Maduro: 8 años de promesas y realidades

14 de abril, un año más del mandato de Nicolás Maduro, muchos pensaron que no tendría la fuerza para mantenerse tanto tiempo en Miraflores. Se equivocaron, en ese sentido el comandante supremo fue muy acertado. Internamente ha sabido demostrar su capacidad estratégica. No dejando cabos sueltos.

Hacia el país el sincronismo de las promesas, incluyendo hasta el llamado al dialogo hacen que gane tiempo. Si hasta cuando ofrece la realización de un referendo. Como si todos los partidos políticos no hubiesen sido divididos o sus directivos sancionados, razón por la cual tuvieron que salir al exterior.

Ya después de ensayar con La Misión Venezuela Bella, con un maquillaje a determinados sectores de la nación. Se monta en el proyecto de las ciudades comunales. Como la gran solución de los ciudadanos para vivir con todos los servicios y en un clima de seguridad social conjuntamente con sofisticados servicios de salud. Eso es lo que muchos se imaginan, en medio de esas ilusiones socialistas de nunca acabar.

Pero eso como si implicara la previa eliminación de algunas ciudades, específicamente en la que vivimos, Barcelona en Venezuela, allí pareciera que se está practicando una operación destrucción por inercia, no asfaltan ni las calles del centro. Imagínense la de los barrios, existe un sector denominado Barrio Bolívar que la calle principal no tiene huecos, existen son cráteres sin un centímetro de pavimentación.

En la planta de llenado de gas comunal, la gente sufre humillaciones para cancelar el llenado en dólares, a pesar de haber nombrado el protector del estado un nuevo gerente, supuestamente para poner orden. Entonces alimentan la esperanza de los pobres con unas supuestas ciudades comunales, seguramente allí vivirán solamente los que tengan carnet de la patria.

Claro que en estos años hay logros, no por lo del hambre y la pobreza, de eso a lo mejor culparan al bendito bloqueo. El gran éxito de Nicolás Maduro es la implantación del madurismo. Los chavistas pasaron a la historia, apenas quedan dos o tres de renombre. Diosdado Cabello, que si le llegan a quitar el programa queda virtualmente jubilado, desde allí todavía guapea, contradice al ministro de defensa, y se empeña en ser la conciencia de los militantes del Psuv.

Mary Pili Hernández, pega gritos desde su programa protestando por la forma de gobernar Maduro dejando entrever en cada palabra que Chávez nunca hubiese actuado de esa manera, y últimamente Pérez Pírela, que al fin dejó de nombrar tantos filósofos para criticar sin doble sentido entre otras cosas la anarquía de los buhoneros de Caracas.

Sortario Nicolás que lideres como Robert Serra, pasaron a otro plano, para muchos el verdadero sucesor de Chávez, William Lara, Lina Ron, el mismo Danilo Anderson, el general Muller Rojas y otros tantos que de repente hubiesen hecho que realmente se respetara la memoria de Chávez.

Al chavismo le pasó como a Guaido, pura pantalla y no ejerce, Chávez no porque esté muerto, sino que a mucha gente del Psuv no les conviene se sigan poniendo en práctica los principios del otrora máximo líder. No hay que caerse a mentiras esa posición la tiene Nicolás Maduro, se la ganó, se la regaló el propio Chávez es otro tema, pero él y solo él, es el máximo líder del socialismo del siglo 21 y del Psuv.

Lo del chavismo a estas alturas, es una ilusión a la cual maduro le sigue el juego, uno no sabe sí por conveniencia para que no se cree una matriz de traidor, o simplemente teme a que se le vuelva aparecer nuevamente aquel pajarito y le diga "Nicolás, renuncia, no has dado la talla".

 



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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