Vladimir y Carvajalino

Como ejemplo para el dialogo y la reconciliación de los venezolanos, se comenzaron a presentar videos de un programa con estos dos personajes del mundo de los medios de comunicación social. Con una cordialidad característica representada en el periodista y exdiplomatico Vladimir Villegas. Decir que es bueno o malo se verá en el transcurso del desarrollo de los contenidos, aunque los comentarios negativos han llenado las redes.

La amabilidad de Carvajalino revela un personaje nunca visto en Zurda Conducta, dibujándose como víctima inocente de odios desmedidos, obviando que fuesen consecuencia de sus posiciones políticas. La forma como relata la agresión sufrida en Carabobo por un grupo de jóvenes. A los que detuvieron siendo encarcelados por tres meses, perdonándolos posteriormente haciéndolos soltar. O sea que demostraba que si tiene corazón y sabe perdonar.

Ambos orgullosos de sus orígenes, uno colombiano y el otro judío, refiriéndose a los efectos de la guerra en esos países. Ahora bien podrá seguir ese ejemplo un Diosdado Cabello, me parece bastante difícil, a menos que sea colocándole al frente un alacrán como José Brito que de por si él sabe de antemano sus repuestas y posiciones controladas por ellos desde Miraflores.

No sé hasta dónde al colocarle algunos de los posibles políticos de oposición verdadera, Diosdado tomaría como excusa lo dicho por el comandante eterno a María Corina Machado "Águila no caza mosca". Lo que no entra en la filosofía de Vladimir Villegas en ese tú a tú con Carvajalino, y en muchas otras circunstancias dentro de sus múltiples ocupaciones.

Pareciera estirar el día a 25 horas realizando cuñas de una cadena de farmacias desde El Tigre y en Caracas en donde no tuvo tiempo de subirse el cierre. Afortunadamente para la profesión del periodismo, él no ha olvidado su rol en la sociedad, a pesar de caer en la influencia de un alcalde con aquella loca idea del matrimonio igualitario.

En ese sentido se estrella con una pastora consejera familiar que con constitución y biblia en mano le demostró que esa unión vista desde la palabra matrimonio era ilegal ante la Constitución, tampoco siendo permitida por la voluntad de Dios. Vladimir le dio un derecho a réplica no ayudando en nada al alcalde en cuestión.

Por su parte Carvajalino, por el mismo hecho de participar en ese escenario logró un triunfo al menos publicitario. No tiene nada que perder, su presencia allí le da nivel e importancia ante los medios privados, y con el ciudadano común no es que se lave la cara pero si tiene la satisfacción de enseñar su otro perfil, Uno no sabe si de repente nos encontremos en un futuro cercano con un enroque y Carvajalino brinque la talanquera.

Ahora bien que necesita Venezuela, los venezolanos necesitamos que se sienten Maduro y Guaidó, de una manera sincera, sin cartas debajo de la manga. No con la idea de ganar tiempo por parte del presidente ni de protagonismo por parte de Guaidó. Deben hacer así, como soltar todas las armas y los malos pensamientos, con el corazón en la mano. Convencidos en lograr el regreso de los venezolanos que tanto sufren en el exterior, igualmente con la firme decisión de acabar con el hambre y mitigar las enfermedades que se viven en nuestro país.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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