En el marco de la segunda ronda de diálogos y acuerdos entre el Gobierno Bolivariano de Venezuela y las oposiciones políticas que se realizan en México, trascendió un acuerdo parcial «en la búsqueda del bienestar social en Venezuela».
Acorde al documento difundido por las instancias acompañantes, el acuerdo parcial anunciado va en el espíritu de generar victorias tempranas en las negociaciones y refiere varios ejes vinculados a la situación de bloqueo contra Venezuela, entre otros temas.
Uno de estos resaltó por aludir que las partes continuarán la discusión referida a «la protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, incluyendo los Derechos Especiales de Giro, dispuestos para tal fin por el Fondo Monetario Internacional», reza la publicación. Las partes acuerdan continuar debatiendo este ítem en la próxima cita, el 24 de septiembre.
La mala interpretación del documento encontró asidero inmediato en la opinión pública del país, siendo manipulado políticamente y refiriendo de manera falaz, que las partes pactaron un acuerdo de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, tal argumentario también obedeció en gran medida al desconocimiento del mecanismo de Derechos Especiales de Giro (DEG) del ente financiero.
DEFINICIÓN Y OBJETO DE LOS DEG
Acorde al propio Fondo Monetario Internacional (FMI) desde su sitio web, los mecanismos de DEG fueron creados en 1969. El DEG fue desarrollado como una reserva internacional complementaria y pueden ser empleadas, según el ente, para «desempeñar un papel crucial al proporcionar liquidez y complementar las reservas oficiales de los países miembros».
Derechos especiales de giro que tiene Venezuela (DEG) El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. ... El valor del DEG se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar de EE. UU., el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
El DEG es utilizado como unidad de cuenta por el FMI y otros organismos internacionales. Básicamente consiste en instrumentos de papel, con facultad de ser intercambiados por un monto determinado en cualquiera de las monedas que integran la canasta de reservas del FMI.
Según el FMI, «el DEG no es ni una moneda ni un crédito frente al FMI. Más bien representa un derecho potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. El DEG se puede canjear por monedas de libre uso».
La fórmula del FMI es controvertida, pero legal en las prácticas del capitalismo financiero internacional. Esto debido a que el ente crea, prácticamente de la nada y sin respaldo, papeles que representan ingentes cantidades de recursos. Seguidamente estos instrumentos, en manos de los países, son canjeados por dinero líquido.
Los DEG tienen un precedente de uso reciente, concretamente en 2009 cuando varios países fueron beneficiados por este mecanismo para paliar la crisis financiera que estalló en 2008.
Ahora, con la crisis sanitaria por la covid-19, desde 2020 se venía discutiendo la posibilidad de que se emitieran DEG para ayudar a los países, pero la Administración Trump se opuso, entendiendo que Estados Unidos es el principal financista del FMI.
Durante 2021 la propuesta se siguió desarrollando y el 2 de agosto se anunció que los DEG se usarán en una «histórica» asignación de recursos a los países por esta vía.
Se aprobó un monto de 650 mil millones de dólares, que serán distribuidos a los países de manera proporcional, acorde al tamaño de su economía. La medida entró en vigencia el pasado 23 de agosto.
El objeto de la medida tiene alcances y objetivos geopolíticos, como el de relanzar el «liderazgo» del viejo sistema financiero internacional. También tiene el objeto de reimpulsar y estimular la economía mundial dado el acumulado que ha dejado la pandemia.
Sin embargo, el organismo prevé que los 190 países parte del FMI, Venezuela incluida, accedan a dichos instrumentos y por ende a los recursos señalados.
El 58% de los nuevos DEG serán para las economías «más avanzadas», afirma el FMI, y 42% pasará a países en vías de desarrollo o con economías emergentes.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1435548717944385536&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fmisionverdad.com%2Fvenezuela%2Fvenezuela-contraera-una-deuda-con-el-fmi-el-mismo-fondo-lo-aclara&sessionId=b3d7f112e3fb917ccdeef69cafed4a1d5646d1f6&theme=light&widgetsVersion=1890d59c%3A1627936082797&width=550px
VENEZUELA NO CONTRAERÁ DEUDA FRENTE AL FMI
Es indispensable aclarar que, tal como lo señala la instancia financiera, estos instrumentos no son de fondos reembolsables, o no revisten en mecanismos de retorno de los recursos al ente financiero. Por lo tanto, los recursos que podría recibir Venezuela no representan una deuda clásica o establecida mediante mecanismos de préstamo.
La fórmula de cálculo implementada por el FMI sugiere que Venezuela podría recibir unos 5 mil 100 millones de dólares en DEG, que podrán usarse a discrecionalidad por las autoridades venezolanas. Y es que este es un asunto importante; en este caso, por no tratarse de un financiamiento regular, no hay condiciones impuestas por el organismo a los 190 países que podrán recibirlos.
