drogas o antidepresivos. Carlos Lanz no posee bienes, ni fortunas por lo tanto a nadie le interesa quedarse con su herencia o cobrar rescate. No utiliza seudónimos ni pretende irse de su país.

  • Carlos Lanz representa un peligro para los infiltrados dentro de la revolución, para el imperio y para los enemigos de las transformaciones estructurales. Carlos Lanz es víctima de un secuestro político y fue traicionado por gente de confianza, quienes lo sacaron de su casa sano y sin violencia, quién sabe con qué propósito y bajo qué argumentos.

  • Exigimos que la desaparición forzada de Carlos Lanz posea mayor profundidad, agudeza y sea concebida como un secuestro político.

  • Nuestro estado Bolivariano y revolucionario, no puede permitir que prácticamente en nuestras narices, nos arrebaten a uno de nuestros referentes de lucha. Por ello hay que profundizar esta búsqueda.

Las declaraciones constantes de la esposa de Carlos Lanz, resumidas arriba, dejan claro que la exigencia de la familia va directamente al Estado venezolano. La pregunta qué resuena en toda Venezuela: ¿Dónde está Carlos Lanz?, va dirigida hacia el gobierno de Nicolás Maduro, que es el que debe responder.

Sobre esta extraña desaparición nosotros tenemos dos hipótesis. La primera ya la mencionamos antes, que se refiere a que agentes del enemigo imperialista, financiados y motivados por empresas o personas que hayan sido afectadas en el pasado por las acciones revolucionarias en las que participó Lanz, lo hayan desaparecido para cobrarle esas viejas deudas. Ya dijimos, sin embargo, que el hecho de que nadie aparezca reivindicando ese secuestro hace pensar que los responsables del mismo pueden estar en otra parte.

La segunda hipótesis, que se la hemos escuchado a muchos camaradas a nivel nacional, es que determinados grupos mafiosos dentro del alto gobierno, que se puedan sentir amenazados por la información de inteligencia que pudiera manejar Lanz sobre sus propias actividades al margen de la constitución y las leyes, lo hayan desaparecido para evitar la difusión interna o pública de esas acciones delictivas que comprometerían los altos cargos que usufructúan.

En esta segunda hipótesis nos encontraríamos con la ironía de que la necesaria revisión por la policía de las computadoras que Carlos Lanz tenía en su casa, haya podido servir también para detectar y desaparecer toda esa información sobre los malos pasos de determinados individuos o grupos dentro del alto gobierno.

Finalmente deseo aclarar que conozco a Carlos Lanz desde hace unos 40 años. Que desde 1989 y por unos 20 años participamos juntos en el proyecto político denominado como Desobediencia Popular – Proyecto Nuestra América – Movimiento 13 de Abril. Nos separamos en términos organizativos en virtud de nuestra incorporación al PSUV y la disolución del M13.

Pero desde hace unos cinco años dejamos de coincidir en la valoración del proceso político nacional, y mi opinión crítica sobre la conducta política de Lanz al seguir apoyando a un gobierno neoliberal y represivo como es hoy el de Maduro, la he publicado en las redes desde hace unos dos años. Mis diferencias políticas insalvables con Lanz no impiden que me preocupe por su suerte, ni por eso dejo de expresar mi solidaridad hacia sus familiares, con los cuales compartí momentos de riesgo y compromiso en los duros años de la cuarta república.

Es por ello que me uno a la exigencia que hoy debe hacérsele con mucha firmeza al gobierno de Nicolás Maduro: ¿DÓNDE ESTÁ CARLOS LANZ?



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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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