México: secretarios de Estado, por un siglo –sean ágiles o lerdos- obediencia ciega al presidente

1. Por lo menos, desde el gobierno de López Mateos (1958-64) y los 10 gabinetes presidenciales siguientes, que como crítico opositor y activista vi moverse, jamás advertí que un secretario de gabinete posea algún grado de independencia: fueron siempre –por órdenes del mismo presidente- vergonzosamente obedientes de las órdenes del "jefe" en turno. Vi en ellos mucha ignorancia en todo y que para desempeñar su encargo les bastaba diez asesores que lo dirijan y al mismo tiempo les redacten sus documentos. Obviamente en cada secretaría se nombraban a más de 50 asesores (amigos y parientes) que sólo cobraban sus quincenas.

2. Por ello, cuando desde hace tres años he visto al tal Gertz Manero –el fiscal general nombrado por el presidente López Obrador- actuar sin la menor efectividad, con la mayor negligencia, sin castigar o meter a la cárcel a nadie, sólo he pensado en que –como el más importante secretario- en todo obedece al presidente. Desde que lo nombraron fiscal aprendió el discurso: "abrazos, no balazos", "no soy vengativo", "hay que perdonar todo", "somos representantes de pobres y ricos, de todo el pueblo", "no hay que pelearse, dialogar". AMLO ha hecho mil denuncias y encarcelado a dos; aunque hay 200 mil miserables en prisión.

3. Yo no abogo por Gertz –el viejo funcionario corrupto en muchos niveles- solamente digo que es un mandadero como lo han sido los secretarios de los 10 gabinetes anteriores. ¿Será que al salir del cargo –para tratar de lavar su imagen- confiese que lo manejaron con un lazo en el cuello como a todos los procuradores (fiscales) anteriores? La realidad es que es muy difícil que un presidente –como cualquier empresario- suelte amarras a sus subordinados que fácilmente lo despojarían. Debe reconocerse que no se puede y que todos –incluso los gobernadores- deben actual como dictadores porque son también los únicos responsables.

4. Por ese gran "don de mando", jamás debe decirse –como los políticos oportunistas- que "engañan al presidente y por eso comete errores". Nada de eso porque el presidente personalmente y con sus 100 asesores, siempre es el mayor informado del país, incluso en los mil chismes diarios; además cada información la reconfirma con sus decenas de asesores. Por ello en cada actuación presidencial no hay que decir que está "mal informado en presidente", sino recordar que todos los seres humanos tenemos una ideología y que sus actuaciones responden siempre a su ideología o a conveniencias de cada momento según sus intereses.

5. ¿Estamos condenados a ser obedientes, subordinados, a nuestros mayores, nuestros padres, a los maestros, a los curas, a los empresarios, a los políticos, porque es la obligación que nos impusieron desde niños? A mí me enoja mucho la imposición de la obediencia –sobre todo en el pensamiento- porque impide la investigación, la crítica, la rebeldía, la lucha contra el sistema opresor. Pienso que hay que servir, ser solidarios incluso bondadosos, pero obedecer es otra cosa que recuerda la esclavitud, la servidumbre y todos los sistemas de opresión que se inventaron para continuar con la opresión clasista, el racismo y la brutal desigualdad social. (27/I/22)

 

 



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Pedro Echeverría


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