Gobierno no dfebe ceder ante amenaza de sindicalistas

El gobierno bolivariano por intermedio de su Ministro de Trabajo manifestó que una de las formas para resolver el problema del denominado “sicariato sindical” en Guayana, es democratizando el empleo y propuso para ello el sistema “SIDEM” que se usa en las petroleras. En realidad no conozco muy detalladamente ese sistema pero me dicen que es una especie de sorteo por computadora, las cuales se prestan a mucha suspicacia, puesto que la mayoría de los ciudadanos somos ignorantes a esos sistemas complicados y las tecnologías están para facilitar y hacer más transparentes las cosas (Cuando el técnico quiere) y no para complicarlas y crear mas confusión.

Comparto un método que se utilizo en las petroleras del sur del estado Anzoátegui en los años 99-00, que eran listas públicas abiertas para la inclusión de nuevas personas pero cerradas para su alteración u orden. Estas listas se pegaban en las sedes de las Inspectorias del Trabajo, portones y se publicaban en Internet con fines de ejercer sobre ellas contraloría social.
Pero para realizar este sistema de listas publicas abiertas para la inclusión respetando el orden y cerradas para su alteración, el gobierno debe imponerse al “derecho adquirido” de los sindicatos quienes han firmado cláusulas, en contrataciones colectivas, donde ellos controlan hasta el 75% de los empleos, de aquí parte la corrupción. Esta cláusula de contratación de personal los sindicatos dicen que forma parte de su autonomía.

“Zapatero a sus zapatos”, los sindicalistas jamás han debido firmar una cláusula de este tipo, que los convierte en contratistas, y si se hizo esto así fue por el sistema puntofijista de colaboración de clases en donde los sindicatos Cetevistas negociaron con Fedecamaras y el gobierno adeco-copeyano, con fines de formar un gobierno de “ancha base” (Puntofijismo propiamente dicho) para aislar sectores clasistas, revolucionarios y comunistas. La selección del personal debe ser una potestad de los patronos, ya que ellos son los responsables de la obra y los sindicatos a limitarse que la selección no sea discriminatoria ni el patrono utilice esa selección para agredir al sindicato y desplazar trabajadores locales. Pero los patrones venezolanos (Sin vergüenzas) convenieron en esa cláusula de contratación de personal por parte del sindicato, para defender “la democracia” de los sindicatos rojos.

Repito, para el gobierno imponer el sistema de listas democráticas, públicas y abiertas a la inclusión y cerradas para alterar su orden tiene que pasar por arriba de esas cláusulas populistas-burguesas de sindicalistas contratistas de personal al 75%; y para hacer esto de una forma legal debe decretar la emergencia en la zona de Guayana. Es que no se justifica suficientemente una emergencia laboral en Guayana cuando han muerto más de un centenar de obreros. Si esto no es un motivo suficiente para decretar la emergencia, entonces yo no entiendo que es la emergencia pública.

CONTROL DE “CONTRATISTAS” POR LISTAS ABIERTAS DE DESCRIPCION Y MONTOS DE LAS OBRAS.

Pero el mal, como en todas las cosas, siempre parte del capitalismo y el capitalista; así como la partidocracia firmó cláusulas para que los sindicatos manejasen empleos, con fines que en las obras y fábricas entraran “trabajadores democráticos” y execrar a los rojos y como una forma de comprar a los sindicalistas blancos y verdes (Ellos serian el filtro mas eficaz para que ningún operario revoltoso pegara); en el ramo de la construcción de Guayana, la corrupción sobretodo la política-moral-sindical que es la que da origen a la criminal, parte del contratista o patrono dueño de la obra o de la fabrica.

En Guayana existe un staff de contratistas, al 80%-90% viene de la era leopoldosucrista y se fortalecieron con Rangel Gómez en la CVG (Difícil hoy diferenciar leopoldosucrista de rangelgomecistas), a quienes les “adjudican” las obras por obra y gracias o por no existir otro, aunque muchas veces en el papel aparece una licitación legal. Esta macoya contratista es más política que empresarial o industrial; y sabe que la política es la única forma de subsistencia y enriquecimiento seguro.

Estos “contratistas” son los mecenas de los sindicalistas y estos hasta son hijos putativos de aquellos, sindicalmente hablando. Sindicalistas de esta estirpe, no tocan ni con el pétalo de una rosa al patrón, además este los arregla al final de la obra; cosa esta que le sale relativamente barato; por eso se afincan con el trabajador vendiéndole el empleo.

Por eso no es suficiente ponerle mano dura al sindicalista; también hay que ponerle amarras a los patrones contratistas, algunos de ellos son de maletín (10%-20%); y la mejor manera de hacerlo es hacer un listado publico de contratistas y obras y especificar en que consiste las obras y su respectivo ejecutor y sobretodo el monto presupuestado.

También el estado debe imponerles las condiciones de pago salarial y demás beneficios sociales a los trabajadores lo que también debe quedar a la vista de todo el mundo.

MILITARIZACION BUENA

Siempre las militarizaciones en el ámbito sindical han sido nefastas y con saldos trágicos, esto es así porque acorde al consenso de Washington para las Ameritas los ejércitos eran instrumentos al servicio de las oligarquías para reprimir al pueblo e imponer por la fuerza la explotación a los trabajadores.

Entre los esquemas que está rompiendo la revolución bolivariana se encuentra esta de romper con el esquema tradicional de los ejércitos. En esta tónica es que justifica una militarización, por vía de emergencia, en la zona obrera de Guayana con miras a protegerles la vida y el empleo a los trabajadores y trabajadoras quienes son victimas de los patronos contratistas cevegistas (Casi 100% de las obras en Guayana) y sus aliados los sindicaleros con fines de ejercer un control sobre el empleo y las obras. Protección del empleo para que no le vendan ilícitamente su derecho al trabajo y protección a las obras para que patronos contratistas sean personas con suficiente capacidad de construcción y pago correcto de prestaciones laborales, y que las obras se hagan bien.

Esta militarización debe incluir la creación de la “Guardia Territorial Obrera de Guayana Manuel Carlos Piar”, con miras a que el ejército permanente se vaya retirando paulatinamente y vayan quedando las milicias obreras como la verdadera protectora de sus intereses y de los intereses de la patria de patronos corruptos y sindicaleros vende obreros.


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Francisco Sierra Corrales


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