En las películas o en la vida real los delincuentes, organizados en bandas o no, siempre habrán de intentar cometer sus fechorías ante el menor número de testigos posibles, protegiendo su identidad y evadiendo cualquier enfrentamiento con la fuerza pública.
Eso es una norma de funcionamiento.
Ante esta realidad, del tamaño de una montaña, necesario es preguntarse ¿por qué la banda del coqui hace lo contrario? ¿Por qué su alarde público de poder de fuego? ¿Por qué atacar la sede de cuerpos policiales?
Si normalmente el objetivo de los delincuentes es captar dinero ¿por qué el coqui y sus malandros lo derrochan tan pendejamente disparando miles de proyectiles al aire?
No creemos que alguien tenga alguna duda de que el comportamiento de esta banda es inusual y tampoco que el coqui creyera que estaba en capacidad de enfrentar con éxito al poder militar y policial del Estado.
Entonces ¿están locos el coqui y los miembros de su banda?
No, definitivamente por allí no va la cosa.
El coqui forma parte de una estrategia POLÍTICA.
Una estrategia destinada a desprestigiar, desestabilizar y eliminar el respaldo popular al gobierno.
Pocas cosas pueden lograr ese objetivo mejor que la violencia. ¿Recuerdan aquellos dias en los que los medios reseñaban y abultaban las muertes por causas naturales como producto de acciones del hampa?
Eso tenía el objetivo ya mencionado. Buscaban crear miedo, angustia, zozobra.
Nada desligitima más a un gobierno que la sensación de inseguridad en el seno de la población y ese ha sido siempre un objetivo de la derecha venezolana. Recuerden el terror que crearon con su violencia guarimbera.
Bueno, el coqui está en el centro de esa estrategia.
Por eso el comportamiento inusual de la banda, por eso sus desplantes, por eso tanto alarde, por eso tanto derroche.
El plan siempre ha sido evidenciar la existencia de un Estado fallido al que es necesario derrocar por cualquier via; generar malestar y rechazo en el seno del pueblo.
Era de esperarse que en algún momento en Estado venezolano haría lo que está haciendo, pero eso poco importa a los que pagan. Si cae el coqui ya encontraran a otra víctima/victimario.
Alexis Arellano
Julio 2021