El 21 de noviembre de cada año se celebra en Venezuela el día del Estudiante, en homenaje a la lucha de jóvenes de educación media y universitaria contra las medidas unilaterales adoptadas por el General Marco Pérez Jiménez en 1957, conmemoración ésta opacada este año por las elecciones regionales y municipales a la cual participaron el PSUV-Gran Polo Patriótico, que apoyaban a los candidatos que impuso el gobierno; así como la oposición representada, en primer lugar por la derecha a través de varias organizaciones políticas, como la MUD, AD, COPEI, Avanzada Progresista, El Cambio, entre otros, y en segundo lugar por la Alternativa Popular Revolucionaria – PCV, que es el chavismo disidente o la otra ala de la izquierda que está en contra del gobierno por el desvío del proyecto socialista. Según el CNE, de 23 gobernaciones el partido de gobierno se alzó con 18 y de 335 alcaldías obtuvo 205; contando con una participación del 42,26% del total de más de 20 MM del padrón electoral. Se estima que más de 6MM de venezolanos están fuera del país, lo que significa que poco más de 8MM acudió a cumplir con el deber del voto. El primer factor que afectó este proceso fue la abstención, la cual supera los anteriores procesos electorales regionales de 2017 y 2021. Si los que están fuera del país representan, aproximadamente, el 30% de una parte de la abstención ¿qué pasó con el casi 28% restante que se abstuvo? ¿A dónde se fue el voto duro chavista? ¿Será que hubo y hay descontento en el chavismo puro con las imposiciones de algunos candidatos?
Según analistas se cree que esta es la peor participación de los procesos electorales celebrados en el país, la cual la coloca en el ojo del huracán, en la mira de la Unión Europea y del imperio. Aunque ésta vez la U.E. reconoce que el sistema electoral ha mejorado las condiciones, en comparación con votaciones anteriores, reportó irregularidades como el uso de recursos públicos para la campaña e inhabilitaciones arbitrarias, entre otras. Ningún país de Europa dijo algo en las elecciones de la IV República, cuyos resultados eran tergiversados, tampoco se ha manifestado contra la oposición cuando llama a desconocer resultados y a hacer guarimbas, por el contrario la apoya abiertamente; nunca han cuestionado el sistema electoral de los EE.UU. Cuestiona la U.E. cuando algún presidente de América Latina es reelegido varias veces, pero hizo mutis cuando la señora Merkel fue reelegida varias veces. Son inmorales al pretender darnos clases de sistema electoral, de pulcritud y transparencia. Las causas que llevaron a la derrota del PSUV tienen sus efectos dignos para la reflexión. La U.E. se queda corta, en virtud de que ganó la soberbia de quienes impusieron los candidatos lo que originó más división dentro del chavismo. Pudieron haber ganado 18 ó 19 gobernaciones y la mayoría de las alcaldías, pero la forma como lo impusieron tendrá un costo muy alto. Aún ganando las elecciones, el PSUV debe revisarse, porque el perdedor fue el legado de Chávez, su proyecto, su obra, el pueblo chavista que lentamente ha dejado de votar porque no confía en sus dirigentes y que ha ido desapareciendo electoralmente. El PSUV todos los días entierra al comandante Chávez y este 21 de noviembre le dio el knockout de la muerte política, para ayudar a resucitar a la oposición, hizo hasta el milagro de sacar a COPEI, un partido que era hasta innombrable. El más peligroso de los efectos que estas elecciones generó a causa de la soberbia y terquedad de Diosdado Cabello y Maduro fue haber resucitado a Manuel Rosales gracias a los acuerdos pactados, ya que se habilitó políticamente a casi todos los dirigentes de la derecha para permitirles ir a elecciones y haber logrado la fuerza política que hoy tienen a pesar de su división, pues de lo contrario no hubieran ganado muchas gobernaciones y alcaldías el PSUV (caso Mérida, cuyo candidato triunfó por la división de la derecha), pero no será así para solicitar un RR.