De acuerdo al anuncio del FMI sobre la aprobación de los DEG, la utilización de los recursos dependen de cada país, que podrá elegir si respaldar su economía, aumentar sus reservas o intensificar la lucha contra la pandemia. La instancia sólo impone criterios e instrumentos para verificar el uso transparente de los fondos.
Esto implica que no hay pérdida de soberanía ni de autonomía para Venezuela, si llegara a acceder a estos fondos.
La imposibilidad de que Venezuela accediera a esos recursos, por razones del bloqueo, ya había sido difundida desde hace meses, justo cuando los países debatían si se aprobaban los DEG tal como ya ha ocurrido.
El portal de noticias financieras estadounidense Bloomberg publicó en abril de este año que Venezuela quedaría excluida de acceder a esos recursos «por conflicto de legitimidad» sobre el Gobierno Bolivariano.
Bloomberg dijo que parlamentarios republicanos, como los senadores Pat Toomey y John Kennedy, presionaron a la Administración de Joe Biden en su rol de país más influyente en el FMI, «para que evitará la inclusión de Maduro en el programa».
Los parlamentarios dijeron a la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, que debía «oponerse a la inyección de reservas (al Banco Central de Venezuela), con el argumento de que se recompensará a Maduro», recalcó Bloomberg.
En efecto, en las condiciones de bloqueo que persisten sobre Venezuela, el acceso a dichos recursos sería algo virtualmente imposible por parte de las gestiones de la autoridades legítimas del país, a menos que esto sea zanjado mediante un acuerdo político con las oposiciones en México, tal como será discutido.
Aunque esta discusión está prevista para el 24 de septiembre y suponiendo que pueda haber un acuerdo entre el chavismo y las oposiciones en Ciudad de México, la discrecionalidad del FMI para asignar los recursos podría evolucionar en otras fórmulas de exclusión. Todo está por verse.
Lo que no debe estar bajo discusión, dado que se trata de un asunto cristalino, es que Venezuela no estará comprometida ni sujeta a obligaciones con el FMI si accede a esos recursos.
Por el contrario, acceder a ellos servirá como un establecimiento de hecho del debilitamiento del cerco financiero contra el país y servirá para la liberación de las amarras institucionales internacionales que se ciernen sobre la economía venezolana.
VENEZUELA podrá solicitar( DEG) Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional ( FMI ).
En el marco de la segunda ronda de diálogos y acuerdos entre el Gobierno Bolivariano de Venezuela y las oposiciones políticas que se realizan en México, trascendió un acuerdo parcial «en la búsqueda del bienestar social en Venezuela».
Acorde al documento difundido por las instancias acompañantes, el acuerdo parcial anunciado va en el espíritu de generar victorias tempranas en las negociaciones y refiere varios ejes vinculados a la situación de bloqueo contra Venezuela, entre otros temas.
Uno de estos resaltó por aludir que las partes continuarán la discusión referida a «la protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, incluyendo los Derechos Especiales de Giro, dispuestos para tal fin por el Fondo Monetario Internacional», reza la publicación. Las partes acuerdan continuar debatiendo este ítem en la próxima cita, el 24 de septiembre.
La mala interpretación del documento encontró asidero inmediato en la opinión pública del país, siendo manipulado políticamente y refiriendo de manera falaz, que las partes pactaron un acuerdo de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, tal argumentario también obedeció en gran medida al desconocimiento del mecanismo de Derechos Especiales de Giro (DEG) del ente financiero.
DEFINICIÓN Y OBJETO DE LOS DEG
Acorde al propio Fondo Monetario Internacional (FMI) desde su sitio web, los mecanismos de DEG fueron creados en 1969. El DEG fue desarrollado como una reserva internacional complementaria y pueden ser empleadas, según el ente, para «desempeñar un papel crucial al proporcionar liquidez y complementar las reservas oficiales de los países miembros».
Derechos especiales de giro que tiene Venezuela (DEG) El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. ... El valor del DEG se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar de EE. UU., el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
El DEG es utilizado como unidad de cuenta por el FMI y otros organismos internacionales. Básicamente consiste en instrumentos de papel, con facultad de ser intercambiados por un monto determinado en cualquiera de las monedas que integran la canasta de reservas del FMI.
Según el FMI, «el DEG no es ni una moneda ni un crédito frente al FMI. Más bien representa un derecho potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. El DEG se puede canjear por monedas de libre uso».
La fórmula del FMI es controvertida, pero legal en las prácticas del capitalismo financiero internacional. Esto debido a que el ente crea, prácticamente de la nada y sin respaldo, papeles que representan ingentes cantidades de recursos. Seguidamente estos instrumentos, en manos de los países, son canjeados por dinero líquido.
Los DEG tienen un precedente de uso reciente, concretamente en 2009 cuando varios países fueron beneficiados por este mecanismo para paliar la crisis financiera que estalló en 2008.
Ahora, con la crisis sanitaria por la covid-19, desde 2020 se venía discutiendo la posibilidad de que se emitieran DEG para ayudar a los países, pero la Administración Trump se opuso, entendiendo que Estados Unidos es el principal financista del FMI.
