El primero fue haberse convertido en defensor de Alex Saab, en unión con Richard Arteaga y Luis Parra entre otros diputados. Llevando la carta de buena conducta de este comerciante colombiano, a varios países. Hecho que lo convirtió en figura nacional ganando audiencia en los medios de comunicación por una defensa agresiva, intentando atemorizar a los periodistas.
El segundo se refiere al haber traicionado a los electores que votaron por él eligiéndolo como representante de la oposición y en una jugada no explicada todavía, de la noche a la mañana hace coro con los chavistas para montar una directiva paralela de la Asamblea Nacional. De allí en adelante el exhibicionismo en la adquisición de costosos bienes personales, hacen pensar que se trató de una transacción económica.
El tercero encierra la falta de solidaridad en la investigación del asesinato de su amigo el periodista Jesús Flores Rojas (mejor conocido como El Pavo Flores), a la fecha no se conocen el nombre o los nombres de los autores intelectuales, pues los supuestos asesinos fueron abatidos al momento de capturarlos. Brito como concejal de la época en El Tigre tenía el poder para presionar en las investigaciones.
Cuarto, la irresponsabilidad de aspirar la gobernación del estado sin estar preparado para ese cargo. Ni contar con equipo de colaboradores con suficiente nivel para ejercer tan alta responsabilidad. Desafortunadamente para él, los que se incorporan bajan la guardia al descubrir personalmente como se maneja. Así sucedió con una señora que tuvo que vender una bicicleta por las redes al no tener como echar gasolina.
Quinto. O es que ya tiene comprometida la administración con su mentor David De Lima, para que traiga directores representantes de Alex Saab, y los socios personales de De Lima, provenientes del estado Aragua, pues a estas alturas suponemos que le deben quedar pocos amigos. Imagínense como sería ese nido de alacranes adonde llevarían al estado Anzoátegui.
El sexto pecado, es el no haber cosechado un liderazgo en El Tigre capaz de consolidar una candidatura propia a la alcaldía. Parece que le falló la estrategia de atemorizar a los tigrenses, ese afán de supuestamente influir para que sancionen a cuanta emisora de radio lo critique, conjuntamente con la imagen de guapo de barrio, le ha alejado la gente.
Siete, suplantar a los votantes por motorizados, especialmente en la ciudad de El tigre, pensando que todos están con él y haciendo ver que son habitantes de allá, cuando en realidad contrataron profesionales de las motos desde San Diego de Cabrutica, Pariaguán, Anaco, Cantaura hasta San José de Guanipa para dar la imagen de una grandiosa caravana, pagándoles por supuesto el día con su respectiva comida.
El octavo, es creer que reviviendo dinosaurios ganará algunas alcaldías, como en el caso de Anaco, ya Jacinto Romero Luna, no es aquel que bailaba ballet y salsa. La gente ni se acuerda de él. En Barcelona, Dennys Balza, el día que apoyo a Aristobulo perdió el respeto de los votantes, aparte de ser carga maletín de Antonio Cedeño (“El Papa”). En Puerto La Cruz, Marcos Figueroa es alacrán primero que Brito, la ciudad lo conoce, además por eso mismo estuvo muchos años retirado de la política. Dígame el de Lechería que ha pasado por cuatro partidos, quien puede creer en él.
El noveno, fue hacerle mucho caso a su asesor y jefe, en aquello de la imagen física, ya que la gordura lo hacía ver como un charcutero de tercera. Era necesario operarlo con Bay Pass para darle imagen de politólogo. Pero con esa campaña tan intensa pareciera que su salud corre peligro, ese empeño en demostrar anticipadamente la mentira que ya ganó, le puede traer consecuencias al organismo.
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