El capitán Diosdado Cabello, ha tenido una capacidad de aguante que lo califica como el combatiente más fuerte del Psuv. Las circunstancias lo han puesto contra la pared y él sigue allí inmutable. Solamente se le vio flaquear cuando el gobierno norteamericano le aplicó las sanciones, fue por breve tiempo porque a los pocos días reapareció con más bríos.
Se comentó que todos los compañeros de promoción militar fueron dados de baja, y no dijo nada, siguió hacia delante, al igual cuando se habló que sus más allegados no fueron incluidos en puestos salidores para La Asamblea Nacional. Pareciera que lo único que le preocupara es la prolongación de su programa Con El Mazo Dando.
Donde aparenta mandar tanto como el presidente Maduro, sobre todo cuando realiza ediciones con coroneles y generales al frente, los que se le cuadran y le dicen "a la orden mi capitán", sin importarles la superioridad del rango de ellos. Y desde allí girar instrucciones y emitir calificativos sin fronteras ni consideración alguna.
El sarcasmo y la burla son las herramientas que más utiliza, el casquillo ya casi no le luce. La gente le conoce muy bien, su primer gran fracaso fue cuando ordenó al gobernador del estado Vargas hoy la Guaira, que detuviera a Guidó al pisar Maiquetía. El general García Carneiro no le obedeció simplemente manifestó que no tenía ninguna orden firmada por un tribunal.
Esta vez las aprensiones de personas de su confianza lo vuelven a batir, dice no apoyar a delincuentes, manifestando estar completamente desvinculado de esos hechos. No los atacó como al Pollo Carvajal, pero lo que no puede hacer es negar su amistad con ellos. Daniel Haro, era el secretario de organización regional del Psuv. Por estar ubicado en Cantaura y haber sido alcalde de ese municipio, eran medio paisanos y amigos personales, por la cercanía de Urica con el Furrial.
Haro se manejaba autoritariamente en el comité regional del Psuv, su palabra era ley, por ser respaldado por Diosdado, algo así como su representante en el estado Anzoátegui. Armado y con un carnet de no sé qué chapeaba por cualquier cosa. En una ocasión en la calle 4 de la Urbanización Boyacá, en plena campaña electoral ante el reclamo de unos activistas por no haber recibido el pago correspondiente al volanteo y pega de afiches, les sacó una pistola, diciendo que lo habían robado y no tenía dinero.
El comerciante de El Tigre. Compraba hasta tres gandolas llenas de cajas de cervezas, famoso por las ofertas que hacía con unos combos que traían hielo y carbón gratis, a precios sin competencia. La mayoría de las veces que Diosdado visitaba El Tigre, el sitio de reunión era La Charneca, en la residencia del comerciante. No creo que ahora manifieste que no los conocía.
No quiero decir con esto que Diosdado sea cómplice de estos presuntos delincuentes, simplemente que si tenía lazos de amistad, lo que parece ser ahora un pecado en el partido de gobierno.
Que viene ahora en esta novela roja, rojita, no es rosada ni de vaqueros. Cuál será el Destino de Diosdado, hará el papel de mártir, hasta dejando el programa de televisión para vender la imagen de sufrido y golpeado políticamente en su propio partido, esperando una oportunidades para renacer como el ave fénix.
La otra actuación, seguir el ejemplo de Jagua, quedarse tranquilito, disfrutando la vida sin mortificarse por nada, entendiendo que Mosca no caza Águila, como dijera el difunto. La última decisión es la más difícil, convertirse en un Rafael Ramírez, con el pequeño problemita de su orden de captura. Lo cierto es que es muy astuto, no tanto como su jefe. Seguramente encontrara la solución, de ser cierto que lo tienen atrapado y sin salida. Porque de repente todo esto es otro trapo rojo.