Contradicciones y confusiones del madurismo


Los discursos de funcionarios del gobierno o de los directivos del Psuv cada día se llenan más de contradicciones creando confusiones dentro de ellos mismos, en ese desesperado empeño de justificar todo lo que hacen.

En días pasados veíamos como Diosdado Cabello, atacaba verbalmente a los periodistas que fueron sacados del Alto Apure, de acuerdo a sus palabras al estar creando cizañas por los eventos allí sucedidos, amenazando además que los que se atreviesen a entrar a esa zona serian tratados como enemigos. Dos días antes Padrino López aseveraba que no habían detenido a ningún periodista, simplemente fueron sacados de allí para proteger sus vidas.
Mayor contradicción a nivel tan alto, da una idea de la falta de coordinación en las acciones políticas del entorno de Nicolás Maduro. No me atrevo a decir de la falta de autoridad de Maduro, porque de que manda, manda.

La gran concentración convocada por el presidente para el 19 de abril, en tiempos de pandemia. Es completamente injustificable, realizar esta demostración de fuerza en momentos de crisis. Con esto se comprueba el poco respeto que le tienen a la vida humana y por supuesto la contradicción de la palabra en relación a los hechos.

Regionalmente hay casos insólitos, lo sucedido en el Hospital de Guaraguao del Seguro Social en Puerto la Cruz, deja bien claro que la única preocupación el estado venezolano es mantenerse en Miraflores, gobernando eternamente como el gobierno cubano.

No es posible que destituyan a un médico del cargo de director para colocar a una trabajadora social, acción repetida porque con anterioridad lo hicieron en el Hospital de las Garzas. Será que estamos volviendo a los tiempos de Juan Vicente Gómez, donde era normal que el jefe civil fuese analfabeto, y la persona con cierto nivel de educación actuara como secretario.

El caso de un señor que se cree el alcalde eterno de Barcelona, Venezuela, que tiene como mecanismo de hacer política intentar regañar a quien lo critique o adversa. Porque eso le sube el autoestima, y si hace llorar al afectado como lo hacía con un asistente de apellido Rodríguez se siente más poderoso.

La situación se presentó en una emisora local iniciándose el episodio cuando el conductor de un programa matutino expresa que llamó al teléfono del exalcalde para oír su opinión sobre el reciente fallecimiento de un dirigente del Psuv.

Dice el periodista y locutor, que alguien contestó diciendo que no conocía a ese personaje, lo que le extrañó por la manera como el difunto había defendido al exalcalde. Manifestando a la vez que borró el número. Perfecto no habían pasado tres minutos, cuando el periodista le dice al operador, están tocando la puerta, no dejes entrar a nadie, debemos respetar las medidas de bioseguridad. Era el propio alcalde eterno quien en persona se presentó a la emisora, tal como si estuviese en la puerta de la radio, esperando hicieran el comentario. Indudablemente estaba dateado, alguien le informó que ese día el periodista criticaría lo sucedido.

El exalcalde comienza su derecho a réplica calificando al conductor de embustero, lo que alteró al periodista, diciendo que nunca dijo mentiras. El directivo del Psuv fue hasta con un guion preparado en la noche, donde llevaba fecha de la última conversación que tuvo con el locutor, realizada en el mes de agosto del año pasado.

Le muestra el teléfono, argumentando que no recibió llamada de él desde esa fecha por tanto, ese número al que él llamó el día anterior no era el de su teléfono. Posteriormente el exalcalde manifestó en vivo que un amigo le acababa de enviar un mensaje que fue a él a quien llamó y respondió que no opinaba porque no conocía al fallecido.

El locutor al final se disculpó, diciendo que él tenía ese número como el del exalcalde. Y la persona que contestó no dijo quién era y pasó lo que pasó. A todas estas uno se pregunta, un señor que actúa de forma altanera y casi amenazante puede aspirar ser gobernador o repetir en la alcaldía. Quizás por eso su propio partido en las pasadas elecciones lo vetó para la reelección. Del golpe anda tan aturdido y confundido que todavía es alcalde y le deben rendir pleitesías.


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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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