Para acercarnos al hoy, tenemos que conocer nuestro espacio, nuestro tiempo, nuestra geografía y nuestra historia; conocer es importante para evitar que algunos errores y atrocidades se repitan en el espíritu a veces calamitoso del ser humano. Olvidar, es un riesgo sin compensación.
Para concebir ¿Del porqué, estamos por aquí en estos espacios?, para explicarlo, hay que dar pasos atrás; importante volcar la vista a la época colonial. Es sustancial entender el proceso económico e ideológico que allí aconteció, procesos que nos colocaron en estos recodos que hoy ocupamos.
Tener mayor o menor riqueza, mayor o menor influencia, práctica común de la iglesia y la monarquía, terció marcadamente en el proceso de asentamiento social y político que se dio en cada región. Detrás de toda conquista. existe como columna natural, un concepto existencial e ideológico que le rige y, con ello: la muerte, la violación, el miedo, la humillación.
Para mirar el 12 de octubre, so sólo hay que mirar a España. Para ese entonces discutido, Castilla y León, requería ser oportunista de la riqueza rápida y, para ello, estaban llenos de una historia, historia de más derrotas que triunfos, pero que les había brindado y permitia el disparo de los arcabuces, lanzas manejadas con destreza guerrera, espadas afiladas en 800 años de larga guerra musulmana.
Para finales de 1400, en España, Francia Italia y el resto del mundo occidental, el máximo exponente del poder era el papa; España era su máximo sostenedor. Excepto Inglaterra, país que difería de los europeos, para los ingleses cualquier papista era su enemigo, por ello los europeos eran sus enemigos.
Los españoles eran una especie llena de ambición, ávida, ansiosa de sueños abrillantados, se hacían acompañar de un Dios que les juzgaba y luego fácilmente les perdonaba, cuestión que muy bien Alejandro II había puesto en práctica y promulgado, como representante y dueño del orbe
Ante las diferencias y la necesidad de imponer su ideología, en las tierras que les quedaban, ya que, en el mundo asiático y árabe, los turcos se lo habían impedido; requerían oro y plata, y estaban quebrados. Toda aplicación, ya sea tecnológica o ideológica, requiere dinero.
Cuando vinieron a América, el principal interés de Castilla y León (Ahora España), fue el pillaje económico de las colonias aborígenes conquistadas; ello fue camuflado, disimulado bajo el manto de la cristiandad.
Ante ello, una iglesia quebrada, tenía un papa pragmático, El Papa Alejandro VI, llamado Rodrigo de Borja y Borja; Roderigo Borgia en su versión italiana. Éste, desarrolla La Bula Inter Caetera, la cual tuvo una enorme importancia al definir los territorios entregados a Castilla y León como "Todas las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir, halladas y por hallar, hacia el occidente y mediodía, haciendo y constituyendo una línea desde el Polo Ártico, es decir el septentrión, hasta el polo antártico, o sea el Mediodía, que estén tanto en tierra firme como en islas descubiertas y por descubrir hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual línea diste de cualquiera de las islas que se llaman vulgarmente de los Azores y Cabo Verde cien leguas hacia occidente y el mediodía". Én su visión pragmática y sin dogmas ante la vida, engendra cuatro hermosos hijos con Vanozza Catanei: Juan, César, Lucrecia y Jofre; hombre claro ante la belleza de la vida.
Ese mirar y practica laica, más los conocidos avatares con la bellísima Lucrecia, su hija, a la que Alejandro utiliza como moneda de cambio de su política, casándola y descasándola mediante anulaciones y asesinatos con los más siniestros personajes de la política de su época; explica un particular mirar sobre el mundo recién descubierto, lo que le da afanes políticos y económicos muy particulares, más que religiosos, sobre esta raza o nueva especie descubierta, ese 12 de octubre; ello, es una premisa a tomar en cuenta por aquellos acólitos de la cristiandad, que hacen de la toma de América, un hecho natural y fortuito en el tiempo.