Crítica ácida

Pueblo en desgracia ¿vámonos p´allá?



“Yo me voy p’a EE UU y de allá le mando dólares a mi mamá, ella vive tranquilita con los abuelos de lo que les da el gobierno”, le oí decir a un jovencito que si acaso tiene 18 años, juventud de mi patria que vive desinformada, en este caso el muchacho y su amigo caminaban delante de mí, ambos con los tapabocas guindando del cuello. Desde mis 80 años, seis meses y tres semanas, sentí que podría decirles una noticia que acababa de leer por internet, en La Florida un vocero de la funeraria “Newcomer Funeral Hommes” dijo a periodistas que deben retrasar las reuniones de familias en los funerales, porque no tienen empleados suficientes, quienes no asisten por temor a la pandemia.

En el estado La Florida hasta el 23 de agosto 2021 fallecieron 42 mil 722 personas desde el 1 de marzo 2020, alza en hospitalizaciones con 16 mil 820 internados en la fecha citada, todos por la covid-19 que marcó record el lunes 23. De acuerdo con agencias federales, 94 % está en las unidades de cuidados intensivos para adultos. En otra funeraria de La Florida se apilan los féretros y la situación se asemeja a lo que un periodista vivió en Guayaquil, Ecuador, horrorosa perspectiva que en Venezuela no ha ocurrido, pero en la peleadera politicoide no se enteran nuestros habitantes, debido a la polarización indigesta del periodismo privado, increíblemente comprometido con hacer ver que solo un cambio de gobierno es la solución.

La costumbre de la población es criticar a todos los gobiernos electos prácticamente desde el mismo momento que asumen, una anécdota de las que suelo narrar en estas opiniones tiene como protagonista un ciudadano extranjero que vivió en nuestra nación y fue exitoso creador de Latinoamericana de Seguros, Orlando Castro Yánez, a quien por casualidad conocí antes de hacerse empresario. Fue en un establecimiento público frente a la Plaza Altamira en Caracas, hace unos cincuenta años. Acababa de llegar a Venezuela desde su Cuba natal y la conversación se fue por el tema político con 2 personas que le acompañaban, en la barra se ubicó a mi lado y me pidió opinión, lo apoyé sin conocerlo y les cuento por qué.

Castro Yánez afirmó que el problema de las y los venezolanos era que se dedicaban a criticar amargamente al presidente y el gobierno de turno, y terminaban diciéndole a quienes llegaban al país, “hubieses venido antes en el gobierno de fulano”. El cubano estimaba que en lugar de trabajar por el país, como debe ser, nosotros los criollos somos críticos en extremo, pero si nos daban un cargo en el gobierno de turno, era una especie de regla general heredada, trabajar para el estado venezolano y en realidad hacerlo lo menos posible, no esforzarse y si disfrutar, vacacionar y sacarle el cuerpo a las funciones que nos encomendaban.

Sigue siendo cierta esa opinión de aquel ciudadano que a la postre se enredó con determinada corriente política venezolana, fue preso en los EE UU, no era de izquierda, y al salir libre volvió a Venezuela, tuvo el programa de televisión “Aquí estamos y aquí seguimos”, y finalizó sus días debido a una enfermedad. Reitero que nos dejemos de hablar tanta pendejada y pongamos corazón a lo que afortunadamente tenemos en esta tierra de gracia, comprometida inútilmente por políticos de oficio en complicidad con empresarios e industriales, y luego de algunos años de inacción, ahora acepta como debe ser sin irrespeto al Presidente, laborar cada quien en lo suyo, lo que nos augura beneficio para todos. Lo creo, con el legado y el morral de Chávez en mi disposición mental revolucionaria, socialista, bolivariana y venezolana antiimperialista.


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Luis Sánchez Ibarra


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