Quien crea que el gobierno ganó está viviendo un sueño, creer que un mapa rojo es causal para considerarse triunfador está viviendo un espejismo. Los errores en política se pagan y el costo en este sentido es muy alto. En realidad esto es el mito de un triunfo que amerita las 5R. El triunfo de la oposición vendrá a socavar lo poco o mucho logrado en veinte años de revolución y abrirá las puertas para el Referéndum Revocatorio contra Maduro, que podría hacerse efectivo si el gobierno, el PSUV y las demás organizaciones que apoyan este capitalismo disfrazado de socialismo no se somete a la línea de las 5R, sin cambiar al comandante: Revisión, Reorganización, Rectificación, Reinvención y Reimpulso. Necesario es evolucionar, para ello es imperativo no quedarse en la Repetición, no Retroceder nuestro proyecto patrio, no seguir en la Ratificación de los cargos ni en la Reincidencia de los mismos para ir al Retroceso para que la soberbia nos siga llevando al fracaso. El objetivo principal debe ser unirnos en una sola izquierda, profundizar el proyecto bolivariano, transformar las estructuras económicas, políticas y sociales, pero por encima de todas la moral y espiritual para generar una sociedad de hermanos en condiciones de igualdad. Es muy lamentable el retroceso que ha tenido moral y políticamente el pueblo venezolano cuando elige a candidatos cuya integridad está en entredicha, o que hayan cometido desfalco contra el país y hoy asumen cargos de gobernador, o que haya desestabilizado la paz del país y sean alcaldes, o que apoyen a llamados "presidente interino" al mismo tiempo desconocen al árbitro electoral y al presidente legítimo; o que como alcaldes y gobernadores hayan sido cuestionados por sus comunidades y sean otra vez electo; o que hayan inhabilitado a personas sin ninguna causal política como el caso de Eduardo Samán, pero habilitaron a otros como al gobernador del Zulia. Desde el punto de vista ético y moral ¿qué explicación puede tener esta contradicción tan desCabelloda? Gracias a Chávez el pueblo venezolano pudo ir a varios procesos electorales con profunda conciencia moral, pero esto se revirtió por los desatinos cometidos que le impuso el mismo partido de gobierno. El elector leal a Chávez no votó, o votó por la otra ala de la izquierda; el elector confundido, o indignado, votó por el PSUV por aquello de la disciplina; sin embargo, hubo electores, muy molestos con el gobierno, que votaron por Chávez y ahora lo hicieron por la oposición. Ese pueblo que le llega la caja CLAP y el gas dos veces al año, que se les ha dañado sus aparatos por las fallas constantes del servicio eléctrico, que tiene un alcalde psuvista de oficina que no pasa hambre, que los precios del transporte y de la canasta básica son inalcanzables, que su salario no le alcanza, como es el caso de los pueblos del eje de la Panamericana, donde desde El Vigía hasta Arapuey se impuso la oposición cuando otrora estos municipios fueron bastiones de la revolución, leales a Chávez, pero desde hace años están abandonados por el gobierno nacional, regional y local. Además el PSUV hizo caso omiso a la voluntad del pueblo en las elecciones internas, imponiendo candidatos que ya estaban cuestionados. El estudio de las 5R debería empezar por estos municipios porque es la expresión de lo que ocurre en los demás estados del país. Obligar a un elector a votar en contra de lo que dicte su moral es tan peligroso como darle un arma, porque lo haces cómplice de un acto que no podrá revertir; pero que tampoco como gobierno podrá resarcir. Es urgente hacer un llamado a la unidad con toda la izquierda y al mismo tiempo llamar a un Consejo de Sabios Socialistas, integrado por Luis Brito García, Vladimir Acosta, Earle Herrera, Agustín Calzadilla, Asdrúbal Márquez, para ir hacia la conducción del rescate de la moral, de las 5R, del legado del comandante y de la Construcción de la Patria Bolivariana.
Fecha: 30/11/2021