Foto: Primitivo Cedeño, Gobernador del estado Portuguesa, Venezuela.
El mensaje de año nuevo del Instituto de Cultura del estado Portuguesa (ICEP), adscrito a la Gobernación del estado Portuguesa desde la Presidencia y los altos cargos de línea del ICEP, se enmarcan en consolidar lo alcanzado hasta el presente: libertad, autonomía, autogestión y emprendimiento. Somos la Cultura al servicio de la gente y somos un colectivo que tiene su plataforma política definida, con el proceso de transformación de la Revolución Bolivariana en Venezuela; una plataforma social que está conectada de manera activa y constantemente, con las organizaciones sociales populares de todos los sectores del estado Portuguesa; y una plataforma técnica de primer orden que garantiza un manejo equilibrado del conocimiento, puesto siempre al servicio de la mayoría y no al control de élites. Este mensaje que hoy proyectamos al mundo es para que se conozca cuál es nuestro camino y cuál es nuestro lugar en el Universo cultural del mundo y Venezuela.
Se nos va el 2021 y con él toda una carga de momentos duros y de alegrías esporádicas; de grandes triunfos que se cosecharon con sacrificio, sudor y lágrimas; se alcanzó escribir en la historia de nuestro Instituto, la certeza de que no claudicaríamos ante la incertidumbre y el caos, si no que nos elevaríamos como el ave fénix hacia paisajes más frondosos y destellantes.
El equipo se inició con un grupo valiente de jóvenes educadores de profesión y cultores de la vieja escuela de Bellas Artes, todos convencidos de que debíamos entregarnos en cuerpo y alma para alcanzar el objetivo de un Instituto de Cultura que volviera a su convicción de valores de autogestión y emprendimiento, porque la Cultura debe comenzar a transitar sus propios caminos, sin depender de un presupuesto gubernamental que trate de aliviar su pesada carga.
Se ha dicho en el pasado que la Cultura no tiene dolientes en el tren Ejecutivo de los Gobiernos, eso es una verdad a medias, tiene dolientes en cuanto a que se reconoce su existencia y su presencia como un excelso valor humano al servicio del desarrollo de los pueblos, pero también se ha de entender que esa Cultura necesita aprender a quererse a sí misma y a buscar sus espacios naturales en las comunidades para poder alcanzar una vida plena y entregada a sumar felicidad en cada cultor y/o cultora.
Nuestro talento Cultural en Portuguesa no debe estar pasando trabajo, menos padecer hondamente una crisis económica inducida por el bloqueo internacional y los enemigos de la Patria; es un talento Cultural que debemos incentivar para que se reconozca así mismo como valioso y comience a colocarle el acento de interés y capital a todos sus productos y manifestaciones.
Estamos en socialismo, pero para crear condiciones de una vida mejor desde el criterio de la equidad y la igualdad; siendo libres e independientes de cualquier dominio extranjero y enalteciendo la idiosincrasia y los valores locales por encima de los elementos disuasivos de la transculturización imperialista. El mensaje de nuestro Gobernador Primitivo Cedeño es claro y conciso, al afirmar que en Portuguesa "…nos contagiamos de la alegría, el amor y el renacimiento de la esperanza; una nueva era cargada de fe y sabiduría para impulsar nuestro estado y seguir construyendo la Patria buena y bonita…"
La República Bolivariana de Venezuela, es un Estado federal que en materia o presupuestos de cultura y educación, ha internalizado en razón de las bellas artes, los museos, la arqueología, el cine, el teatro, y todas las actividades culturales, bajo la directriz de un financiamiento caracterizado por el uso de mecanismos de autogestión que buscan sentar a una mesa a consumidores de lo cultural (el público) y productores de los servicios culturales (artistas y profesionales de la cultura) en busca de compromisos presupuestarios. Las instituciones culturales luchan al máximo por ganarse su vida y llevar a la realidad la autogestión.
Desde el ámbito profesional de la Gestión Cultural, lo que aspira en el 2022 el Equipo del Instituto de Cultura del estado Portuguesa (ICEP), es motivar la labor de facilitación y programación entre públicos y creadores/as, para generar un producto local que tenga presencia nacional e internacional, donde los procesos de autogestión promuevan la mediación y facilitación que consiga un desarrollo colectivo que consolide la participación en las decisiones organizativas de los espacios culturales.
Para alcanzar ese éxito en el 2022, es necesario, por una parte, estudiar los procesos de gestión cultural sin enmarcarnos en la diatriba público-privada, y, por otra, enfocarlos desde una perspectiva legal nacional e internacional, atendiendo a las diversas legislaciones tanto sobre las formas organizativas y derechos de participación, como sobre los espacios físicos donde se diera esta forma de organización.
En este sentido, el recorrido por las legislaciones y opiniones académicas sobre el derecho a participar en la vida cultural debe orientarse a ser amplio y variado; en los últimos años se ha asistido a una evolución del concepto de participación ciudadana en diferentes ámbitos, en la experiencia de Venezuela, en el proceso electoral local reciente, como en la postura gubernamental hacia la crisis económica, se ha dado la aparición de nuevos movimientos sociales o las nuevas tecnologías de la información y comunicación, que están obligando a la normativa actual a revisar el concepto de participación ciudadana y, por lo tanto, también del derecho a participar en la vida cultural, abriendo espacios para el debate donde se alcance a visualizar un horizonte más esperanzador para los cultores y cultoras que entienden que su papel en la vida moderna es de erigirse como empresas sociales independientes y altamente competitivas para la contribución real y permanente en la economía local de la región.
Los trabajadores independientes de la cultura adscritos al ICEP, como se describen, a pesar del aislamiento y la imposibilidad de seguir las actividades de manera presencial, se han convertido en una la comunidad artística que está en movimiento a través de la auto gestión, asistiendo constantemente desde las redes sociales con proyectos que incluyen a la comunidad toda, cubriendo y canalizando las múltiples inquietudes de nuestras comunidades en relación a lo artístico y cultural.
Lo que debe ser el Sur de nuestros cultores es crear los mecanismos para propiciar una apertura al diálogo y un primer paso para poder encontrar la forma de ayudar a que estos espacios culturales se mantengan abiertos, resaltando en todo momento propiciar un diálogo que sea la visibilización de realidades y el camino humanamente correcto para alcanzar la eficiencia y la eficacia de un Gobierno como el de Primitivo Cedeño en Portuguesa, ganado para ser del pueblo e invitar al pueblo a participar en el modelaje de la Cultura popular y autónoma que mueve los valores y principios de una sociedad igualitaria, libre y socialista.
¡FELIZ AÑO 2022! ¡Prosperidad, salud y bendiciones para la gran familia del ICEP y del estado Portuguesa! Somos la Cultura que se hace y se fortalece en un Compromiso Contigo, sea cual sea las circunstancias en que tengamos que navegar en este nuevo año por venir. ¡FELICIDADES!