Durante 2021 la propuesta se siguió desarrollando y el 2 de agosto se anunció que los DEG se usarán en una «histórica» asignación de recursos a los países por esta vía.
Se aprobó un monto de 650 mil millones de dólares, que serán distribuidos a los países de manera proporcional, acorde al tamaño de su economía. La medida entró en vigencia el pasado 23 de agosto.
El objeto de la medida tiene alcances y objetivos geopolíticos, como el de relanzar el «liderazgo» del viejo sistema financiero internacional. También tiene el objeto de reimpulsar y estimular la economía mundial dado el acumulado que ha dejado la pandemia.
Sin embargo, el organismo prevé que los 190 países parte del FMI, Venezuela incluida, accedan a dichos instrumentos y por ende a los recursos señalados.
El 58% de los nuevos DEG serán para las economías «más avanzadas», afirma el FMI, y 42% pasará a países en vías de desarrollo o con economías emergentes.https://platform.twitter.com/embed/Tweet.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-0&features=eyJ0ZndfZXhwZXJpbWVudHNfY29va2llX2V4cGlyYXRpb24iOnsiYnVja2V0IjoxMjA5NjAwLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X2hvcml6b25fdHdlZXRfZW1iZWRfOTU1NSI6eyJidWNrZXQiOiJodGUiLCJ2ZXJzaW9uIjpudWxsfSwidGZ3X3NwYWNlX2NhcmQiOnsiYnVja2V0Ijoib2ZmIiwidmVyc2lvbiI6bnVsbH19&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1435548717944385536&lang=es&origin=https%3A%2F%2Fmisionverdad.com%2Fvenezuela%2Fvenezuela-contraera-una-deuda-con-el-fmi-el-mismo-fondo-lo-aclara&sessionId=b3d7f112e3fb917ccdeef69cafed4a1d5646d1f6&theme=light&widgetsVersion=1890d59c%3A1627936082797&width=550px
VENEZUELA NO CONTRAERÁ DEUDA FRENTE AL FMI
Es indispensable aclarar que, tal como lo señala la instancia financiera, estos instrumentos no son de fondos reembolsables, o no revisten en mecanismos de retorno de los recursos al ente financiero. Por lo tanto, los recursos que podría recibir Venezuela no representan una deuda clásica o establecida mediante mecanismos de préstamo.
La fórmula de cálculo implementada por el FMI sugiere que Venezuela podría recibir unos 5 mil 100 millones de dólares en DEG, que podrán usarse a discrecionalidad por las autoridades venezolanas. Y es que este es un asunto importante; en este caso, por no tratarse de un financiamiento regular, no hay condiciones impuestas por el organismo a los 190 países que podrán recibirlos.
De acuerdo al anuncio del FMI sobre la aprobación de los DEG, la utilización de los recursos dependen de cada país, que podrá elegir si respaldar su economía, aumentar sus reservas o intensificar la lucha contra la pandemia. La instancia sólo impone criterios e instrumentos para verificar el uso transparente de los fondos.
Esto implica que no hay pérdida de soberanía ni de autonomía para Venezuela, si llegara a acceder a estos fondos.
La imposibilidad de que Venezuela accediera a esos recursos, por razones del bloqueo, ya había sido difundida desde hace meses, justo cuando los países debatían si se aprobaban los DEG tal como ya ha ocurrido.
El portal de noticias financieras estadounidense Bloomberg publicó en abril de este año que Venezuela quedaría excluida de acceder a esos recursos «por conflicto de legitimidad» sobre el Gobierno Bolivariano.
Bloomberg dijo que parlamentarios republicanos, como los senadores Pat Toomey y John Kennedy, presionaron a la Administración de Joe Biden en su rol de país más influyente en el FMI, «para que evitará la inclusión de Maduro en el programa».
Los parlamentarios dijeron a la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, que debía «oponerse a la inyección de reservas (al Banco Central de Venezuela), con el argumento de que se recompensará a Maduro», recalcó Bloomberg.
En efecto, en las condiciones de bloqueo que persisten sobre Venezuela, el acceso a dichos recursos sería algo virtualmente imposible por parte de las gestiones de la autoridades legítimas del país, a menos que esto sea zanjado mediante un acuerdo político con las oposiciones en México, tal como será discutido.
Aunque esta discusión está prevista para el 24 de septiembre y suponiendo que pueda haber un acuerdo entre el chavismo y las oposiciones en Ciudad de México, la discrecionalidad del FMI para asignar los recursos podría evolucionar en otras fórmulas de exclusión. Todo está por verse.
Lo que no debe estar bajo discusión, dado que se trata de un asunto cristalino, es que Venezuela no estará comprometida ni sujeta a obligaciones con el FMI si accede a esos recursos.
Por el contrario, acceder a ellos servirá como un establecimiento de hecho del debilitamiento del cerco financiero contra el país y servirá para la liberación de las amarras institucionales internacionales que se ciernen sobre la economía venezolana.